La música estaba a todo lo que daba. Habían chicos bailando y haciendo mucho escándalo. Entre ellos estaban Sasha y Keyler bailando muy juntos. De hecho muchos bailaban demasiado juntos. Por esa misma razón prefería quedarme a un lado disfrutando sanamente de la música mientras bebía un refresco.
Lo sé, lo sé. ¿Qué hago bebiendo refresco cuando todos están tomando cerveza, o vodka o esas cosas? Simple. En secundaria descubrí que si bebo alcohol las funciones de mi cerebro se relajan, lo que me hace más susceptible a que algún fantasma pueda tomar mi cuerpo. En resumen, alcohol igual a posesión.
Aquella vez estaba tan ebria que no podía ni mantenerme en pie, pero para mi suerte el fantasma era tan amable que todavía se tomó la molestia de preguntarme si podía dejarlo entrar a mi cuerpo. Nathaniel y Frederick saltaron como locos para evitar que Antoni me tocara. No recuerdo bien lo que paso, solo sé que desperté y Antoni me sonreía como amabilidad. Después de eso Nathaniel casi me hizo hacer un pacto de sangre afirmando que no bebería una gota de alcohol por el resto de mi vida.
--¿te diviertes?—me volví y encontré a Einar de pie junto a mí. Sus ojos violetas me miraron y una sonrisa se formó en su rostro—estas muy guapa
--ah…gracias—contesté con algo de nervios—tú también te ves bien
Y vaya que se veía bien. Llevaban unos simples vaqueros color negro algo roto y una camisa blanca con lunares azules. Su cabello, que por cierto era de un color negro muy muy oscuro se encontraba peinado hacia arriba contrastando con su piel. Una delgada cinta rodeaba su cuello y se ocultaba debajo de la tela de su camisa.
--si me sigues viendo vas a desgastarme—dijo con humor, fue cuando caí en la cuenta de que le estaba mirando el cuello
--lo siento, estaba viendo la cinta de tu collar—demonios, sentía todo el rostro caliente
--ah, esto—sus largos dedos atraparon la cinta que parecía ser cuero y dejo al descubierto unas alas de madera talla muy detalladamente— ¿te gusta?—llevé mi mano al dije sorprendida por el realismo de tal pieza
--es hermoso, me encantaría tener un dije igual de detallado—su sonrisa se hizo más grande y no pude evitar regresársela
--te puedo conseguir uno, si así lo quieres—alejé la vista del dije y me encontré con sus ojos. Dios, como podía ser tan guapo—otra vez estas mirándome—soltó divertido
--tú también me estas mirando
--y me gusta hacerlo—su sonrisa había cambiado. No lo estaba diciendo en broma
Me aparte un poco y di un sorbo a mi refresco.
--¿no bailas?
--no creo que se le pueda llamar bailar a eso—dije mirando una pareja que solo se untaban entre ellos—solo necesitan una cama y tendremos una película de Christian Grey
--es muy cierto, pero sirve para distraerse y divertirse—Einar comenzó a moverse de lado a lado siguiendo el ritmo de la canción
--bueno, al menos es divertido ver como no sigues el ritmo—dio otro sorbo a mi refresco y descubrí que ya se había terminado
--yo creo que bailas muy bien—ambos dirigimos la atención a la chica de melena castaña y rizada—creí que ya no vendrías—dijo Kaitlyn, una de las chicas populares de la escuela
Kaitlyn era una chica muy linda. Su piel tostada y sus ojos color verde eran el delirio de muchos. No era odiosa como algunas otras chicas menos lindas que ella eran, sin embargo había algo en su forma de ser que no podía soportar por mucho tiempo.
--llegué un poco tarde. Este lugar está algo lejos de mi casa—contestó Einar con diversión
--la próxima vez me asegurare de que la fogata se haga más cerca de tu casa—rodé los ojos cuando vi a la chica enrollar un mechón de cabello en su dedo índice—ah Casandra, hola ¿todo bien?—no oculte mi cara de desagrado solo porque no quise
--no, de hecho nada va bien—Kaitlyn me miró con más interés que antes—mi vaso está vacío, así que iré a buscar más refresco—mostré una falsa sonrisa mientras jugaba un mechón de cabello como ella había hecho—adiós
Pude oír la risa de Einar mientras me alejaba de su lado. Comenzaba a aburrirme por culpa de Sasha y su nuevo ligue. Al parecer Antoni tenía razón, no debí de haber venido. Tome otro refresco y lo bebí de dos tragos, no tenía ganas de llevar basura a la casa. Escribí un mensaje para Sasha diciéndole que me iría y me encamine de regreso al bosque.
Camine lento mientras desenredaba el cable de los audífonos, no quería aburrirme aún más, un poco de música me haría despertar. La melodía de radioactive de Imagine Dragons comenzó y casi de inmediato mis pies comenzaron a caminar con más entusiasmo.
Estaba tarareando Run de BTS cuando percibí un movimiento a mi izquierda. Me detuve y eche una miradita. A lo mejor era alguno de los chicos que había ido por más provisiones. Me encogí de hombros y seguí mi camino. Un tronco apareció en mi camino y sonreí de inmediato. Me encantaba caminar sobre las ramas o troncos caídos aunque a mamá nunca le pareció buena idea.
Coloqué un pie sobre el tronco y lo sentí moverse. No estaba firme. Con cuidado subí el otro pie y lo sentí moverse de nuevo. Comencé a avanzar con cuidado de no caerme mientras tarareaba mi canción favorita. Todo iba bien hasta que sentí algo moverse detrás de mí. Me detuve en seco y me volví pero no había nada. Vi algo caminar a lo lejos y comencé a sentir miedo. Esperaba que fuera algún idiota haciéndome una broma, no quería que fuera la mujer de anoche.
El tronco se sacudió cosa que me hizo soltar un grito. Salté del tronco y caí sobre un montón de hojas y piedras. Una flauta se oía a lo lejos y sentí pánico.
Ayúdenme
Me levanté lo más rápido que pude y comencé a correr lo más rápido posible. Necesitaba salir del bosque, debía llegar a casa donde al menos los chicos me cuidarían. Aquella melodía comenzaba a hacerse más fuerte y podía sentir algo acercarse por detrás. Cada vez más cerca. Y me tocó. Y grite.
--Casandra soy yo—oí a alguien gritar. Me descubrí los ojos con lentitud y lo primero que vi fue su camisa blanca con lunares—está bien, soy yo, no te haré nada
--¡¿Qué haces aquí?!—grité aun asustada— ¿porque estas siguiéndome?
--disculpa, no sabía que no podía acompañarte a un tranquilo paseo por el bosque—soltó con sarcasmo, cosa que me hizo enojar—no te vi en la mesa de los refrescos, así que le pregunte a unas chicas y me dijeron que te vieron internándote en el bosque así que vine
--¿y porque me estás buscando? Abandonarte con Kaitlyn no fue suficientemente claro—rodé los ojos y baje la mirada a mis piernas—la primera vez que me las pongo y se rompen—mis medias tenían algunos huequitos a causa de mi caída
--¿Qué te paso? ¿Por qué corrías?—preguntó intrigado. Lo mire con algo de enfado y suspire
--me pareció oír algo, creí que sería algún animal así que corrí para alejarme de él
--¿un animal?
-sí, un animal—respondí cortante mientras me limpiaba la tierra de las rodillas—pero solo eras tú a punto de matarme de un susto
--no pareces de las chicas que se asustan con facilidad
--ahora sabes que sí, ahora déjame tranquila—me di media vuelta y seguí mi camino. Camine con mucho cuidado de no tropezar de nuevo y deseando llegar a casa. Oí hojas removerse detrás mío—deja de seguirme—de verdad que ese chico comenzaba a molestarme. Una mano me sujeto del hombro--¡que me dejes en paz!
Alejé la mano de un golpe y me volví furiosa para gritarle en la cara que me tenía harta, pero en lugar de eso, me quede estática al ver a un hombre con el rostro lleno de ampollas y la quijada rota.
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KENNINGAR: A las Sombra De Sus Alas #1
Fantasi● Libro Uno ● Una extraña herencia. Dos cazadores. Una presa.