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Zephyra

Luego de cenar, Jimin y yo volvimos a entablar una conversación. Casi nunca nos quedábamos en silencio, de repente a uno de los dos se le ocurría comentar o preguntar algo. Las personas así hacían que me sintiera en confianza rápido, porque me gustaba conversar, pero no se me daba muy bien eso de inducir cualquier tema con cualquiera, nunca se sabe cómo otra persona respondería a ciertas cosas, y lo mejor es evitar incomodidades con un extraño. 

–¿Es muy buena la gente con la que trabajas? –pregunté. Muchas veces la gente hace lo que les gusta, pero no siempre se sienten cómodas con el entorno en el que se encuentran. Ese tipo de cosas hace que el espacio en el que soñabas estar, se convierta más bien en una tortura.

–Sí, la mayoría es gente de mi edad. Además pagan más que suficiente, aparte de los trabajitos que van apareciendo en el camino. Ya sabes, amigos que me recomiendan con otras personas –sonrió con satisfacción. Me sentí curiosa como siempre, ¿qué lo había traído por aquí? 

–Es bueno saber que estás a gusto, muy importante, en realidad. Pero, ¿qué haces tan lejos de tu país? ¿Viniste a Estados Unidos solo?

–Sí, he venido solo, ya tengo 2 años aquí. No es que sea mucho tiempo, pero ya establecí mi vida aquí y me gusta. Debo mencionar que he llegado hasta aquí con el apoyo de mi abuelo. Él fue quien me ayudó a terminar la carrera y a que buscara la forma de aprender el idioma anglosajón. Siempre fue él, ayudándome a cumplir mis sueños. 

–Un abuelo que te adora, ya veo. Dios, soy tan entrometida o no sé si debería decir curiosa, de verdad disculpa por ser tan metiche –reí apenada pero él me miró como si no importara. –¿Por qué siempre fue tu abuelo? ¿Qué de tus padres? 

–Pensé que íbamos a hablar de todas estas cosas más adelante pero ya qué, curiosa –sentí el calor subir a mis mejillas y él solo rió levemente. – Verás, siempre les llevé la contraria en todo. Mi papá quería obligarme a que fuera un político como él, pero la política no es algo que me apasione. Al igual que mi madre, ella también quería meterme en ese mundo de política y negocios, que hiciera al menos una carrera basada en esas cosas, pero e siempre me he encontrado todo eso tan aburrido. Trataron de meterme sus ideas locas en la cabeza por mucho tiempo, incluso querían que yo me casara con alguien que tuviera mucha ''importancia'' en ese mundo, pero me negué. Por suerte, mi abuelo es justo como yo. Él sabía que ese no era mi mundo y tanto como yo nunca lo hice, él nunca me vio metido en ese mundo –suspiró. –Me ofreció "cuidar" su apartamento como excusa aunque en el fondo yo sabía que lo estaba haciendo para convencerme de que viniera sin miedo, mis padres dijeron que si venía a Estados Unidos dejarían de ayudarme, que no me cubrirían ni el más mínimo gasto. Obviamente estuve asustado al principio, pero no quería tomar una decisión que me hiciera arrepentir para toda la vida. Es por eso que reuní el valor suficiente para venir, con la ayuda de mi abuelo. Él lo es todo para mí en la familia, junto con mi hermano menor.

–Oh, Jiminie –susurré lo suficientemente claro, –odio cuando esas cosas pasan. Cuando quieren obligar a sus hijos a convertirse en lo que no quieren. Uno nunca puede ser realmente feliz de esa manera. Escuchándote solo pensaba en lo agradecida que estoy de que mi madre nunca intervino con esas cosas.

–"Jiminie" –sonrió hasta el punto en el que sus ojos ya no se veían. Hermoso, debo decir. –Que tierno lo dijiste. A veces tus expresiones te hacen ver como una niña pequeña.

–Cállate –mordí mis mejillas desde adentro para evitar sonrojarme nuevamente. –Tengo más preguntas, shh. ¿Crees que tu hermano esté bien? ¿No tenías novia allá? –Y claro, pueden estar seguros de que me iban a premiar por curiosa.

–Vuelves con la novia, curiosa –oops, como si no sabía que lo era. –Realmente no lo sé, mi abuelo dice que lo está y él mismo también. Tal vez no lo estén presionando como lo estaban haciendo conmigo. Espero que no lo hagan, siempre trato de estar en contacto con él –ladeó una sonrisa que solo duró unos tres segundos antes de seguir con la próxima pregunta. –Sobre novias, sí. Tenía una novia, se llama Hye Lee. Estuve con ella desde... ¿La secundaria? Pues, sí, desde ahí. Llegué a pensar que era el amor de mi vida, hasta que se volvió una loca manipuladora como mi mamá y su papá. Me decepcioné, porque se dejó llevar y se volvió una persona insoportable. Terminamos 6 meses antes de yo venir a vivir acá, y ya al mes estaba en todos lados con alguien más. Pero me dejó de importar y no me resultó tan difícil superarlo. Aunque hay algunos problemas que aún nos unen.

perfume || park jimin [editando]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora