—Diego... —apenas pude articular palabra— ¡Diego! —grité e inmediatamente salió de la habitación de Santiago colgando el celular.
—¿Qué pasa? —frunció el ceño.
—Mira —le mostré la pantalla del celular y en ese momento dejó de sonar pero igual, leyó el nombre en la llamada perdida.
—¿Qué quiere ese maldito? —apretó los puños.
—No lo sé. Pero no quería contestarle si tu no estabas cercas —lo miré y después el celular volvió a sonar. Lo respondí—. ¿Bueno? —Diego se sentó a mi lado. No necesité ponerlo en altavoz, de todas formas, tenía todo el volumen y Diego podía escuchar
—Hola Danet —escuché su voz y la piel se me erizó.
—¿Qué quieres? —le pregunté lo más fría posible.
—Quería hablar contigo... no sé... quiza... podríamos vernos.
—¡No!, yo no quiero verte —le dije—, eres un sínico.
—Tu aún me quieres, yo lo sé —me giré a ver a Diego y me quitó el celular.
—Deja en paz a Danet, ¿no lo entiendes? —gritó Diego y colgó. Daylea estaba durmiendo y Santiago había salido. Carolina dormida también y papá trabajando, nadie había oido.
Me acurruqué en el sofá y Diego me abrazó. Siempre me sentí segura en sus brazos, el abrazo me tranquilizó.
—Tranquila —me dijo en el oido.
—Hace mucho que no me molestaba —lo apreté con fuerza y me relajé.
Roberto es mi ex novio. Pero en realidad sólo duramos unos días y él me terminó porque me dijo que no me quería. Duré más de un año intentando olvidarlo y superalo, ya se había vuelto una obseción. Después apareció Diego y con él logré olvidarlo. Pero cuando se enteró que yo ya tenía novio, comenzó a molestarme y decirme que lo dejara, que él me quería y que lo intentaramos de nuevo pero yo me negué y siempre me llamaba, me buscaba, me dejaba mensajes... parecía como si el obsesionado ahora, fuera él. Pero ya hace mucho tiempo que no me molestaba, hasta ahora.
—Gracias, Diego —le dediqué una sonrisa.
—De nada —me sonrió. No entendía como era que a veces se portaba lindo, pero en veces se portaba tan idiota. Realmente lo quería, pero no teníamos un futuro juntos.
**********
Sabado—Me gustaría saber que haremos hoy —dijo Daylea desde la cocina. Sus papás aún no regresan, su familiar aún no se recupera y creo que va de mal en peor.
—No sé —dije escribiendo un mensaje para Daniel. Me dejó un mensaje de buenos días.
—Tengo ganas de hacer algo distinto —se quedó pensando.
—¡Papá!, ¿que harás hoy? —le dije mientras él entraba a la sala.
—Carolina y yo iremos con su mamá, supongo que no irás, ¿verdad?
—No, ni que fuera mi abuela —murmuré.
—¿Y si hablamos con los chicos y que vengan a ver peliculas? Hacemos hamburguesas o algo así de cenar —dije caminando a la cocina. Sonó mi celular y era un mensaje de Daniel, sonreí al verlo y lo respondí.
Estos días he estado hablando mucho con él, me alegra mis días con mensajes de buenos días, abrazos, me busca para desayunar juntos en el colegio, se despide de mi cuando se va a ir, me llama en las tardes, es... hermoso.
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Nunca Me Dejes |#GhostyA
Ficção AdolescenteNo creo en un "Para siempre", mucho menos en un "Hasta luego". Las personas cambian de opinión mas rápido que lo que cambian de calcetines. Solo me pidió que le prometiera algo, más sin embargo fui tan cobarde de siquera responderle aunque muy dent...