—¿Qué pasa? —respondí a mi papá mientras salía por la puerta de mi salón.
—Me hablo la mamá de Diego, ella y Diego; su esposo, saldrán de viaje unos días ésta semana, al parecer un familiar que vive en otro lugar enfermó o algo así. Bueno, el punto es que me pidió de favor que Diego y Daylea se quedaran en casa, a lo cual no pude negarme, puesto que en veces ellos tambien se hacen cargo de ti cuando yo tengo mucho trabajo. Y bueno, tienes que llevar a casa a Daylea y a Diego por sus cosas a casa, Rocío ya habló con ellos —no lo puedo creer, tendré que soportar a Diego esta semana.
—Está bien, ¿estás en casa? —le pregunté.
—No, vine al trabajo. Carolina esta con su mamá, vive en la ciudad y se vino conmigo, llegaremos en la noche, encargate de lo que te dije y prepara o compra algo de comer.
—Esta bien, adiós —colgué.
Caminé intentando buscar a Diego o Daylea y cuando iba a llamarles apreció Diego
—¿Y Danet? —le pregunté.
—No lo sé, creo que aun le queda una clase.
—Tengo que llevarlos a su casa por sus cosas —suspiré.
—¿Cosas? —preguntó confundido—, ¿para qué?, ¿de qué hablas? —ups, creo que no sabe.
—Ah, ¿no sabes? —fruncí el ceño—, tus papás salierón de viaje, creo que un familiar tuyo enfermó y tu y Daylea se quedarán en mi casa unos días —hice una fina línea con mis labios.
—¿Qué? —gritó—, ¡Agh! —gruñó
—Mira, por ahora haremos esto... a Santiago también le falta una hora para salir. Papá y Carolima no estan, vayamos por algo para comer y regresamos por ellos. Después los llevo a su casa y ya vamos a casa a comer, ¿okey?
—Okey —asintió. Fui al banco para sacar dinero porque ya no tenía y después fuimos a comprar pollo teriyaki. Al salir de ahí, ya casi era hora de que Daylea y Santiago salieran. Estacioné el auto afuera del colegio y esperamos a que salieran. Parecía que Diego iba a hablar pero mi celular sonó.
《Daniel》
—¿Bueno? —sonreí
—Hola, ¿qué harás hoy en la noche? —miré a Diego y disimulaba su mirada en mi.
—Supongo que nada, no lo sé.
—¿Quiéres ir a cenar? —¡Santo Dios!, ¿me está invitando a cenar?
—Am... —dudé—, lo que sucede es que Daylea y Diego estarán en mi casa unos días y papá y Carolina no están, así que lo dudo.
—¿Por qué se quedarán en tu casa?
—Luego te digo —me ponía mal rechazarlo pero no estaba en mi, no podía ir pero realmente algo me hacía querer ir con él.
—Si no puedes está bien, supongo.
—Hagamos algo, ¿okey? Si papá y Carolina llegan antes de las 8, te llamo y vamos a cenar, sino, pues igual te llamo y te aviso que no podré, ¿esta bien?
—Perfecto —miré que Santiago y Daylea iban saliendo por la puerta.
—Me tengo que ir, ¿más tarde te llamo, ¿okey?.
—Okey, adiós.
—Bye —colgué.
—¿Quién te invitó a cenar? —preguntó Diego.
—Daniel —me encogí de hombros. Santiago y Daylea se subierón al auto.
—Que bien, ¿eh? Eres una excelente amiga con Luisa —rió pero no entendí su punto, decidí ignorarlo y me dispuse a conducir a casa de ellos y después a casa.
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Nunca Me Dejes |#GhostyA
Teen FictionNo creo en un "Para siempre", mucho menos en un "Hasta luego". Las personas cambian de opinión mas rápido que lo que cambian de calcetines. Solo me pidió que le prometiera algo, más sin embargo fui tan cobarde de siquera responderle aunque muy dent...