Capítulo XII ¡GÀRGOLAS!

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Francia, en la actualidad.

Salí despacio "del corredor de la muerte' o eso es lo que me parecía, sólo olía a muerte y carne putrefacta.

Quede exhausto, tanto el bien como el mal se evaporaron. No se si en un beso mortal, o en una balanza que se dedica a equilibrar el espacio, a mi no me importaba demasiado.

Sólo quedaba el reflejo de lo que allí pasó, el despojo de Motier.
Este, estaba a un lado de la celda, había sido movido del sitio, seguramente por el furor de las ratas en su voracidad.
Ya no chillaban de hambre, su festín fue terrorífico, que paradoja, un preso con licencia para todo, un elitista de mierda, que se creía por encima de todo, devorado por unos roedores con hambre. ¡¡Triste!!

Desande, los pasos que horas antes, fueron acompañados por la comitiva.
Una comitiva que me llenaba de elogios y alcohol, ahora estaba sólo, con miedo y desahuciado .

Termine llegando a mi celda, nunca pensé, que un sitio tan asqueroso como ese, donde desee mil y una vez morir, más que vivir ahí, lo viera como si fuera mi hogar, un salvavidas, en mitad de un oceano virulento.

La celda, estaba entreabierta. Me llamo la atención, pese a que a esas horas, los presos no estuvieran en ellas.

Son horas de recogimiento de tareas específicas, trabajos carcelarios solo quedaba la espera de la insulsa cena.
Las 9 de la noche, imaginé que después de todo, los presos estarían
"algunos" celebrando su apuesta.
Que el  "cerdo" de Ron, les habia excusado a todos de unas horas y sumarselas, a su asueto diario.

Tampoco me importó demasiado, las literas de arriba y de enmedio, estaban ocupadas, los bultos que intuia debajo de una manta roida. Eran los nuevos inquilinos, seguramente estarian haciendo tiempo.

Imaginé que a esas alturas ya habían sido sustituidos mis traicioneros compañeros, asesinados.

Pense, que eso era lo mínimo que les podía pasar, que "les den por culo" pensé, con la mayor de las alegrias.

Me relaje, mi mente se quedó en  blanco.
Respiré a fondo un par de veces.

Me tumbé...

Los huesos agradecieron esos minutos de paz.

Descanse......

No importaba nada lo que me había acontecido. Ni siquiera estaba arrepentido de nada de lo que habia hecho.
Merecía ese rato, no lo hubiera cambiado por nada ni por nadie, ¡¡POR NADIE!!

Ya, nada me exaltada, mi vida valía bien poco. Era un ratoncillo en una jaula que corria sin fin en un cilindro, agotandose en su carrera, porque no había recompensa al esfuerzo.

No había un Dios que me dijera: -Hijo esto es lo que esperaba de ti, eres mi digno de mi, y por ello te amo.

¡¡Que frustado estaba!!

Cuando eataba a punto de quedarme dormido, note como mi camareta empezaban a fluctuar personas de unas celdas y otras, iban en sigilo. Me daban la mano, me hacían gestos de aprobación incluso alguno me abrazó, parecía una despedida y a la vez un reconocimiento.

¿ Que significaba esto? Había cruzado la línea, además esto si que era estar a la altura por los peores infieles.

¿Me encantó? SI. Muuuucho!!!

Se fueron yendo....

Al poco entró Chacal. Hizo un gesto y los acompañantes de habitación, se marcharon.

Entendieron, que era un momento de inmortalizar los actos que habían sucedido.

Chacal, le miro y no titubeo, ni un segundo.

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