Prefacio

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Ruedas, pasos, máquinas es todo lo que escucho

-¿Saben qué edad tiene?

-Junto a su cuerpo se encontró su  ID solo con su nombre y nada más, no hay padres ni nada que ayude a localizar a un familiar, tiene 18 años en unos meses 19.

-¿Nadie la ha reclamado?

-Nadie, pero hay un depósito anónimo cubriendo sus gastos

-¿La policía está al tanto?

-Se les ha informado, pero parece que alguien de más arriba controla todo. La investigación ha sido pausada.

-Nadie sobrevive a eso, nadie es capaz de vivir luego de una caída de 40 metros.

-Parece que ella sí

......

Abro lentamente los ojos y entre pestañear algunas veces, logro acostumbrarme a la luz. Mi cuerpo pesa, es casi imposible moverme.

Una joven enfermera entra al cuarto y al verme despierta empieza a llamar al doctor.

¿Qué pasa?

Al rato un hombre de bata ingresa a la habitación y empieza a chequearme.

-¿Puedes moverte? – niego

-¿Puedes hablar? – abro la boca, pero y apenas se escucha un murmullo

-Bien Alía, acabas de despertar de un coma de 1 año ¿Recuerdas lo que paso? – niego con la cabeza ¿Quién es Alía? ¿Un coma? ¿1 año? ¿Qué ha pasado?

-¿Sabes quién eres? – vuelvo a negar

-Bien necesito hacerte unos estudios. Creíamos que ya no despertarías jamás

.....

Y así fue pasando el tiempo, y entre terapia y terapia recuperaba cada vez mi voz, mi movilidad, pero mis recuerdos nunca volvían.

Me llevo cuatro meses más salir del hospital el cual por más de un año se había convertido en mi hogar. Mi cumpleaños número 20 lo celebré con ellos y ese recuerdo nunca lo olvidaría. Siempre que estaba ahí me preguntaba ¿Por qué nadie me visitaba, o se acordaba de mí?, lo único que sabía, era que alguien pagaba mis gastos y nada más.

Al principio acostumbrarme al mundo fue difícil y complicado, para mí todo era nuevo, desde el  usar un teléfono celular hasta prender una computadoras, pero de alguna manera mi cuerpo sabia como usarlos, así que con el tiempo ya lo dominaba  todo.....hasta ese día

-Camina

-¿Qué?- pregunto a la señora de la tienda, la cual solo me mira raro

-El lago

-¿Qué? – vuelvo a insistir, lo cual hace que todos en la tienda me miren raro

-Ellos no me ven, solo has lo que te digo Alía y ve al lago

-¿Quién eres?

-Si quieres saberlo, ve al lago

-¿Se encuentra bien? – pregunta un señor de edad

-Sí, lo lamento. Pensaba en voz alta

Salgo de la tienda y el miedo recorre mi ser.

-Deja de ser cobarde Alía y ve al maldito lago ¡Ahora!

Camino entre la gente y me adentro al bosque del pueblo, miro el lago y me acerco a él.

-Mira tú reflejo – habla nuevamente esa voz

Con temor levanto mi mirada y me veo reflejada en el lago.

-Cierra los ojos

-¿Para qué?

-¡Deja de ser débil Alía y cierra los malditos ojos! - lo hago -ábrelos

-Pero qué........No puede ser

-Eso eres Alía

Miro el reflejo en el agua y una loba color marrón me mira desde ahí

-Déjala salir

-No

-Déjala salir

-No

-¿Cómo quieras? Será más doloroso para ti

-¿Qué? ¡Ahhhhhh! – grito cuando mi cuerpo empieza a romperse y a crujir

.......

Los cuerpos de los excursionistas fueron hallados sin vida en las montañas de bosque. Se presume que el ataque de un oso fue el resultado de las muertes de los 4 jóvenes , las autoridades están haciendo las respectivas averiguaciones. Recomendamos a la comunidad mantener la calma y no salir a las montañas hasta nuevo aviso.

Atrapada en ti®Donde viven las historias. Descúbrelo ahora