Capítulo 19: La confesión.

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Dos meses habían pasado desde entonces. Stella no podía caminar, no podía comer, entre las otras cosas que la degeneración espinocerebral causaba. No podía respirar por sí misma, se veía en la necesidad de utilizar un respirador. La bronquitis la había debilitado demasiado. El impulso de la doble personalidad había estado callado durante ese tiempo, afortunadamente. . Todavía podía hablar, y eso era bueno, pues Asrael iba a visitarla ese mismo día. Stella se encontraba muy emocionada.

—¡Stella, hola amiga!—Dijo su amigo, saludándola con el mismo gesto cálido que el de simepre. Sin embargo Asrael no podía evitar sentir dolor al ver a su mejor amiga en tan lamentables condiciones. 

—Asrael...—Dijo Stella, con una voz frágil, pero muy alegre. Él podía oírla.

El chico se sentó en el mueble de al lado.

—¿A que no sabes qué tengo aquí?

—¿Podría ser otro cromo del SSJA? (Súper Saiyajin Azul)—Preguntó, emocionada.

—¡Así es! Conseguí otro y pensé que tal vez habías perdido el tuyo, así que, aquí tienes—Se lo dejó en la mesa que se encontraba al lado de la cama de Stella,

—Asrael, la verdad es que desde siempre te he amado, tu cabello, tus ojos, esa bella sonrisa, tu personalidad ¡todo!—El impulso de la doble personalidad fue el responsable de la repentina confesión. Stella se sonrojó,

—Ya veo...¿así que ese es el caso, eh? Bueno, déjame decirte, Stella Botherhood, que yo también te amo. Tu cabello corto castaño oscuro, tus ojos...Tu personalidad tan descuidada, pero ruda al mismo tiempo....Todo. Me has apoyado en los momentos más difíciles de mi vida, has estado siempre conmigo. Por eso hoy te doy las gracias.—Terminó Asrael, dándole un tierno beso en la frente de Stella. Ella se sonrojó aún más.—Te vendré a visitar en Navidad, ¿de acuerdo?—la miró a los ojos—¡hasta entonces Stella!—Se despidió él, acompañado de su bella sonrisa.

Stella se quedó pensando en ello toda la noche.

Ya noviembre había pasado volando, se encontraba, por lo tanto, en el mes de diciembre. Era 23 del décimo segundo mes, estaba a un día de la visita de su querido amigo. Desafortunadamente había tomado una drástica decisión. 

Este mundo despiadadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora