7. ¡Fantasma herido! ¡Fantasma herido!

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Abrí los ojos al oír aquella voz extraña, y rápidamente me incorporé para poder ver a aquel sujeto de extraños ojos de pie frente a mí. A causa del rápido movimiento, termine derramando mi café por todo el césped, causando la risa de aquel extraño.



Parecía estar oyendo música. Su risa era suave y rítmica. Evidentemente era la risa más hermosa que hubiera oído jamás, pero eso solo hizo que me asustara aún más. Ningún humano común podía reírse de esa manera, ni siquiera el ser más refinado sobre la tierra.



-No deberías tomar tanto café-bajé la mirada y vi a los chicos mirándolo con seriedad-la cafeína es mala para el cuerpo-no los había visto. Suspiré aliviada y me relaje un poco-discúlpame, creo que te he asustado



-un poco, sí. Es solo que por esta zona casi nadie viene, es muy solitaria



-ya veo porque decidiste venir-Einar bajo la mirada y sonrió- ¿puedo sentarme?-pero ni siquiera espero mi respuesta, solo se sentó y tomó uno de los vasos de café, exactamente el de Antoni



- ¿Qué te trae por aquí?-pregunté intentando sonar lo más relajada posible, aun cuando Antoni casi le arranca el vaso de las manos, de no ser por Frederick que lo detuvo



-estaba conociendo el pueblo-contestó con calma-pase por el parque y te vi viniendo para acá. Eres una de las pocas personas que conozco, y me gustaría conocerte más-una extraña sensación se instaló en mi cuerpo y me hizo apartar la mirada



- ¿Acaso cree que eres imbécil?-se quejó Nathaniel-no vayas a caer en su truquito barato de "quiero conocerte" o yo mismo te aventaré al foso negro llamado infierno



- ¿Y qué te parece?-dije ignorando por completo la amenaza de Nathaniel



-un lugar interesante, con mucha gente interesante-sus ojos se encontraron con los míos y sentí una horrible sensación de vacío



-vives en la vieja casa a las afueras del pueblo ¿cierto?-eso pareció sorprenderlo un poco-es la única casa disponible en el pueblo, además de que no he visto ningún camión de mudanza por aquí



-Tienes razón-sonreí mentalmente y me acomodé para oír lo que venía a continuación-mi familia consiguió la casa a un muy buen precio y para ser sincero me parece un lugar bastante atractivo, tiene muchas cualidades



-la casa es muy hermosa, siempre me ha parecido demasiado interesante



-Así que conoces la casa-asentí con calma y él sonrió- ¿viviste ahí?



- ¿Acaso te está coqueteando?-Antoni sonaba bastante molesto, cosa que en él era poco usual



- ¿En qué mundo eso es coquetear?-lo golpeó Nathaniel-le está sacando información idiota



-No, simplemente la conozco-moví la mano para restarle importancia y aproveche para intentar golpear a los chicos, pero no lo logré-conocí a la familia que vivió ahí-y me arrepentí de haberlo mencionado



- ¿Lo hiciste?-asentí levemente y vi como una sombra se posaba en sus ojos-creí que la familia Diamond no era muy sociable, o al menos eso dijo el sujeto que nos vendió la casa



Era extraña la forma en la que sus ojos viajaban por toda mi cara y vigilaban mis manos nerviosas. Einar parecía querer conseguir algo de mí y no creo que solo fuera curiosidad. Podía ver algo más en sus extraños ojos violetas. El chico no era alguien común, y las personas que no eran común causan problemas.



-Creo que deberíamos irnos, este sujeto parece que se te lanzará encima en cualquier momento-tragué saliva y lancé una mirada rápida a Frederick. De los tres, él era el que más atención le ponía a los extraños-vámonos antes de que se te escape algo más



Comencé a moverme en mi lugar y a abrazar más mi mochila intentando no parecer tan asustada como realmente me sentía. Todo iba tan bien, hasta que Einar se acercó.



-tus ojos me gustan mucho



Quedé estática al oírlo. Sus ojos miraban directamente los míos y podía sentir una extraña sensación de hormigueo en las manos. Einar se inclinó hacia mí y subió su mano hasta mi barbilla. Intenté retroceder pero era un caso perdido, él era extrañamente hipnotizaste.



-jamás había visto ojos de un negro tan profundo como los tuyos-su pulgar acarició mi parpado inferior con mucho cuidado dejando una extraña sensación de hormigueo en su lugar-son tan bellos como una noche sin luna, pero están llenos de temor...¿Qué puede estar asustando a la noche?



¿Qué podía estar asustándome? Todo. No había nada en el mundo que no me asustara, pero en especial, me asustaba la muerte. Todas esas almas vagando sin rumbo, sin poder dejar atrás sus problemas. No podía salir de casa porque me topaba con todas ellas. Vivía confinada a mi habitación para evitarlas.



-Cassie



Casi me voy de espaldas cuando lo oí llamarme como lo hacían mis padres. Nadie me decía Cassie, salvo los chicos, quienes se habían ganado el derecho a hacerlo, pero lo había dicho como si nos conociéramos de toda la vida. Me aparté de él pero su mano me tomó por la muñeca impidiéndome alejarme.



- ¡quítale las manos de encima!



- ¡Frederick no!



Pero era tarde. Frederick estaba sobre Einar lanzando golpes a diestra y siniestra. Si había algo que no debía dejar que Frederick hiciera, eso era pelear. El sujeto se poseía cuando comenzaba una pelea. Nadie podía pararlo, nada, salvo la muerte.



- ¡Frederick, ya basta!-intenté alejarlo de Einar, pero solo conseguí que me mandará lejos-chicos, ayúdenme



Nathaniel y Antoni aparecieron al instante y corrieron hacia el violento de Frederick. Los seguí y descubrí que Einar estaba casi intacto, sin embargo permanecía debajo del fantasma. Se estaba defendiendo, pero no conseguía herirlo por suerte.



-Frederick, detente



Y como por arte de magia, Frederick se detuvo. Bueno, no fue magia.



- ¡Demonios!-Frederick retrocedió con una herida en el antebrazo. Einar se levantó rápidamente y miró a mi amigo con seriedad- ¿Qué me hiciste idiota?-me acerqué corriendo hacia él y vi de que se trataba



Parecía ser una quemadura, pero era más que obvio que no había fuego. La marca de la mano de Einar estaba grabada en el antebrazo de Frederick y comenzaba a ponerse morado. Nadie nunca había conseguido lastimar a Frederick, ni siquiera podían defenderse de él. Lancé una mirada a Einar y lo encontré con el ceño fruncido y la mirada perdida en el pasto.



-lo lamento, no quise lastimarte...es solo-sus ojos violáceos miraron a Frederick y luego a mí. Lucia nervioso, su mirada bajo a sus manos, las cuales cerró en puños y dejó caer-tengo que irme


KENNINGAR: A las Sombra De Sus Alas #1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora