Atrapada en ti®

Capítulo 10...Vuelve

-¿Pero qué.....- hablo cuando regreso a la realidad. Me admiro cuando miro a Talía ser la causante del dolor de mi cabeza, y la veo sostener una rama, con la que seguramente me ha golpeado.

-¿Alía? - me llama

-¿Qué? ¿Por qué lo hiciste?

-Ibas a matarlo - señala a Anton él cual me mira sorprendido.

-¡Suficiente. Nos vamos!

-¡Nunca! - lo reto

-¡No te pregunte malditasea! - me trepa en sus hombro y yo empiezo a patalear como loca. - Basta, solo te lastimas - me regaño

-Déjame. Maldito - me aferro al tronco de un árbol y me sostengo de ahí con todas mis fuerzas que incluso el cuerpo de Anton se sobresalta de la fuerza que ejerzo.

-¡Deja de hace eso!

-No me iré contigo

-Mierda Alía, deja de comportarte como una niña. ¡Entiende que me perteneces!

-¡Nunca ¡ - me ferro al troco más y más.

-Suficiente. Me harte - jala con tanta fuerza que siento como mis brazos son rasguñados por la madera y mi cuerpo se deprende como si nada.

-¡Ah. Maldito. Te odio. Te odio!

-Ese no es mi problema. Ahora vas a conocerme enojado Alía Jones, no tolero que nadie toque lo que es mío y tú tienes el perfume de ese humano por todo el cuerpo.

-Idiota....- susurro para mis adentros, pero es más que seguro que él lo escucho por lo que gruñe.

-¿Qué hago con la chica?

-No te atrevas a tocarla - gruño furiosa

-Es una humana

-Yo también lo soy - miento

-Ya sabes que hacer, sabe de nosotros.

-No te hagan nada - grito

-Me encargare de ello

-¡No. Talía. Talía! Suéltame.

-¡Basta Alía!

-No le hagas nada por favor - casi puedo sentir mis lágrimas y la mirada de Anton se suaviza

-Sabe demasiado.

-No la mates.

-¿Qué? No somos asesinos, Alía.

-Entonces ¿Qué harás con ella?

-Lo borraremos los recuerdos.

¡¿Qué?!, no es no puede pasar. Talía es mi amiga, es mi hermana. Ella ha sido la que me ha ayudado a lidiar con todos mis problemas.

>>¡No lo puedes hacer!

-Lo haré.

-¡No! Maldito. Eres lo peor de mi vida. Te odio te odio. Aléjate de mí.

Veo una mirada de temor en sus ojos y noto como la tristeza lo invade, pero aun así me mantengo firme.

-Nos vamos - agarra mi brazo

Regreso a ver mientras camina conmigo y Talía esta igual de sorprendida que yo, desde lejos lloro y ella igual. Me despido con la mirada esperando algún día volver a verla de nuevo.

Me suben a la camioneta a la fuerza y miro como tres carros más nos siguen en caravana. Me despido del pequeño pueblo en cual me ayudo a crecer en muchos sentidos y una lágrima se derrama en mi al recordar los buenos momentos que tuve aquí. Tomas, tal vez y en la otra vida podríamos salir de nuevo....

La mano de Anton agarra la mía y yo me suelto de su agarre de inmediato.

-Basta Alía, eres mi mujer

-Ojalá y nunca te hubiera conocido. Ojalá y pudiera rechazarte.

Sus ojos se agrandan, pero no de sorpresa, sino de tristeza. Suelta mi mano y mira a la ventana al igual que yo.