Capitulo 26.-

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[Ayato]

Estaba realmente volviendo a tomarle el sentido a mi vida después de todo lo ultimo que me ha pasado, realmente aun no puedo creer que la chica que tanto he querido finalmente ahora este durmiendo en mi brazos. La verdad de las cosas es que, las emociones y los recuerdos se mezclan dentro de mi de una forma demasiado fuerte que me hace actuar como estúpido, pero al menos, Yui no se enfada.

Acomode mi cabeza en su hombro plácidamente comenzando a prepararme para dormir, cerré mis ojos pero a los pocos segundos los volví a abrir, me sentía observado y eso no me gustaba para nada, rápidamente volteé mi cabeza y pude  asimilar el rápido movimiento de un cuerpo en la ventana.

Haciendo el menos ruido posible me levante de la cama asegurándome de no despertar a Yui  y agarre vuelo para saltar fuera de la ventana, quedando sobre el gran tejado de la mansión.

-Pero quien lo diría, no es mi querido hijo el que esta parado ahi.-Dijo una voz algo suave pero a la vez muy pesada, la sangre se me hirvió totalmente y de la misma forma, mi corazón se detuvo por completo. Ella estaba ahi, ella había regresado, había vuelto a atormentarme.

Cordelia.

El miedo estaba, no podía ni siquiera mirarle, pero no exactamente esperaba que me hiciera daño a mí, esperaba que le hiciera daño a Yui, podía sentirlo, algo me lo decía.

-¿Que se supone que haces aqui?.-Susurré intentando sonar firme apretando mis puños a cada lado de mi cuerpo, mis dientes crujían y mis manos comenzaban a dolerme, sentía técnicamente como si toda mi fuerza pasara a mis puños, no podía resistirlo, debía hacer algo, ella me dañara, yo lo se, siempre lo ha hecho y siempre lo hará.

-Jovencito esa no es forma de tratar a tu madre, deberías desearme solo bien y respetarme.-Dijo con su clásico tono arrogante de voz que hacia que se me hirviese la sangre, de alguna u otra manera se me hizo inevitable no poder reírme un poco.

-Creeme, hasta lo único que te he deseado desde que era un niño es la muerte, pero eso no importa. ¿Que haces aqui?

-Los Mukamis me han informado sobre una chica, con la cual te han visto hace unos días, y según la información que me han dado, he de suponer que es aquella chica con la que dormías hace unos cuántos segundos.

-¿Que quieres de ella.-Pregunte rapidamente protegiendo la ventana.

-T-O-D-O, mi cielo. Me pagaran bien por llevarla con vida hacía ellos.-Exclamo para soltar una risita, para luego poco a poco acercarse a mi, tensando cada parte de mi.

-Eres una mierda, ¿Realmente te has vendido? No te permitire dar un solo paso mas, creeme, conmigo aquí no le tocaras ni un pelo a Yui. Te recomiendo que te marches y me dejes en paz, no deberías involucrarte en esto, a menos, que no quieras tener problemas, Cordelia.

-¿Haz amenazado a tu propia madre? Agh, hubiese sido mejor matarte cuando niño.

-¡¡CALLATE MALDITA!! ERES UNA MALNACIDA QUE NO VALE NADA, NUNCA TE PREOCUPASTE DE MI, SOLO TE INTERESABA SER SUPERIOR, PERO NI SIQUIERA INTENTASTE DESTACAR POR TU PROPIO ESFUERZO, ¿ES QUE ENCERIO REALMENTE NUNCA TE DISTE CUENTA LO RIDÍCULA QUE TE VISTE? UTILIZASTE A TU HIJO, A UN SIMPLE NIÑO SIN TENER NI LA MÍNIMA IDEA DE QUE HACER. Tu simplemente arruinaste mi vida, ¿Pero sabes algo? Ya no te daré el placer de hacerlo así que largate.

La mirada desafiante de ese ser que se hacía llamar "Mi Madre" Simplemente sonrió, no tenía idea que significaba aquella sonrisa en ella, pero algo me decía que se trataba de algo malo.

-Dime algo, ¿Te gusta esa chica?.-Pregunto acercándose poco a poco a mi. Mi mente realmente se fue congelando, ¿Que era todo esto? ¿Que pasaría si dijese si? ¿Que pasaría si diciese no? Mordí mi legua sin saber que decir, pero de todos modos, finalmente termine confesando.

-Si, me gusta.-Dije intentando mantener el tono de mi voz.

-Olvidala, ella desaparecerá.-Mi cuerpo comenzó a temblar.

-¿De que hablas?.-Susurre lo mas fuerte que pude.

-Vendran por ella, querido, vendran por ella para matarla.-Susurro para luego perderse entre la neblina que comenzaba a aparecer.

-¿QUE? ¡NO! ¡ESPERA! ¡VUELVE!.

Comencé a correr por todo el tejado intentando encontrar su rastro pero era totalmente imposible, era como si hubiese desaparecido por completo, lo cual me alarmó, rápidamente corrí a la ventana de la habitación y mí suspiro de alivio nunca se había sentido mejor al ver a Yui dormir aún.

Entre en la habitación rápidamente cerrando la ventana con seguro y cortinas, sintiéndome un poco más calmado.

Aún no podía procesar todo esto, ¿Pof que quieren a Yui? ¿Por quieren hacerle daño hasta el punto de la muerte? Ella no tiene que ver absolutamente nada con ellos, o al menos eso creo.

Y si Yui, ¿Realmente tiene una relación con ellos? No, no lo creo, pero tampoco es algo imposible.

Lentamente comencé acercarme a su cuerpo y sin poder evitarlo la abracé fuertemente, lo cual hizo que terminara despertándose. Estiro su cuerpo completo para luego mirarme algo confusa después.

-¿Sucede algo?.-Pregunto algo preocupada al parecer por su expresión, negué con mi cabeza y agarre una de sus manos, entrelazando nuestros dedos.

-¿Puedo hacerte una pregunta?.-Susurré sin soltar su mano.

-Claro.-Respondió mientras asentía con su cabeza y se sentaba un poco.

-Yui, ¿Cual es exactamente tu relación con los Mukamis?

-Ninguna, supongo que son alguna especie de enemigos, ¿no?

-¿Que sucede con ellos? ¡¿Quieren hacerme algo?!

-N-no Yui, no quieren hacerte nada.

Las Historias de la noche© #1 (Diabolik lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora