Pregnant of a friend -JB-

Capitulo 33

NARRA JUSTIN

-¿Estás seguro, seguro, seguro?- preguntó Ryan.

Asentí de nuevo. Estaba seguro. Quería permanecer el resto de mi vida junto a la chica que amaba.

-Lo estoy- asegure.

-Joder, Justin, este es un paso muy grande, y no puedes querer darlo así porque sí- dijo él.

-La amo, Ryan, es la indicada- le recordé.

-Pero son muy jóvenes, al menos ella, deben esperar, o bueno, tú debes esperar- dice, encogiéndose de hombros.

Vale, mi amigo desde que tenía novia era muy romántico, así que se me hizo muy fácil pedirle ayuda. Solo que ahora estaba poniéndome muchas barreras, y no estaba ayudando en nada.

-Ella también me ama, sé que quiere esto- le dije, con impaciencia.

-¿Y si es sólo como un deber porque es la madre de tus hijos?- preguntó.

Rodé los ojos, cansado. No hacía esto solo porque _______ fuera la mamá de mis hijos.

Estaba claro que nunca en el pasado tuve novias, solo amigas muy buenas, así que jamás había amado a alguien, salvo mis padres.

Pero todo había cambiado. Sé que _______ y yo no comenzamos de la mejor manera. No nos amábamos desde el principio, nunca entró en mis planes convertirla en mi novia, y mucho menos tener hijos con ella.

Y ahora... Ahora solo quería pasar mi vida junto a ella y mis bebés. Era una chica tan especial, que hacía que no pudieras vivir sin ella, algo que me estaba pasando.

Me había enamorado tan perdidamente de ella, que no la quería dejar ir jamás. Quería tenerla junto a mí siempre. Y había encontrado la manera.

Pidiéndole matrimonio.

Si, ella era muy joven, pero los dos habíamos dado el paso que toda pareja de esposos da en algún momento; los hijos.

Así que ya podía pedírselo. Era por eso que le estaba pidiendo ayuda a Ryan, pero el idiota salía con ese tipo de preguntas.

-No es obligación, es amor- dije.

Suspiro- Vale... yo voy ayudarte- dijo sonriendo.

-Cielos, si- exclamé, acercándome a él y dándole un abrazo.

-Pero cuídala y ámala siempre, cabrón- dijo, regañándome.

-Calla, que eso me lo diga mi suegrito- dije riendo.

***

-Oh, te traeré los mejores- dijo la señora, detrás del aparador, feliz.

Estábamos en una joyería, buscando el mejor anillo de compromiso para mi chica.

-¿Y cuando se lo pedirás?- murmuro Ryan, viendo todo a su alrededor.

-En su cumpleaños- dije, ansioso.

-No jodas, hermano, no le arruines el día- dijo burlón.

Me acerqué a él, y le di un golpe en el estomago, a modo de juego.

-Quítate, eres tan insoportable- dijo, empujándome.

Quería seguir molestándolo, pero la señora llego, con varios anillos.

-Mira, son los más exclusivos de la tienda- dijo, después alzó la vista y me observó- pero también los más caros- río, viéndome fijamente, y deteniéndose en mi sudadera.