Capitulo 25.-

154 13 3
                                    

[Narra Yui]

Pero que chico más rápido, Joder.

No se que decirle, si le digo que no todo se irá a la mierda, pero si le digo que si puede que después me sienta demasiado enganchada y no pueda volver a mi hogar.

-Ayato yo, no lo sé..-Confesé algo apenada agachando mi cabeza.

-¿Como que no lo sabes? ¿Acaso ya no te gustó?

-No es eso, ¡Claro que me gustas!.-Exclame, pero a los pocos segundos tapé mi boca avergonzada y presencié como el muy desgraciado se reía de mi.

-Entonces, ¿Cual es el problema?

-¿Es que aún no entiendes? Necesito sentir que esto va encerio, la zor... O sea Miku siempre se anda paseando por ahí, también hay problemas y yo simplemente no quiero sufrir, y tampoco quiero que lo hagas tú así que...-Antes de poder seguir el puso uno de sus dedos sobre mis labios.

-Tranquila, puedo esperarte.-Susurro apegando su frente a la mía, lo cual me alteró por completo.-Solo piénsalo, ¿Si? Ahora vámonos antes de que los mukamis aparezcan.

[Narra una persona nada buena para los chicos:

-Así que Ayato Sakamaki anda de tortolo ¿Eh? Esto será material puro para el jefe.

[Narra Yui]

Llegamos a la mansión a oscuras, ya que al parecer los chicos ya se habían dormido, subimos al piso de las habitaciones y me despedí de Ayato dirigiéndome a mi habitación, hasta que sin que me diese cuenta alguien había tocado mi hombro. Voltee y ahí estaba el sonriendo como idiota, algo avergonzado.

-¿Que tienes ahora? Ayato estoy cansada.

-Mejor velo con tus propios ojos.-Susurro, posando sus manos en mis hombros guiándome a su habitación.

Cuando abrí la puerta la sangre se me hervio por completo, sólo me faltaba un poco mas para echar humos por los oídos.

La desgraciada de Miku estaba solo en ropa interior durmiendo en la cama de Ayato. Mire a Ayato técnicamente echando fuego por los ojos.

-¿¡Es que no vez de lo que hablo!? Como quieres que tenga algo contigo si ella está aquí. ¡Es que así no se puede!.-Grite molesta dirigiendome a mi cuarto, pero el me detuvo.

-¿Es que aun no lo entiendes?

-¿Uh?

-No quiero dormir con ella, quiero dormir contigo.

-¡¿¡QUE?!? ¡P-p-pero q-q-que dices!.-Exclame toda sonrojada, el se acerco a mi con una sonrisa picara.

-Tu si que eres una mal pensada, puedo dormir en algún rincón de tu habitación, pero digamos que tampoco estaría mal dormir junto a ti.

Y eso fue mucho mas que suficiente para despertar mi ira interior, la cual se acumuló toda en mi rodilla izquierda, y para mi suerte casualmente las piernas de Ayato estaban abiertas y tambien por casualidad mi rodilla dio con toda mi fuerza posible en su entre pierna, luego de eso, sonreí satisfecha al verlo en el suelo quejándose de que quedaría estéril por mi culpa.

-Ahora arrastra tu pervertido cuerpo hasta mi habitación.-Susurré algo cabreada, abrí la puerta de esta y apenas entre me recoste en mi cama, este simplemente habia sido uno de mis días mas locos.

-Dormire aqui.-Escuche la voz de Ayato y rápidamente volteé al otro lado de mi cama y ahí estaba el muy desgraciado sonriéndo inocentemente, los nervios rápidamente se apoderaron de mi cuerpo y por impulso eche mi cuerpo hacia atrás, lo cual obviamente hacía que tuviese que caer. Cerré los ojos esperando el impacto, pero luego de unos segundos los abrí dándome cuenta de que estaba flotando, bueno no exactamente así, los brazos de Ayato habían logrado atrapar mi cintura, pero con eso incluido tambien venía su rostro sobre el mío, lo cual hizo que me ruborizada por completo.

-¡A-a-ayato!-Comencé a exclamar intentado hacerlo reaccionar pero sus ojos solo me miraban fijos, aquellos condenados ojos verdes me estaban matando, mi corazón estaba a mil por hora, y estaba segura de que ya habían pasado minutos, pero para nosotros eran tan solo un par de segundos que de una otra manera solo nosotros controlábamos.  Y por mucho que no lo quiera admitir deseo tenerlo mas cerca de lo que esta, se que esta mal, se que de alguna forma aun estoy con Ross y que esto sera serle infiel, y me duele, pero se que me dolerá mas a mi no hacer lo que estoy apunto de hacer.

Lentamente envolví mi brazos en su cuello y pude sentir como su piel se tensaba bajo mi tacto, pero sin poner resistencia alguna, poco a poco la distancia comenzó a desaparecer y nuestros labios comenzaron a rozar, y estoy segura de que en ese preciso momento sentí como todos los sentimientos volvían a mi en una cosa de segundos.

Nunca lo deje de querer, lo dañe demasiado y se que soy una persona de mierda por eso, pero aun así deseo tenerlo aquí conmigo, a mi lado, con sus bromas pesadas, imperfecciones y todo. Ayato es el único dueño de mi corazón y aunque intente fijarme en millones de chicos, mi sentimiento por el NUNCA desaparecerá.

-¿Estas segura?.-Susurro de una forma casi inaudible, y como respuesta simplemente apegue nuestros labios. Al comienzo tan solo fue un pequeño roce que comenzó a crecer a medida que la necesidad de tenerlo junto a mi crecía, el corrió mi cuerpo hacia el centro de la cama dejándome bajo el, pero sin separar nuestras bocas.

Una de sus manos que se apoderaban de mi cintura fue poco a poco acercando se a mi mano, y luego de unos cuantos segundos las entrelazamos y justo en aquel momento sus labios comenzaron a moverse de formal lenta y suave, lo cual me encantaba.

Podía sentir como su corazón latía con fuerza al igual que el mío, podía sentir cada parte de su cuerpo apegada a mi y sus labios apoderándose de mí boca era lo que mas me gustaba, sus dedos acariciando mis dedos, sus suspiros en mi cuello, realmente esto podría  hacerlo por toda la eternidad.

-Te quiero.-Me atreví a susurro contra sus labios.

-Yo te amo Yui.

Las Historias de la noche© #1 (Diabolik lovers)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora