Las Historias de la noche© #1 (Diabolik lovers)

Penultimo capitulo parte 2.

Aquel chico se fue luego de unos 10 minutos dejándome en el suelo inconsciente por un largo rato, o al menos eso creo.

Estuve muchos minutos sentada apreciando sólo la habitación, tenía heridas frescas y demasiada hambre como para moverme con facilidad, pero en el silencio puede descubrir una ventana y arrastrando mi cuerpo hacia el rincón en el que se encontraba pude darme cuenta que la altura no superaba los dos metros.

Tenía que saltar.

A la hora de intentar abrirla me sorprendió lo fácil que fue, asome un poco mi cabeza y a medida que pasaban los segundos la decepción crecía en mi. Quedaría sin fuerzas por un buen rato echada en el piso, y en el largo tiempo que pasaría antes de volver a moverme las oportunidades de que no me encontrarán serían muy poca.

Di un pequeño suspiro y cerré la ventana, como pude me arrastre a el lugar que estaba antes.

Cerré mis ojos por un rato hasta que escuche la puerta abrirse, rápidamente abrí los ojos y pude ver a una...¿Chica?

No aparentaba ser una de ellos, debía tener entre unos 25 y 30 años. Al verme rápidamente corrió hacia mi y se agachó, y de un pequeño bolso que traía sacó una cuantas vendas, vi como a un pequeño mantel le echaba unas cuantas gotas de un frasco extraño y empezó a refregarlo por mi cuello.

Dolía, dolía mucho.

No pude evitar gemir por el dolor, y ella al notarlo se detuvo y comenzó a secar con otro mantel, para luego envolver una de sus vendas por mi cuello.

-¿Q-quien eres?

-Soy Sarah.-Respondió rápidamente sonriéndo mientras limpiaba mi rostro.

-¿Por que me ayudas? Aquí todos han sido malos conmigo a excepción de ti.

-Te ayudaré a salir de aquí.-Susurro en mi oído, dejándome sin palabras.-Pero no podrás escapar si no estás en buen estado.

-¿A que te refieres?

-Creo que ya te diste cuenta de que hay una pequeña ventana en ese rincon ¿no?.-Asentí.-Debes lanzarle.

-Lo se.

-Mira, dentro de este bolso está la comida necesaria para una semana o más. Escondelo y come mientras ellos no estén, ellos quieren tu cuerpo muerto Yui, y yo no puedo permitir que le hagan eso a una chica tan joven como tú.

-P-pero.

-Escucha ahora esto depende de ti, tienes menos de una semana para huir o si no, será tu fin.

Me entrego el bolso y yo rápidamente lo escondí bajo un montón de mantas viejas.

Le debía una.