Capítulo 14.

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-¿Qué fuiste qué?

-Por favor no me hagas repetirlo.

-¿Cuántos años tenías? –dije seria.

-14.

-Eso es… hace 8 años.

-Sí. ¿Te vas a volver a enfadar conmigo?

-No. Eso es parte del pasado, ¿verdad?

-Sí lo es.

-Entonces tranquilízate. No pasa nada. Todos aquí tenemos un pasado que esconder.

-La pena es que el tuyo lo sabe todo el mundo, y me encantaría poder partirles la cara a todos por cómo te están mirando. Se nota que quieren follarte aquí. Encima de la mesa. Delante de todos.

-Para demostrar su hombría y la clase de puta que soy. –esas palabras suenan mucho peor de lo que había pensado. Tan mal que me hacen daño a mí misma. Pero no puedo demostrar debilidad. –Sé por qué vengo.

-Pero tú no eres así en realidad.

-Y luego todo el mundo pensará que me heredaré la empresa de mi padre por esto. No quiero que conozcan mi verdadero yo.

-No deben hacerlo. Te destruirían.

-¿Más?

-Siento decirte que sí. En este mundo no es todo de rosa, y tú más que nadie deberías saberlo.

-Lo sé. Es cierto pero… -el sonido de un tenedor contra una copa empezó a rechinar en mis oídos y de repente me callé. Empezarían las presentaciones y el discurso de Conor.

-Buenas noches y muchas gracias por asistir a esta celebración. Sabemos que todas han puesto un poco de su parte por poder asistir a esta cena y de verdad, les estoy sinceramente agradecido. –ahí estaba el hombre de negocios. –Como bien saben, esta cena es en motivo de celebración. Celebración porque nuestras acciones han subido como nunca este último año y nuestras empresas van viento en popa. Quería darle las gracias por cada aportación, pequeña o grande, que ustedes están haciendo, y han hecho a lo largo de estos 23 años que tiene esta empresa. Muchas gracias y buenas noches. –Conor se volvió a sentar entre aplausos y ovaciones. No me lo podía creer. Con todo el daño que está haciendo y ha hecho, y probablemente hará. Mientras haga bien su trabajo todo el mundo le aplaudirá. Sin importar lo que en su casa haga. Empezaron las presentaciones de la mesa principal.

-Damas y caballeros, los señores Brooks y Smith. –En ese momento se levantaron Elizabeth, Conor, Kenneth, y la mujer de este último, la cual, no sabía su nombre. –El señor Brad Smith. –Brad soltó mi mano en ese momento para levantarse y hacer una reverencia a los presentes. –Y por último la señorita Lucy Brooks. –Y ahí mi momento, me levante siguiendo los pasos de Brad sintiendo como las luces me mareaban, y los aplausos no hacían mucho por ayudar. Busqué la silla con mi mano mientras notaba una mano en mi espalda sosteniéndome. Brad me estaba sujetando para que los nervios no pudiesen conmigo. Me senté y se dio por comenzada la cena. Comía, pero en pequeñas cantidades. Sabía que no debía tener el estómago lleno o muy pesado para lo que me esperaba después.

-Lucy. –me llamó Brad. –No estés tan nerviosa. Va a ser peor.

-Lo sé. –me cogió la mano y le dio un suave apretón tranquilizador.

La cena avanzaba y llegó el postre. Muchos de los aquí presentes se fueron nada más terminó esta parte. El momento llegaba. Entraron unas chicas por la parte de atrás. La mayoría se notaba lo rotas que estaban, pero hubo una que me llamó la atención. Me sonaba de algún sitio.

Evenings in London | Jack HarriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora