CAPÍTULO V HIJOS DE EVA

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Romanos, 5, 19: "Pues como, por la desobediencia de un solo hombre, muchos se constituyeron en pecadores, así también, por la obediencia de uno, muchos se constituirán en justos".

Francia año 2011

Me sentía algo mareado.
Mi mente no dejaba de pensar. El Padre Lothaire me había acomodado en una salita de la chapelle Casttale. Estábamos solos. Compartí con él los últimos acontecimientos que me habían acaecido.

- Porque si bien, es cierto que el mal existe, este no es generado por un arcángel caído y rencoroso, o algún otro ente cósmico malévolo, sino que el mal es generado por los propios humanos. Comentaba el anciano sacerdote, tomando algo de vino episcopal.

- Le diré Padre,  dijo Chifflet.  Tóme mis palabras, con sumo cuidado.

-¡Padre! Continúo... No es propio de un sacerdote, negar la palabra de Dios.
Son nuestros mimbres, el bien contra el mal. ¡El Angel Caido!

Las palabras del sacerdote Gabriel Chifflet, denotaban temor y miedo, un miedo infinito.. -¡Debe ayudarme! Padre se lo suplico. Siento  en derredor la mano del diablo, me susurra en sueños burlándose de mi.

- ¿Dios no está cerca de usted?
Le preguntó bondadosamente el Padre  Lothaire.

La voz del padre Lothaire llevaba la fuerza divina de la fe, de toda una vida eclesiástica. Alguna foto tenía de sus tiempos de misionero en Brasil y en África.

Me miraba ceñudo, su cara estaba marcada en la mejilla izquierda, era casi inapreciable. El pelo era abundante y lleno de canas, algunas mechas pelirrojas, vislumbraba sus tiempos más jovenes. Despeinado, descansaba en su frente algún mechón descontrolado,  eso le confería a su rostro una imagen  de hipie algo despistado.
Sus ojos tristes de color marrón, desvelaban el vagaje de este misionero, el mundo que había vivido, le había concedido ver la tristeza y la ruindad.

Mas allá, crei distinguir, las figuras de un Chelo y un Viola, parecían abandonadas en un mueble de madera antiguo, que debía de crujir en las noches más oscuras. Acompañaban a los instrumentos una serie de libros, que parecían no llevar ningún orden, de una antigua enciclopedia, pudieran ser del Antiguo Testamento.

La Sala, mostraba alguna copia de los pintores impresionistas más coloridos. Monet ocupaba un puesto presidencial.

Toda esa atmósfera, hacia sensible, al sentimiento más aparcado de cualquier alma. Todo allí, era latente, tenía  vida propia.

Lothaire amaba a Jesús por encima de todo. lo presentía en esa Capilla en cada  rincón, guardaba la màgia de la que os hablo. También sabia que me entendía en más profundidad lo que yo, le estaba contando.

- Lothaire alzo la voz.

Yo se lo declaro: el mal es la energía que no está en su lugar y es por eso que hace daño. Pero si pones esa energía en el lugar que le corresponde, entonces tienes en tus manos la felicidad eterna, porque el mal ya no existirá. Asegúrate sólo de hacer eso y todas las enfermedades, todas las desdichas y todas las desgracias cesarán.

- Padre, yo también he estudiado el (Libro La Respuesta del ángel, dialogo 29 con Gitta). Y mi angustia, persiste.
Lo que le digo es......¡¡REAL!!

-Quiere hablar conmigo! Ese ser. ¡Señor, Oh Señor, dame fuerzas, te lo suplico.

Me pide esa aberración, hacer un trato inhumano, o se lo llevará..... Se lo llevará.
¿A quien? Me pregunto. ¡Dios mio! a quien quiere  llevarse este monstruo.

- Lutheur, Volvió a preguntar.

¿Dios no está con Usted?

Lutheur, se levantó sin esperar respuesta.
Cogió con suavidad el viejo Chelo, que a mi, no me paso inadvertido, bebió su copa de un trago e hizo un gesto para que me la bebiera yo.

Afinó durante unos segundo las cuerdas del instrumento. El silencio de después fue interminable.
Al pronto empezó a tocar.

Reconocí la pieza, era sublime, ni el mejor Chelista del mundo podría interpretar así una melodía.

El Preludio de la primera Suit de Bach, sonaba tan dentro de mi que
me eleve en cuerpo y alma.

Una vez acabada la interpretación Lothaire se me acercó.

- Siempre le ayudará Chifflet, me susurró en el oído, da igual la forma en que creas verle, pero te reconfortará como la sonrisa de un niño o una melodia. No pierda nunca el amor a Dios. ¡Nunca! Nos ama por encima de todas las cosas. Somos HIJOS DE EVA, todos y cada uno de nosotros. Lothaire aseveró

¡ DIOS ESTÁ  CON SU HIJO GABRIEl!

- Por cierto, venga mañana temprano, quisiera que hiciera algo por mi.

-Me levanté de mi asiento, me dieron ganas de besarle. Era una gran persona espiritualmente puro. Parecia, que le conocia de toda una vida. ¡Ojalá!, yo pudiera parecerme más a él.

- Padre le dije, gracias mi tormento ha desaparecido. Mi fe, se ha renovado.
Estaré pronto, y es un placer poder ayudarle.

- Arrodillese hijo, yo le bendigo.

In nomine Patris et Filii et Spiritus Sancti, Amen

.....

Había atardecido. ¿Cuantas horas me pasé  en la Chapelle Castrale.
charlando con el anciano padre?
Me acerqué a la parada del Bus. La más próxima estaba en la Gran Rue.

Esa esplendorosa calle, me recordó parte  del sueño espeluznante que tuve en la capilla.
Sacudi la cabeza con fuerza, como si quisiera vaciar mis peores pensamientos.

Una vez cogido el Autobús su última parada de dejo a unos minutos de  la ciudadela medieval, que situaba en uno de sus entrantes de la cumbre turística, a mi pequeño Renault Megane. Me esperaba a la noble sombra de los árboles que bañan   las montañas des Alpilles.
-Mañana será  un gran día para los justos. Un gran día repetí.

Respire hondo.

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