Capítulo 35.

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Últimamente la gente no sabe hacer otra cosa. Dejarme con la duda de todo. He perdido a Jack. No me sorprende, para que mentir, pero tenía mis dudas de si al final si se quedaría a mi lado. Es una situación bastante utópica y poco realista. La mayor pregunta de todo esto es que voy a hacer con el niño que llevo dentro. Necesito consejo. Tengo que llamar a mi madre, ella sabrá que hacer.

 

Un timbre, dos, tres. Nada, y comenzaba a ponerme nerviosa. Cuatro, cinco.

-¿Sí? ¿Lucy?

-Mamá, necesito ayuda.

-¿Ha vuelto a pasar?

-¿No te han contado nada de lo que ha pasado esta última semana?

-No.

-Lo suponía.

-Cuéntame cariño, tengo toda la tarde para escucharte. –dijo con su tono cariñoso. Sabía que con eso podría sacarme casi cualquier cosa.

-A ver por donde empiezo. He estado ingresada casi una semana. Kenneth me clavo un abrecartas en el vientre.

-¿Estás bien? – dijo con tono alarmado, no era para menos.

-Sí, entré en un pequeño coma de 4 días. Pero en ese tiempo debieron hacerme otra operación de más.

-¿Notas algo raro?

-Mamá, estoy embarazada. Sé que esto es una deshonra para ti. Yo no quería. Siempre he intentado cuidarme cuando lo he hecho, pero esto no ha sido un embarazo natural.

-¿Sabes al menos quién es el padre?

-Tenemos una ligera sospecha.

-Kenneth ¿verdad? Ese canalla no ha cambiado nada desde que lo conocí.

-Ahora es peor, tiene más dinero y por tanto más medios para hacerme la vida imposible.

-La prensa no se puede enterar de que estas embarazada ¿verdad?

-Es cierto, daría mala publicidad a la empresa y eso lo enfadaría tanto que sería capaz que hacerme un aborto natural con sus propias manos.

-¿Abortarás?

-Es mi último recurso, pero no soy lo suficientemente fuerte como para darlo en adopción. Así que no sé lo que podré hacer. Mamá, necesito tu consejo.

-Amor, un hijo es una de las mejores cosas que te pueden pasar en la vida, pero creo que todavía no es tu momento de tener esa gran responsabilidad. Además, el chico al que conocí en la casa del jardín ¿lo sabe?

-Sí, y no ha reaccionado demasiado bien.

-Sois jóvenes, es algo de esperar.

-Mamá las palabras que ha dicho no justifican su enfado. No me ha dejado ni decirle que no es un embarazo natural.

-Este tema te va a traer de cabeza durante un tiempo. Deberías hablar con tu padre.

-Creo que está volviendo a ser el hombre bueno del que me hablabas.

-Siempre he tenido la esperanza de que volviese a hacerlo.

Evenings in London | Jack HarriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora