Capítulo 38.

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Seguí buscando, mirando todos los siguientes movimientos de la empresa, rastreando hacia dónde podían haber ido esos 6 millones de libras, que se dice pronto. Estuve pensando cómo decirle a Jack todo este tema, la investigación. Habíamos acordado, aunque todavía no fuésemos una pareja formal o como queráis llamarlos, basar lo que teníamos en la verdad, sin ocultarnos nada, y esto no iba por el buen camino, llevábamos dos meses de investigación, y eso es mucho tiempo, muchas mentiras. Pensé en decirle a Lena que se lo dijera ella, pero eso sería evadir la realidad, y quitarme responsabilidad, pero es que no le podía decir nada a nadie, debido a que como le contase algo a alguien que no debía o que se pudiese ir de la lengua, se iba todo para abajo, no es el caso de Jack, pero ningún sitio es seguro para contárselo, no había encontrado ningún momento y tampoco para decírselo. Cogí el teléfono decidida, sabía que lo tenía que hacer y lo iba a hacer. Marqué su número en el teclado táctil y coloqué el teléfono en mi oreja.

-Hola.

-Jack, hola, buenos días dormilón.

-¿Dormilón?

-Son casi la una de la tarde y estabas durmiendo, no me mientas, te lo noto.

-Vale, sí, soy un dormilón, lo reconozco. –dijo con algo de risa en su voz.

-Necesito que vengas al despacho de Conor, tengo que contarte algo.

-¿Es muy urgente?

-Sí.

-¿Lucy, me has estado ocultando algo? –dijo con decepción en su voz.

-No ha sido decisión mía.

-Suponía que no. En una hora estoy allí. –el cansancio en la voz se le notaba. Yo si fuese él ya hubiese huido de mí hace mucho, pero él a pesar de todo se ha quedado a mi lado, a pesar del aborto, de Kenneth persiguiéndonos, de no poder darnos la mano en público. A pesar de todo eso se había quedado.

Todo me daba que pensar, dónde se podía haber ido una fuga de dinero tan grande y que nadie se hubiese dado cuenta. 13 años habían pasado desde eso y sale ahora. Parece muy sospechoso, como si alguien quisiera que saliese ahora, o lo que es peor que fuese falso. Bueno, y lo peor no es que se falso, es que sea una trampa que nos hayan tendido con la intención de pillarnos con las manos en la masa. Eso era lo que más me preocupaba, seguir una pista en falso.

Debía llamar a Brad y contarle la preocupación que tenía respecto a esto, pero no me parecía buena idea, ya que probablemente me dijera que teníamos que seguir investigando, por si acaso, pero si todo se iba abajo era mi culpa.

La puerta del despacho se abrió dejando pasa a Jack y a Conor.

 -Hola amor. –dijo el primero.

-Ten cuidado con lo que le haces y dices a mi hija. –comentó Conor entre risas.

-¡Conor! –lo medio regañe. –Deja que Jack diga lo que quiera, por lo menos aquí.

 -Eso eso. –apoyó Jack.

-Bastante condicionados estáis fuera de estas cuatro paredes, tienes razón.

-Gracias Señor Brooks.

-Jack, no debes llamarme así aquí, ya lo sabes, solo en el ámbito laboral.

-¿Y para qué he venido sino es para trabajar con su hija señor?

-Jack, para. –dije con una sonrisa en los labios sin despegar la mirada del ordenador, siguiendo investigando.

-¿Y si no quiero?

-Sí, porque vas a querer porque te puede la curiosidad por lo que te tengo que contar.

-Ya lo sé. Brad me lleva contando todo desde hace semanas.

-¿Estabas llevando una investigación paralela, cierto?

-Sí, por eso he estado algo distante, Brad me dijo que nadie podía saber nada.

-Pero ahora lo sé yo.

-Me ha dado luz verde para contártelo. Tenemos trabajo, ¿vamos a ello?

-Vamos. 

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La verdad es que el día no iba mal, habíamos adelantado lo suficiente como para saber que ese dinero seguía en circulación y que no parecían ser pasos en falso. Pero todo eran hipótesis que no podíamos dar por seguras todavía hasta que Brad le preguntase a su padre y esté no le mintiese, o contrastar la información con la base de datos del banco. Cada vez pensaba más que íbamos en el buen camino.

-Lucy, vamos a un sitio.

-¿A cuál? –Levante la mirada del ordenador, para mirarle fijamente a los ojos.

-Es una sorpresa, si te lo digo no tiene gracia. –Jack se levantó y me tendió la mano para levantarme yo también y así ir de la mano por toda la mansión hasta la puerta de salida.

Solté su mano con precaución y salí por la puerta principal, allí no había nadie a la vista, así que me giré y sonreí a Jack para que saliese. Desde el aborto siempre hemos tenido que hacer esto, ya que fue lo que forzó aquella situación. Fuimos algo separados hacia el coche de Jack aunque en realidad me moría por abrazarle y besarle allí delante de todos, y hacer oficial lo que había entre nosotros. Puso una venda en mis ojos cuando entré al coche.

-Qué típico. –dije para pincharle.

-Quizá ser típicos es lo mejor.

-¿No eras tú el que es abogado defensor de hacer todo diferente?

-Lucy, es una sorpresa, y quiero ver tu cara cuando lo veas, no quiero tener que perdérmelo por estar conduciendo.

-¿Puedo hacer una cosa antes de que me pongas la venda?

 -¿El qué?

 -Besarte.

 -Sabes que no hay cosa que más me gustaría ahora mismo, pero sabes la respuesta.

-Lo sé. –me resigne y dejé que me atase la venda.

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BUENAS TARDES, NOCHES O DÍAS. La desaparecida ha vuelto después de ¿cuánto? ¿Un mes? Lo siento, pero es que el curso me está matando y no me da tiempo a nada T.T

Espero que la semana que viene pueda subir, crucemos los dedos. ¿Qué créeis que puede ser la sorpresa de Jack? ¿Saldrá todo bien? ¿Y la investigación? asdfghjkl, demasiada intriga, comentad lo que pensáis y decidme que os gustaría que pasase en los siguientes capítulos.

Os quiere,

Trishexx.

Evenings in London | Jack HarriesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora