Y sin duda ella ya había elegido a su chico ideal. Cansada del más reciente rechazo del modelo Adrien Agreste, Marinette decide darle una oportunidad a ese gato que siempre la elogió desde el momento que se conocieron.
Una tarde ella descubre que Ch...
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El rubio no se había despegado de la azabache en todo ese tiempo. Casi dos días, casi dos días en donde Marinette sabía que él había sacrificado sus tardes con su "Bichito" por ella, por estarla consolando.
Y aún seguía ahí llorando en su lecho, ni siquiera George se le había acercado más que el. Al enterarse de la noticia el mismo Adrien pidió ser el único junto con Marinette hasta que se aliviará del shock alejando a todos y llevándola a su casa.
Ni siquiera el mismo entendía porque sacrificaba su tiempo con su "amada" para estar con esa ojiazul que apenas acababa de reaparecer en su vida pero si algo si tenía en claro era que por alguna razón desconocida cuando estaba con su princesa -como le llamaba en los viejos tiempos- no necesitaba de nadie, ni siquiera de Ladybug. Era como si todo en el universo le indicara que ella debía ser la mujer a su lado.
Pero él no obedecería al universo, el amaba a su Ladybug.
¿O no?
Volteo a ver a la azabache que por fin después de horas de llanto había cesado y caído en un sueño profundo entre sus brazos. Dios, era tan.... Maravillosa, tan maravillosa como para que su semblante se viera destruida por tal catástrofe. Era en momentos como este en donde Adrien deseaba volver a ser su felino héroe que maullaba a su ventana y era el protector de sus secretos más profundos, quería volver a significar algo para ella además de un simple patán que se atrevió a rechazarla.
¿Por qué quería ser más? ¿Qué no se supone que amaba a su Lady?
Mierda, Ladybug era risas y alegrías, un corazón que lo impulsaba a dar todo de él; pero Marinette: no necesitaba palabras, ni miradas, con su simple cercanía se estaba volviendo loco de nuevo.
Ladybug era su amor verdadero.
Marinette era su deseo prohibido.
Quería tomar su lugar, ser el el que sintiera tanto dolor y sufrimiento y no ella. El podía seguir adelante con tal de verla sonreír, pero ella...
No, Marinette es fuerte ¿Por qué siempre caía en la tontería de que ella era débil? Marinette era una caja de sorpresas de la cual nunca sabías que esperar, era asombrosa a su manera, era sorprendente como nadie más, una energía vivaz pero etérea. Diablos, no podía estar en una peor situación, justo cuando su amor verdadero regresaba también aparecía su mayor perdición.
Estaba confundido, buscando un corazón el cual habitar. Quedando estático sin saber cuál era el mejor camino que tomar, temiendo equivocarse, dos amores que deseaba recuperar. Deseaba dejar esos fantasmas del pasado atrás y alimentarse del amor más puro, y ahí era cuando los peros aparecían.
¿Cómo saber quién era la indicada?
Pasó saliva confundido, quería aclararlo todo. Removió un poco su cuerpo y a pesar de la ligereza del movimiento la azabache se despertó. Verlo protegiéndola como un fiel guardián logró enamorarla más, termino de entender que el sería el único hombre que podía amar.
