Capítulo 30.

1.2K 59 0
                                    

-Lucy, vamos, tenemos que grabar, ¿recuerdas?

-Oh, sí claro. –me había quedado tan en mi mundo que no me había enterado de que me estaban hablando.

-Parecía que te habías ido a cualquier parte lejos de aquí.- «en parte lo estoy deseando» pensé.

-Oh, no, nada que ver. Simplemente pensaba.

-Ahora lo hablamos.

Subimos las escaleras de la casa y entramos a su habitación. No hace falta que diga nada sobre la decoración de ella, se ve bastante bien en sus videos. Jack se sentó sobre su cama esperando a que y diese un paso hacia delante o a que dijese algo.

-Ven, siéntate a mi lado. –Notaba algo raro en la voz de Jack, un matiz en su voz que conocía de otras personas pero no de él. Me senté a su lado, obedecí, como siempre. Me siento como una sumisa. -¿Qué te pasa? –me susurró al oído.

-No lo sé. Me siento extraña.

-Te veo algo cohibida.

-No, no es eso. Siento que tengo algo dentro y no sé el qué.

-Se llaman nervios.

-Será eso. –di por zanjado ese tema. Perfectamente sabía que no era eso. Ni de lejos. Algo estaba cambiando dentro de mí, y quería saber el qué.

-Puedo ayudarte a clamarlos. –me miró a los ojos juntando nuestras cabezas algo más para estar más próximos el uno del otro.

-Ayúdame, por favor. –creo que nunca antes he dicho una frase que tenga tantos sentidos diferentes como esa.

-¿Segura?

-Sí.

Me besó como si fuese la última vez, como si se fuese a ir de mi lado segundos después. Sus manos fueron a mis mejillas en las cuales el calor comenzaba a subir. ¿Estaba más nerviosa que al principio? Lo más seguro. Pero eran unos nervios diferentes. Jack estaba haciendo todo más lento, aprovechando cada momento y haciendo que realmente todo resultase más especial de lo que en si era.

-Lucy, si quieres que pare en algún momento solo dímelo. Te siento incómoda.

-En realidad, lo estoy. –La expresión de Jack cambió completamente. –No me malinterpretes. Llevo sintiéndome así desde hace unos días.

-¿Sabes el motivo?

-Eso es lo peor, que no. Sé que tengo algo dentro de mí, no sé lo que es, y eso me hace sentir incómoda e irritada, pero por otra parte me llena, me hace sentir feliz y completa. –una vez leí que eso era lo que las embarazadas sentían en ese período, pero yo no podía estar embarazada ¿verdad?

-Quizá sea por la situación que acabas de vivir hace poco.

-Jack, creo que si fuese por eso estaría completamente traumatizada, lo cual me sorprende bastante que no lo esté.

-¿Quieres ir al médico para que lo miren?

-Mejor en unos días, si se me pasa pues no hay nada de qué preocuparse, pero si sigo así, será mejor ir.

-Bueno, ¿quieres grabar algún vídeo?

-Debería hacerlo después de todo el tiempo que llevo sin subir vídeo y la preocupación de Zoella en los suyos, mis suscriptores deben estar de los nervios por saber lo que pasa.

-Voy a preparar la cámara y todo lo demás.

-¿Quieres que te ayude?

-No, tú vete a prepararte o lo que sea que hagas antes de grabar.

Fui al baño del pasillo. A Jack le pasaba algo y se lo iba a sacar, como fuese. Sé que está algo tenso. Y         quiero saber el porqué de esa actitud. También sé que esta situación le tiene un poco cansado, porque si yo fuese una chica normal, y el seguiría siendo uno de los intocables, nuestra “relación” sería también muy diferente. Él podría tener a la chica que quisiese, y si lo que había dicho Emily es cierto, más de una ha pasado por esta habitación. No quiero pensarlo demasiado, pero en realidad es una de las pocas cosas en las que puedo concentrarme. En eso, y en que en poco tiempo entraré en la empresa de Conor y Kenneth. Dios, sácame de esta. Acomodé un poco mi pelo y me eché un último vistazo. Tampoco es que me arreglase específicamente para cada vídeo, quería parecer una chica normal, no una de esas de portada de revista.

-Lucy, necesito el baño, ¿puedes salir? –Jack dijo desde fuera.

-Sí, lo siento, ya salgo. –Salí y me encontré con una mirada que no sabía lo que quería expresar. Por una parte perdón, por otra socorro, por otra compasión, una de esas miradas de «siento que tengas está vida de mierda y que yo, para mi desgracia, quiero acompañarte a lo largo de toda ella». Sí, era una de esas miradas. Jack me cogió por la cintura.

-Vuelve a entrar, tengo que hablar contigo y mi habitación no es segura. –me susurró al oído.

-¿Qué pasa? –dije una vez dentro, cuando él había cerrado la puerta con el pestillo.

-Adivina que va a pasar esta noche.

-¿Es bueno o malo?

-Cena de accionistas.

-Bien, no tenemos nada que ver.

-Oh, Lucy, tú sí, créeme, y por desgracia yo también.

-¿Dónde se va a celebrar?

-Aquí. Joder, te tenía que haber presentado a mis padres antes.

-¿Qué? Jack explícame esto porque de verdad, no entiendo nada.

-¿Recuerdas que dije que mi padre era accionista mayoritario? Bueno, pues él antes de firmar todos los papeles sabía lo que Kenneth, sobre todo él hacía, y puso una condición, que todos los que estuviesen bajo su protección, familia sobre todo seríamos intocables, esta cosa es graciosa, por algo que te voy a explicar luego. Y todo iba perfecto hasta que llegaste tú.

-¿Yo? Jack, yo no he hecho jodidamente nada.

-Ese es exactamente el problema, que no has hecho nada, simplemente, tu, Brad y yo, en un futuro, tendremos una de las fortunas más grandes de Europa.

-Sí, fortuna la cual no quiero.

-Es algo de lo que no vas a poder escapar. Lo siento.

-Jack, yo nunca pedí nada de esto. Yo nunca pedí que mi padre fuese un auténtico gilipollas y nunca pedí que el desalmado de Kenneth fuera un pederasta.

-Lo sé, no he acabado. Si eres mi novia, podrías entrar a formar parte de los “intocables”, estarías bajo el brazo de mi padre.

-Pero sigo siendo hija de quién soy.

-Eso daría igual, si mi padre decide que eres de nuestra familia nada de eso importará. No lo he hecho antes porque no quería agobiarte.

-Lo has hecho todo bien Jack. Estaré bien. –No, todo mentira. Debería haberme explicado todo esto antes.

-Tenemos tiempo para presentarte a mis padres.

-No, no lo tenemos. Debo ir a prepararme, la nochevieja se ha adelantado.

Evenings in London | Jack HarriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora