Amanda dejará de ser irrelevante para dos seres totalmente opuestos entre sí; Stephen y Zein, dos vampiros cuyo pasado ha sido marcado por la desgracia y la sangre.
Stephen es un vampiro, fruto de un experimento masivo hecho hace siglos, el cual bus...
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Al mirar a Zein inconsciente en el sofá, me hace pensar en las cosas que él y yo estamos haciendo mal. Él es tan explosivo, tiene una manera de ser tan perturbadora y no mide las consecuencias de lo que hace. Me recuerda a esos días en que comenzaba a conocerlo. Quisiera que todo este problema se acabara pronto para poder tener esos momentos que toda pareja normal tiene. Creo que será imposible que una relación entre un vampiro y una humana sea normal, no hay ningún punto que haga que esta relación sea como las demás. Quien se vuelve vampiro está condenado a serlo por siempre. No hay vuelta atrás. Ya pasaron dos días desde el regreso de Stephen. Se ha quedado con nosotros, aunque la distancia entre él y yo es amplia, no por los metros que nos separan, sino por lo poco que nos miramos, por lo poco que tenemos algún tipo de contacto. Ha dormido en el sofá que está al lado de donde yace Zein, y se ha encargado de cuidar que no se despierte ya que eso podría provocar una nueva pelea que podría terminar muy mal. Katerina creó una mezcla extraña de diferentes hierbas y sustancias con las que es posible mantener dormido a Zein. Stephen se la aplica cada dos horas mediante una inyección, de esa manera evitamos que se despierte y siga con vida. La bruja y Stephen acordaron usar al vampiro que trajo Zein para hacer el hechizo de vinculación ya que creyeron que sería mejor usar a alguien que directamente estuviera bajo el mandato de Marcus. Aún así, al hacer el hechizo, Stephen va a vincularse automáticamente con el resto de vampiros experimentales ya que es uno de ellos. Todos esperamos que esto no tenga efectos negativos sobre él. El vampiro que consiguió Zein, se encuentra encadenado a una de las dos camas de la habitación. Lo mantenemos dormido de la misma manera en que lo hacemos con mi alocado novio. En estos días, Katerina se ha encargado de preparar todo lo necesario para el hechizo. Se la ha pasado meditando y recorriendo la habitación, como si analizara la situación a profundidad. También la he visto armando lo que creo que es un amuleto. Pronto lo sabré con certeza. Si pienso en Tiffany, pues... ella ha seguido sin preocuparse tanto. Duerme casi todo el día y cuando despierta, conversa con Stephen, cosa que aún me parece extraña luego de que él fuera a casa a despedirse únicamente de Tiff. Pero ¿qué estoy pensando? Si no centro mis ideas terminaré en una situación aún más incómoda. En este momento Katerina se acerca a Stephen mientras yo solo observo. — Ya es la hora —comenta la bruja a mi ex novio. Stephen se pone de pie y se acomoda el cuello de la camisa. — ¿Traigo al sujeto? — Tráelo, es mejor iniciar ahora. Tiffany aparece agitada con su celular en mano. — ¡Chicos, Marcus y sus vampiros están tomando el control de otras ciudades! — ¿Eso lo leíste en internet? —le pregunto. — Sí. Las cosas se ponen peores ya que están llegando a niveles extremos. No suficiente con matar a la gente con sus propias manos, ahora están dinamitando edificios y usando armas. — Entonces no hay tiempo que perder —añade Steph—. Iré por el tipo. Comienza el revuelo en la habitación mientras todo termina de prepararse para el momento que más hemos esperado. Katerina dibuja un círculo en el piso utilizando el mismo polvo de los escombros a raíz de la destrucción. Seguidamente coloca 5 velas blancas alrededor del círculo y con un cerillo las enciende una a una. Aparece Stephen cargando al vampiro en sus brazos y Kat le pide colocarlo dentro del círculo. La bruja saca un amuleto hecho por ella misma de adentro de su escote y se lo coloca sobre el pecho a nuestro conejillo de indias vampírico. — ¿Qué repercusión puede tener que Stephen sea vinculado con los demás experimentos? —pregunto a la bruja. — No puede ser nada grave. Si bien es cierto; Stephen es uno de ellos, pero no por eso está bajo las órdenes de Marcus, ni tampoco ha seguido el mismo estilo de vida de los otros vampiros experimentales. — ¿Qué quiere decir todo eso? — Que tenemos suerte de que Marcus y su bruja no hayan vinculado a todos los experimentos para para ponerlos bajo su dominio. Sigo pensando que esa bruja, o es demasiado inexperta o quiere tender una trampa a Marcus. El hecho de que los haya hechizado uno a uno se me hace sospechoso y además muy complicado y lento para alguien que quiere ser el máximo regidor del planeta. — Supongo que tienes razón. Stephen se acerca. — Entonces para evitar que los vampiros continúen siguiendo las órdenes de Marcus podemos ponerlos bajo el dominio de alguno de nosotros. — Sí —afirma Kat—. El detalle importante es que, yo no pretendo tener a un séquito de vampiros a mi disposición. Suena tentador. Pero como lo dije antes: yo no busco ese tipo de cosas. Es importante que sepan que podemos simplemente romper el hechizo y que Marcus y su bruja no tengan a quien exigir nada, pero eso sería un desperdicio de tiempo ya que fácilmente podrían adquirir el control sobre los vampiros haciendo nuevamente el hechizo. — Entonces ¿qué sugieres? —pregunta Tiffany. Buena interrogante. Katerina se lleva las manos hacia atrás y entrelaza los dedos. Camina hacia el fondo de la habitación hacia la ventana y mira hacia la ciudad. Se gira y nos mira fijamente. — Uno de ustedes debería tener el dominio sobre los vampiros. Steph, mi prima y yo nos perdemos en el asombro ya que se está hablando de tener un poder muy letal. Es algo que no se le puede ceder a cualquiera. Definitivamente Tiffany no está capacitada para hacerlo. Zein armaría un verdadero apocalipsis, y yo... yo simplemente no tengo el valor suficiente para liderar a un grupo de asesinos centenarios. Debe ser Stephen. Doy un paso al frente y me coloco cara a cara con Steph. — Debes ser tú. No hay nadie más capacitado, maduro y sensato que tú para hacer esto. Stephen me mira con la vista perdida en la mía y me devora de esa manera. Trato de controlar mis emociones, de no temblar al tenerlo tan cerca. Me pone sus manos en los hombros y mira a Kat. — ¿Puedo hacerlo? La bruja se acerca sonriendo y se suelta las manos. — No hay nadie mejor que tú para eso. Esperaba que fueras tú. Si lo piensan es hasta ventajoso para Stephen. Al hacer el vínculo, sin importar que él sea como uno solo con sus hermanos experimentos y, al hacer luego el hechizo de dominio, no tendrá ningún efecto adverso sobre él. Podrá ser uno de ellos y controlarlos. Podrá ordenar que vayan contra Marcus, y luego de que acaben con él, podremos deshacer los dos hechizos hechos por mí. En fin, todo volverá a la normalidad. —Hay que comenzar —alega Stephen. La bruja se coloca frente al vampiro en el círculo, cierra los ojos y extiende los brazos. Acto seguido, se sumerge en su mundo lingüístico tan extraño. Son cosas que nadie relativamente normal entendería. Me aterra escucharla ya que me hace sentir como si estuviera realizando una invocación del más allá o algo parecido. El viento comienza a soplar con fuerza afuera del hotel y me doy cuenta de que el cielo se torna gris y nublado. Hay truenos y mucha confusión. De pronto los cristales de las ventanas estallan y todos a excepción de Kat, nos tiramos al piso para protegernos de los vidrios rotos que caen en toda la habitación. El viento que entra por las ventanas sopla con tal fuerza, que los objetos que no están muy fijos se caen, la mayoría se rompe tras el impacto y puedo sentir como varias cosas nos caen encima a todos los que estamos en el sitio, incluso pienso en Zein, que está descubierto en el sofá. Siento sobre mi espalda el brazo protector de Stephen y me hace sentir un poco segura, sé que él no es capaz de permitir que algo malo me suceda, eso lo valoro mucho. Mi prima grita de terror y eso solo hace más tensa la situación. Pero quien está firme es la bruja, pues la observo desde el piso y sigue ahí parada rodeada por una tormenta, por todo un caos que mueve sus vestiduras. Es impresionante el poder que tiene. Al pasar de unos minutos todo se va calmando. El viento cesa y el cielo se va aclarando nuevamente al igual que la habitación. Miro a Steph a los ojos y otra vez me siento perdida en su par de océanos azules. Tiene una gran facilidad para dominarme con solo verme. Pero en seguida recupero el control sobre mí y me levanto del piso antes que todos. Entonces los demás también se levantan y se sacuden la ropa. — ¿Están bien? —nos pregunta mi ex novio. — Supongo que estoy bien —responde Tiffany. Yo me limito a asentir y a querer saber si funcionó el hechizo. — Dinos que sirvió todo esto, Katerina. Se gira hacia nosotros y afirma con la cabeza. Yo me acerco a ella con cierta reserva. — ¿Qué sigue ahora? — Hice dos cosas a la vez. Todos nos sorprendemos ya que pensamos que solo había vinculado a los vampiros experimentales. ¿Qué fue lo que hizo? — ¿Estás diciendo que no solo nos vinculaste? —cuestiona Stephen. — En efecto. No tenemos tiempo que perder, así que también rompí el hechizo de dominio. No puedo creer lo que oigo. Eso significa que Marcus ya no tiene ningún poder sobre nadie y no existe manera de que siga con su plan.
