Capitulo 8: Suspiros

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Multimedia: Que lloro - Sin banderas

No es que Han conociera quién era Adrien pero tenía sus sospechas, recordaba verla escribiendo alguna vez una carta para el pero decidió darle privacidad y no leerla

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No es que Han conociera quién era Adrien pero tenía sus sospechas, recordaba verla escribiendo alguna vez una carta para el pero decidió darle privacidad y no leerla. Tenía que ser el, ese felino...

La voz de su amada tras el teléfono se quebró en un instante, todos sus sentimientos cayeron en un suspiro empendido. Adrien era rubio con ojos verdes tal como Chat, Chat había salido con Ladybug, Ladybug era Marinette, Marinette le escribió una carta a Adrien.

¿Debería seguir dudando?

Maldición. Tenía que ser ella, siempre tenía que ser ella ese dolor en su pecho, dolor por saber que jamás iba a poseerla, dolor provocado por la mirada ajena que siempre le mantenía esa joven. Era estupido, siempre había odiado a los malditos bohemios y ahora él era uno de esos.

Nunca me sentí tan solo
como cuando ayer
de pronto lo entendí
mientras callaba
la vida me dijo a gritos
que nunca te tuve y nunca te perdí

Mierda, el pecho le ardía. Qué horrible era amar sin ser amado. Tenía que hacer algo para no "perderla" pero si iba allá sabía que perdería la confianza que esa joven le tenía. Era mortífero mantenerte atado a un sitio para no perder el amor de alguien a quien tú adoras.

Si a eso se le podía llamar amor.

Mientras en París Marinette mantenía la mirada perdida sobre ese rubio. Este sin despegar su mirada la ayudo a levantarse. Una leve sonrisa se dibujó en su rostro.

Y ahora ella veía como él había cambiado, sus gestos más fuertes y sonrisa más resplandeciente, cuerpo que Apolo envidiaría de tan solo pensarlo. Su mano fuerte sostenía la de ella, ese agarre que ella adoraba sentir. Sus nudillos se sintieron extraños al no recibir el beso típico de ese joven.

-Marinette, eres tú.- inquirió alegre mientras se abrochaba la camisa nuevamente. -Normalmente me suele incomodar y molestar que una chica desabroche mi camisa sin permiso pero siendo tu, pues...- y sin poderlo evitar los ojos exploraron el cuerpo de la chica.

¿En serio esa era Marinette? Esta joven frente a él no le parecía la misma niña frágil, bonita y dulce, parecía más como... Una mujer, fuerte y mortíferamente bella.

No podía reaccionar, ni articular palabra al ver esos tiernos labios en su rostro. ¿Alguien ya los abría probado? Su cabellera ondulada decorando su clavícula ¿Qué pasaría si se acercaba un poco? Diablos, no... no... no... no podía contenerse, era como si algo lo estuviera atando a ella. No, eso no podía ser, el solo amaba a su Ladybug pero es que...

Por fin un fuerte ruido lo saco de trance. Gracias al cielo.

-Lo lamento Adrien. No era mi intención.- no era una voz débil, era imponente y sensible al contacto del aire. No pudo evitar sonreír con la dulce manera de ser de la chica.

Besos bajo cielo parisino //Ladynoir // TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora