Pyromaniac [SuKook]

14 Miedo

Yoon Gi no pudo dormir durante dos días debido a que la mirada sombría de Jung Kook lo perseguía en sueños. Tampoco lo había visto más; prefirió evadirlo y no volver a su cuarto ni mirarlo si se lo cruzaba.

—Yoon Gi —lo llamó una voz conocida para sus oídos—¿Cómo estás hoy? ¿Pudiste dormir?

El niño se limitó a no decir nada. Sentía que las palabras de ese hombre, por muy dulces que sonaran, no eran más que una mentira.

—¿Estás enojado conmigo porque te sedé?—se sentó a su lado, en la cama. Yoon Gi no lo miró, pero arrugó sus labios— Lo entiendo, pero tú tampoco colaboraste mucho. Estabas realmente ido en ese momento.

—Te odio—murmuró, mirándolo de reojo con rabia.

—Yoon Gi, debes entender...

—¡Te odio!—gritó, interrumpiendo sus palabras—¡Eres un mentiroso!¡No eres mi padre, ya no más!

Los ojos del anciano se cristalizaron al ver al rubio tan lleno de odio hacia él. Le dolía, y mucho, porque él lo había encontrado abandonado en la calle, solo y sin protección.

Le prometió que estaría siempre a su lado y que lo curaría, pero Yoon Gi cada vez estaba peor de lo que ingresó. Él era un hombre ya viejo, no podía descuidar tampoco a los otros niños; todos necesitaban ayuda.

Pero Yoon Gi nunca comprendería eso. Ni tampoco que el Dr.Kim ya estaba en sus últimos meses de vida. El cáncer lo estaba consumiendo poco a poco. Nunca le dijo nada a nadie. Ni siquiera a su más confiables enfermeras, como Kim Tae Yeon. Prefería no preocuparlos, porque si no estarían todos pendientes de ello, y no quería eso.

—Sé que no vine muy seguido a verte, pero hay más niños también aquí —le dijo con voz calmada— Quisiera poder ayudarlos y curarlos a todos, Yoon Gi. Pero es difícil y... Estoy viejo.

—No me importan los otros niño—la voz de Yoon Gi se quebró y comenzaron a caer lágrimas de sus ojos que enseguida trató de borrar desesperado con la palma de sus manos—.Tú ya no me quieres más...

Yoon Gi ahora cubrió su cara con una mano y la otra fue tomada por el anciano. Lo llevó hacia él y lo encerró en un cálido abrazo, el cual el niño no correspondió, pero tampoco se apartó de él.

—Yo te quiero, más que nada en este mundo, Yoon Gi... Pero este viejo se está muriendo, no quiero que te quedes solo—soltó varias lágrimas también —.Creí que si menos me acercaba a ti, menos sufrirías mi ida. Lo siento.

—¡No, tú no te estás muriendo!—chilló hipando entre los débiles brazos del hombre—¡Deja de mentir!

—No es mentira—acarició los finos cabellos del niño y negó con su cabeza—Solamente tú lo sabes. Dos meses, Yoon Gi, sólo dos meses... Eso se le queda a este anciano.

Los puños de Yoon Gi se cerraron con fuerza contra la bata del anciano, ese anciano al que muchas veces llamó "Papá" dentro de su cabeza.

No quería creer lo que le decía, era imposible para él saber que ya no lo tendría a su lado.

Nunca más.

Ambos se quedaron en silencio, compartiendo lágrimas.

¿Qué sería de Yoon Gi cuando el Dr.Kim no estuviese más?

Esa era la razón por la que era distante y no quería acabar queriendo a alguien.

Ese alguien siempre se acababa marchando. Y su miedo, era quedar solo.