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Jimin.

Zephyra y yo nos encontrábamos dentro de una burbuja en la que solo existíamos nosotros dos. Tal vez el hecho de que vayamos a convivir más tiempo juntos me haría más difícil mantener el control, me daba un poco de miedo llevar estos juegos con ella pero al parecer, a Zephyra no le importaba, parecía disfrutarlo sin preocupaciones.

No voy a decir "no me quiero enamorar, solo quiero ligar", no. Me gustaría enamorarme, pero no quiero amar a alguien en tan poco tiempo sin conocer de verdad a esa persona, no quiero repetir mi historia con Hye Lee. Pensar estar enamorado de una persona y luego darme cuenta de que resulta ser otra. Patética, hipócrita, interesada y sobre todo es malditamente hermosa. Aún la quería porque ella casi me lleva a la locura, pero la decepción era inmensa. Una vez supo que mi madre y mi padre dejaron de beneficiarme por seguir mis sueños ella empezó a amenazarme con dejarme y eso hizo. No obstante, en menos de un año ya se había conseguido a otra persona, fue cuando finalmente rompió la esperanza de que algún día volveríamos a ser algo. Desde entonces, tengo dos años sin tener una novia de verdad. Salgo con chicas, ligo, no exageradamente pero lo he hecho varias veces. Sé en qué se diferencia cada relación que puedas tener con una mujer pero no sé cómo llamarle a ésto.

Me gusta o me atrae, somos amigos o amigos con derecho, o en el proceso de iniciar algún ligue o...
La verdad es que no tengo idea pero quería ver en qué paraba esta pequeña locura.

En unos segundos y con agilidad, la llevé a sentar a mi escritorio y seguimos con la sesión de besos. Sus labios eran cálidos y resecos, y los míos tal vez fríos y suaves. Sus manos solo viajaban de mi nunca a mis brazos, las mías estaban estáticas en su cintura. Nos quedamos helados por un momento debido a la falta de aire y aunque ella estaba cabizbaja pude ver la sonrisa traviesa que había tirado de sus labios. Besé el lóbulo de su oreja y se estremeció.

–No hagas eso –susurró aún con la sonrisa en sus labios. Besé su mejilla porque no pude evitarlo.

–Me resulta inevitable –seguí con los besos en la mejilla, ella giró su cara y volvió a unir nuestros labios. No me quejaba absolutamente de nada.
Nada parecía ser turbio, hasta que sentí como nuestros labios fueron envueltos por gotas saladas que robadan por sus mejillas. Estaba llorando, empecé a escuchar sus sollozos. Tomé su cara entre mis manos y no dejó que hiciera algún contacto visual con ella, escondió su rostro en mi pecho y yo me empecé a desesperar.

–Zephyra, ¿por qué estás llorando?

No contestaba, seguía sollozando.

–Zephyra, dime si esto te hace sentir incómoda y ya, no me molestaré. Pero no llores, lo siento mucho.

–No es que nos hayamos besado –susurró con pequeños hipos.

–Entonces dime qué te pasa.

Tomó tres respiros profundos y limpió sus mejillas.

–Es solo que a veces pretendo que he superado todo de Rae y de mi papá pero no lo he hecho. Disculpa por el momento tan incómodo, me llegó a la mente de repente y me distrajo por completo. Lo siento mucho.

–No lo sientas, todo está bien. Estoy en las mismas, pero al parecer lo llevo un poco mejor que tú. Eres tan fuerte y tan frágil a la vez, pequeña.

–Es lo que parece –ladeó una sonrisa débil. La quiero proteger.
Justo cuando iba a envolverla en mis brazos, llamaron a la puerta. Bufé y fui a abrir la puerta. Era una de las secretarias.

–Disculpa, Jimin. Tienes una reunión con Maybelline en 10 minutos, vine a recordártelo.

–Gracias, estaré allí –y cuando dije esto, Zephyra salió como una bala de mi oficina.

perfume || park jimin [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora