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Zephyra.

Mis ojos se volvieron platos cuando vi España debajo de nosotros. Tal vez hice mi trabajo de iluminación acerca de lo fantástico que sería conocer España. No puedo con tanto, además he dormido una eternidad lo que significa que tengo mucha energía que gastar.

Claro, después de nuestro segundo reto y la sesión de fotos a Pamela. A pesar de que Xiomara solo durará un día más en Brasil, yo ya la extraño.

Cuando el avión aterrizó, Tamara empezó a chillar de la emoción y yo solo sonreía. En ese instante, mi celular vibró, era un mensaje de texto de Jimin.

Jimin: ojalá fuera yo el que te provoque esa sonrisa.

¿En serio?

Yo: lástima que el tiempo que te tomarías en hacerme sonreír lo pierdes siendo un idiota.

¿Que si hemos hablado después de que me vio con Jinyoung? Bueno, si no nos habíamos hablado bien antes del suceso, ahora mucho menos. Él se molestó mucho pero no me importaba porque él era el que había empezado a ignorarme por estar con... Hye Lee. Quería arrancarle la cabeza a esa chica, honestamente.

•••
–¿Y tú qué? –le pregunté de mal humor. Sus ojos divagaron entre Jinyoung y yo. No dejaba de fruncir el ceño. Sentía mis labios latir debido al beso.

–Me gustaría saber cuál es el problema, estabas del otro lado de la piscina y parece que volaste hasta aquí. –Jinyoung le dijo, lo que hizo que Jimin se molestara aún más. –Entonces, ¿cuál es el problema, Jimin?

–Que nadie tiene que notar lo que ustedes hagan, dejen de querer llamar la atención –espetó. Me miró de arriba a abajo y se marchó. Jinyoung me miraba con un signo de interrogación en su cara y yo solo levantaba los hombros como si no supiera nada. Pero yo sí sabía lo que pasaba.

¿No que no era tu novio?

••••

–¡Bienvenidos a Barcelona! –Gritó Pamela, la modelo española.

Cuando iba avanzando en el pasillo del avión, sentí un apretón en el brazo que me hizo detener. Adivinen el personaje: Jimin, otra vez.

–¿Cómo quieres que trate de hacerte sonreír si parece que me odias? –sentí mi piel erizar cuando habló justo en el lóbulo de mi oreja. Tranquila Zephyra, sé fuerte.

–No te odio –seguí de espaldas a él. –Por lo menos no te ignoro cómo lo empezaste a hacer tú.

–¿De qué hablas? Cuando te fui a hablar antes de empezar la sesión, me hablaste como si quisieras matarme. ¿Cuál es tu explicación a eso?

Entonces pensé: me hirvió la sangre verlo de risa y risa con Hye Lee. Él no podía saber eso.

–La verdad, ninguna. Estaba de mal humor, punto. –Suspiró hondo y me giró para quedar frente a él.

–¿Algo más?

Mi bomba estaba a punto de explotar.

–¡CLARO QUE ALGO MÁS! –le grité vuelta un caos, luego miré a mi alrededor asegurándome de que no haya mucha gente. –Tú al parecer ya estás vuelto un lío con Hye Lee, ooootra vez.

–Ay mi pequeña, estaba esperando a que me comieras a gritos por eso –sonrió suspirando. Me molestó más.

–¿Te parece divertido? Recordando que tú eres el que quería que esto fluyera, pero tampoco soy una estúpida que estaré cuando quieras. Vete al demonio.

perfume || park jimin [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora