¿Embarazada? ¿Qué? ¿Esto está sucediendo? ¿Cómo ha podido pasar? Y la peor de todas las preguntas ¿por qué quieren que tenga un hijo y de quién?
Bueno, la segunda parte de la última pregunta está bastante clara. Ha debido ser Kenneth, quién sino podría tener la mente y sangre fría de hacerlo. Solo tengo 20 años ¿qué vida le puedo dar a ese bebé? Una vida desgraciada. El aborto no entra entre mis posibilidades, sería el último recurso y darlo en adopción, no podría hacerlo soy demasiado débil como para eso. No podría dejar que se llevasen a mi hijo aunque yo hubiese dicho antes que quería aquello.
-Lucy, sé que es una noticia muy chocante y que debes estar en shock, pero debes tomártelo con calma.
-Voy a ser madre. –susurré con los ojos abiertos como platos. –Tengo una vida creciendo dentro de mí. ¿No se supone que tendía que ser el día más feliz de mi vida?
-En estas condiciones no lo es. – con esas palabras me derrumbé. Comencé a llorar.
-¿Por qué quieren que tenga un hijo? Sería el hazmerreír de la sociedad, les pondría en evidencia a todos y nadie puede saber quién es el padre.
-Sobre lo de quién es el padre ni hablamos.
-¿Cómo voy a darle todo lo que necesita? No tengo trabajo, ni una familia en la que se puede apoyar. –seguí llorando.
-Siempre nos vas a tener a nosotros. –Lena me abrazó mientras pronunciaba esas palabras.
-Voy a perderlo todo, otra vez.
-No lo vas a hacer. –me acariciaba el pelo mientras me intentaba consolar.
-¿Qué va ser de mí? ¿Cómo va reaccionar Jack a todo esto?
-Él no sabe nada.
-Esto es demasiado. Soy una bomba de relojería, y vais a sufrir todos por mi culpa.
-Deja de martirizarte. –Lena mando una mirada casi asesina a Brad por un poco su falta de sensibilidad. Cuesta creer por sus palabras que este hombre algún día dijo que me quiso y que realmente sentía esas palabras. Ahora mismo me cuesta creer cualquier cosa.
Algo comenzó a vibrar en mi bolsillo trasero del pantalón. El nombre de Jack aparecía en la pantalla.
-Lena habla tú con él, yo no puedo.
-Vale. –Ella atendió a la llamada. Podía saber que Jack estaba furioso de lejos. Oía el tono tajante con el que la castaña le contestaba. ¿Cómo se va a tomar esta noticia? Mal, eso seguro. No se lo voy a poder ocultar, o no al menos durante mucho tiempo. Él va a notar mi tripa creciendo cada día. Y no creo que lo sepa de antes. Me ha guardado secretos pero nunca tan grande como este. Recogí mi pelo hacía atrás y vi a Lena venir hacía mí.
-Tu novio no es muy amable que digamos.
-No es mi novio. –Contesté cortante. – Y nunca lo será si se entera de todo esto. Somos demasiado jóvenes como para encargarnos de un niño y no podemos darle nada.
-Lucy, si él de verdad te quiere sabrá que nada de esto es culpa tuya.
-No va a querer escucharme. –dije quitando las pocas lágrimas que me quedaban.
-¿Por qué no? Lo ha hecho desde que te conoce, que créeme que no es poco tiempo.
-Ninguno de los obstáculos o problemas, como quieras llamarlos, han sido tan grande como este. Estamos hablando de algo muy serio. –dije señalando mi abdomen. Mi móvil volvió a sonar. Otra vez era Jack. Miré la pantalla y puse una cara de exasperación. –Algún día tendré que hablar con él. –Me levanté mientras deslizaba el círculo verde de la pantalla. -¿Sí?
-¿Lucy, eres tú?
-Sí.
-Gracias a dios que eres tú. Jack ha salido hecho una furia y me ha pedido que te llame para ver si a mí me contestabas.
-¿Finn?
-El mismo y maravilloso. ¿Se puede saber que ha hecho el imbécil de mi hermano ahora?
-No, él no ha hecho nada Finn. Es todo mi culpa.
-¿Puedo saber lo que pasa?
-¿Puedes pasarme con Jack?
-Voy a avisarle. –Escuché el grito de Finn para llamar la atención de Jack y un momento tenso de silencio.
-¿Qué pasa Lucy?
-No hay cena de accionistas, era una trampa.
-¿Estás bien?
-Será mejor que vengas para que te pueda explicar todo.
-¿Te ha tocado?
-No, no lo ha hecho. Es algo mucho peor lo que te tengo que contar y contra antes lo sepas mejor.
-Lucy, me estás preocupando.
-Tranquilo, todo irá a mejor. –dije más para mí que para él. Necesitaba realmente que a si fuera.
-Termino de preparar todo el set de cámaras y focos y voy para allá.
-Aquí te espero. –Colgó.
-¿Va a venir?
-Sí.
-¿Y le vas a soltar el bombazo?
-Debo hacerlo, por el bien de todos.
-¿En cuánto tiempo estará aquí?
-Media hora como poco. Eso nos dará tiempo para pensar cómo se lo puedo decir.
-Explícale primero la situación.
-Hola Jack me han implantado un embrión sin mi consentimiento y estoy embarazada, ¿Quieres unas patatas? Ah, por cierto, me han hecho elegir entre mi madre y tú y no tengo ni puñetera idea de que voy a hacer. ¿También te traigo un refresco?
-Tampoco hace falta ser tan bruscas.
-La amabilidad y la sinceridad ante todo.
-Lucy, creo que deberías empezar por la segunda operación de la cual él solo sabe que te la hicieron, pero no sabe que era la implantación.
-No lo sabía ni yo.
-Va a ser demasiado para él.
-Merece saberlo.
-¿Por qué él?
-Porque es el único en el que confío plenamente. –y porque creo que le quiero. Pero ese pensamiento me lo guarde para mí. Era lo mejor.
-Vamos a acomodar esto.
Recogimos un poco el desastre y la suciedad que se podía haber acumulado en esta semana que yo no he estado. Mis nervios iban aumentando y estaba comenzando a temblar. ¿Cuál iba a ser su primera reacción? ¿Reaccionaría de forma comprensiva o solo son películas que me estoy imaginando en mi cabeza? Esta última opción no parecía tan mala. El timbre sonó y Lena fue a abrir mostrando a un Jack que se acercaba a mí. Con unos ojos llenos de preocupación y unas manos cuidadosas que rápido tocaron mis mejillas y acercaron mis labios a los suyos.
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Evenings in London | Jack Harries
Fiksi PenggemarLondres. Para muchos una simple ciudad en un simple país. Para mí, la esperanza de poder empezar una vida nueva sin tener que preocuparme. Me presentaré, soy Lucy Brooks, tengo 20 años y me voy a mudar a Londres, a perseguir mi sueño e intentar desa...