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Zephyra.

Jimin y yo nos levantamos de golpe cuando sentimos que tocaban la puerta de la habitación insistentemente. Gruñó estrujando su cara.

  —Voy a matar a Jungkook —dijo parándose molesto. —¿Jungkook, eres tú mocoso?

—¡He vuelto! —ese chillido. Esa estúpida voz aguda. Quise hacer un ritual para hacerla desaparecer pero sabía que ni eso sería posible. Jimin me miró desesperado.

  —Ve al baño mientras está aquí —susurró tomando nuestras ropas del suelo. Se puso la bata de baño en menos de un segundo y antes de cerrar la puerta del baño me entregó mi celular. —¡Ya voy!

Escuché sus tacones resonar sobre la madera pero no había dicho ni una palabra. Me estaba matando la curiosidad. Me acerqué un poco más a la puerta para escuchar con claridad lo que fuera a decir.

—¿Crees que soy estúpida? —escupió de repente.

—No lo creo, lo eres —¡Ese es mi Jiminie!

—No seas payaso, no te queda. ¿Por qué crees que he vuelto de un día para otro, idiota?

—¿Por qué? ¿No te soportaron en Corea del Norte?

—Te he dicho que dejes tus payasadas. Sé que estuviste con Zephyra todo el día —joder.

—Ah, ¿ahora tengo una cámara oculta siguiéndome?

—¿Crees que estoy contigo porque te quiero? ¿Crees que es un maldito capricho el querer ser tu esposa? Me vales una mierda, Jimin, si no fuera por esta candidatura que tanto me importa no estaría siguiéndote como una estúpida.

¡Vaya! ¿Pero qué tenemos aquí? Por fin sacando los trapitos que necesitaban un poco de sol. Me temo a que grabaré esto porque siento que lo necesitaré.

—Entonces, si no te importo, ¿por qué me sigues?

—¡Por mi reputación, idiota! ¡Por la de tu familia! ¿No te pasa por la cabeza el caos que provocaría que me estés engañando con otra mujer? No dejaré que lo arruines, llegaré a ese puesto a las buenas o a las malas.

—¿Crees tú que me importa ese senado y el grupo de idiotas que lo conforman incluyéndote ahora? Es una lástima que tan joven y bonita seas tan ambiciosa y criminal.

—¡No te importa el senado pero te importa la vida de tu madre y de tu padre!

¿Qué? Wow, esto no me lo esperaba.

—El único que me importa es mi hermano, ¿lo entiendes? Y si hago esto es porque no quiero provocar nada que le haga mal. ¿Por qué demonios quieres ese puesto si ya ganas lo suficiente como para vivir totalmente bien siendo modelo?

—Nada es suficiente, grábate eso en la cabeza. Piénsalo dos veces antes de provocar que pierda la cabeza y le de luz verde a mi padre de que acabe con la vida de tu madre. No me tientes, Jimin, no lo pensaré dos veces para matarla sin necesidad de que ese cáncer la mate antes de que nosotros lo hagamos.

—Eres una maldita desgraciada, la ambición acabará con tu vida.

—No me arrepiento de nada, lo disfruto bastante.

—Luego llorarás en el infierno.

—Allí me veré con mis suegros.

Sus tacones volvieron a resonar cada vez más lejos. No podía cerrar la boca del asombro debido a la conversación. ¿Lo mejor de todo? Lo tengo todo en un audio. Haré que esa puta pague por todo esto.

Escuché a Jimin gruñir y salí rápidamente a abrazarlo. Estaba envuelta en una sábana y él seguía con la bata de baño. Ahora lo entendía todo.

  —Jimin...

—Ni una palabra de esto, Zephyra —aquí vamos otra vez.

—No puedes pretender que esté calmada con todo esto, ¿o sí? ¡Con razón has estado tan callado con esto de la boda! Quiero arrancarle la cabeza a esa perra insensible, ¿sabes?

—No podemos hacer nada, no por ahora.

—Habla con la policía.

—¿Con qué pruebas? Eso podría averiguarlo, me estuvo siguiendo joder.

—Yo... —casi se me escapaba decirle que tenía una evidencia, pero luego pensé en que él podía pedirme que no hiciera nada —debiste contarme. No estaría tan confundida. Esto es peor de lo que me imaginé, es una crueldad Jimin. Te casarás con una criminal.

—Lo sé, pero he pensado que después de un año o dos que ella tenga en el senado me podría divorciar de ella.

—¡¿Un puto año?! ¡¿Dos?! Eso es demasiado.

—Es lo suficiente —se alejó de mí para buscar una ropa en el pequeño armario de la habitación —a lo mejor no se querrá despegar de mí en todo el día, creo que almorzaré con ella. Te dejaré una tarjeta de la habitación porque saldré antes.

—De acuerdo —susurré angustiada nuevamente, él se acercó a mí.

—Gracias por la noche más bonita que he tenido —besó mis labios por pequeños segundos y luego se fue a preparar.

Mi cabeza estaba empezando a maquinar.








Habían pasado 5 días desde la última vez que estuve con Jimin. He salido con mis amigos a divertirme, sin él, pero ya un poco más animada porque sabía que pronto esta pesadilla acabaría. Hye Lee cada día despertaba con el juicio más reducido. Tenía en mente un plan que acabaría con ella y sus padres. Lo primero que debía hacer era provocar que Hye Lee dijera algo más para tener una evidencia extra. Mientras sobre, mejor.

No le había devuelto la tarjeta de acceso a Jimin de su habitación. Ella había estado durmiendo con él desde que se enteró que estuvimos juntos; me moría por dentro porque no soportaba la idea de que durmiera a su lado. La quiero 5 metros lejos de él, pero bajo tierra.

Solange había conversado en la mañana mientras iba a desayunar con Jungkook, buscando que le dijera a qué hora saldrían él y Hye Lee del hotel. Luego de las 2 P.M. estarían de camino a casa de la madre de Hye Lee.

A esa hora yo entraba en acción.

Tomé un bolígrafo, un labial rojo, una pequeña grabadora que me había conseguido Hoseok y mi frasco de ''Can Can'', mi perfume favorito. Revisé bien el pasillo con la mirada y aproveché que nadie cruzaba por allí, introduje la tarjeta en la puerta de la habitación de Jimin y cerré con cuidado.

Esto será tan divertido.

perfume || park jimin [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora