Francia hace cinco años.
En mi cabeza, una y otra vez, se recreaba el Preludio de Bach, la sutileza de las notas me seguían suspendiendo en otra dimensión, desdibujandoseme la realidad, elevandome en profunda comunión, meciendome en sus compases. Alma con alma. La de mi cómplice Padre Louthaire.
Ese día dormí tranquilamente. Nada podía despertarme. Nadie podría volver distraer mi fe.
Deseaba poder ayudar al anciano Cura, que tanta paz me dio ese día tan tormentoso.
.....Ofrecí a los feligreses, el Santo oficio a las 8:00 A.M.,en Saint Vicent. con los hábitos marché a toda prisa al encuentro de Lothaire, deseaba ayudarle en su misa, que empezaria, en hora y media, y estar, cerca de él para seguir escuchando su vida, en clave de do. Me sentía honrado por ayudarle en el Santo oficio. Más tarde, si al anciano no le importaba, cuidaria su jardín, el cual estaba mal cuidado y algo cochambroso, y a mi me distraeria.
Estaba eufórico.
Aparqué mi coche.
Me agarré los faldones y empecé a correr hacia la Chapelle Castralle.Abrí la portezuela del jardín, me pareció ver que estaba cuidado, estaba bastante cuidado, demasiado cuidado. El césped parecía recién cortado el olor a su hierba, me envolvía. Algunos árboles frutales, se levantaban frente a mi. Las flores primaverales adornandaban los ventanales de la Chapelle.
Miré la hora, aún me sobraban unos minutos. Estaba en tiempo.Me volví a encontrar, con el mendigo de ayer.
- Buenos dias padre
- ¡Hola! ¿Va a entrar a misa? Le pregunté.
- ¡No! ¿Debería?
_ Ignore su pregunta. ¡Sigue en pie lo que ayer le propuse!. Mesa, cama y ropa limpia.
-¡Quizás un trago! Si, de ese que esta bendecido. y en un Cáliz estaria bastante mejor, ¿ No creé Padre?.
Se tapo la boca de repente, para no dejar salir ninguna carcajada.¡No Quiero nada, o, ¿tal vez si? De momento, no lo quiero todo Padre!, le dijo sin dejar de reír.
Pero si, si es posible ¿una camisa y un pantalón, para cubrir mi descuidado cuerpo?Le mire, y le dije, - sólo una condición, que tenga un rato conmigo, detrás de un buen café o un caldo.
-¡ Hablemos pues!! me contestó con voz queda.
Entré en la Capilla. Moje mis dedos con agua bendita y me santigue. Aún estaban entrando los feligreses.
Rodeé el confesionario, y busqué, hasta que encontré la puerta, donde podría encontrarme con Lothaire.Estaba de espaldas a mi. Terminandose de vestir, se colocó un crucifijo por el cuello. Se giró.
Al darse la vuelta, vi que el sacerdote que tenía delante a escasos 3 metros, era un joven de 25 años. Me miró, y confundido, me dijo....
-Padre, ¿se ha despistado, a quien busca?- Al padre Louthaire.
Me dijo ayer, que viniera pronto a ayudarle.
Creí que le podria ayudar a oficiar esta misa.
.....Yo soy Fabrice. ¿Al Padre Louthaire? Dijo el joven preguntandome. Imposible Padre, No puede ser.
- ¿No está? Respondí incrédulo, pero si me dijo.....No sé, ¿que le habrá podido pasar?
¿Se puso enfermo..?
No me pareció que estuviera mal. Estuvimos charlando un buen rato. Tocó el Violonchelo, y.... verá está ahí.
Quise señalarle donde estaba el intrumento.
Pero descubrí que en la estancia no estaba, no lo veía en su rincón, ni en ningún otro sitio. Sólo la viola, expuesta la pared.Las fotos se habían cambiado por otras muy actuales, pero sin alma. No decían nada de ese lugar o de las personas que alli viven.
El joven, me miraba de manera insólita.
- Por favor, ¡lo que me dice no tiene sentido!
Disculpame Padre, pero debo dar misa.
Abrió la puerta me hizo un gesto gentil y salí.Me Senté en uno de los bancos más cercanos, recé, y esperé a que terminara y recobrar la conversación con el joven Fabrice.
......La puerta entreabierta, me obligaba a levantarme, y entrar de nuevo a la estancia.
¿Que había pasado? La frialdad de la misma me dejaba inerte. Desapareció la pasión, diría que jamas hubo sentimiento alguno.
¿Que había pasado en tan sólo unas pocas horas?En uno de los cajones del mueble colonial, algo me llamo la atención. Estaba mal cerrado, asomaba algo parecido a un recorte de papel.
Lo abrí con cuidado de no hacer ruido.Se oia el murmullo de la eucaristia. Ahí estaba, era la prueba de que el padre Lothaire, existía y figuraba en uno de sus retratos, con la misma tristeza en sus ojos marrones, tal como yo recordaba.
Parecia forzar el gesto con una sonrisa forzada, su brazo izquierdo descansaba suave, en los hombros de un pequeño niño indio.El niño le miraba, como le miré yo, cuando le conoci. Con inmensa admiración.
- Ejem, ¡¡Escuché!!
Alce los ojos, y vi al joven cura mirándome.
- Este es el Padre, le dije al joven cura, como si me lo hubiera preguntado.
- Se, quien es perfectamente el Padre Louthaire, me dijo con un tono de voz inadecuado.
- ¡Murió! En el año 1965. Fué un gran fundador de algunas capillas menores de la Provenza.
........Esta enterrado aquí. En nuestro cementerio . Fué un buen hombre, y un católico ejemplar. Hasta que...
- ¡¡Hasta que!! ¿hasta que, qué.?
- Nada, leyendas urbanas que pasan de padres a hijos comentaba el joven.
- Que leyendas? Pregunté- Murió de un infarto. Se le conocia porque se le relacionaba con brujería, los lugareños de la Provenza le conocian bien.
Era muy querido, el cura que querían tener.
Decían las personas más cercanas a él, que convocaba a los demonios para exterminarlos. Y hacia viajes astrales. Su máxima, los exorcismos.
Ya sabe Padre, algo normal por aqui.
-le guiño un ojo.
En la cara lucía un arañazo, de una mujer que decia tener al demonio dentro. En la pelea, le dejo ese pequeño recuerdo.
-Pero, entonces ¿quien era la persona que ayer me despertó, me atendió y me tocó el Chelo?
Hablamos de Dios. Era él, tenía en la cara ese arañazo imperceptible, pero, yo se los vi. Era él.- Lo siento señor, yo oficio aqui desde hace poco, tan solo unos meses, pero el Sacerdote anterior a mi, no era el Padre Lothaire.
Le dejaré un rato para que se tranquilice, está claro que no ha debido de tener un buen dia amigo. Venga por aqui cuando quiera Padre, siempre sera bien recibido.
El joven cura cerro la puerta tras de si.
Volví al cajón, donde había encontrado su fotografia. lo termine de abrir, y lo registré quería ver si había algo más.
Algo que me confirmará que no estaba alucinando, que no estaba loco, que era real.
¡Así era! Un sobre cerrado amarillento por los años y con un destinatario.
A la atención:
Padre. Gabriel Chifflet.
Iglesia de Saint Vicent.
Les Baux
La Provenza.
......
Pd " hoc est mihi"Pd " Hàgalo por mi"