26 Incógnita

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Otro día de trabajo más donde Yoon Gi debía de centrarse en organizar bien todos los libros en la estantería.

Estaba muy enojado por lo que había ocurrido con Kook; no lo estaba con él, sino con 616. Era consciente de que Kook no tenía ninguna culpa de ser perseguido por esa cosa.

Necesitaba saber qué era realmente ese número, porque suponía que tenía algún nombre oculto o algo por el estilo.

Terminó de acomodar todos los libros de historia y se acercó hasta donde se encontraba su jefa. Ésta revisaba unos papeles y tecleaba en la computadora al mismo tiempo.


—Disculpe, señora Choi, ¿puedo preguntarle algo?


—Claro, Yoon Gi —dejó de teclear y se detuvo a escuchar atenta.


—Me preguntaba si sabe de algún libro que hable sobre números.


La mujer arrugó un poco su frente y se quedó un momento pensativa.


—¿Sobre matemáticas?


—No precisamente —le dijo, tratando de que no sonara muy extraño—.No es nada que tenga que ver con eso. Si no... Algo que describa el significado de los números, más profundo.


—Oh, creo que entiendo—ella volvió la vista a la computadora y siguió escribiendo—¿Es algo espiritual?


Yoon Gi no estaba seguro de si esa era la palabra correcta, pero tampoco le surgía otra que no fuera "demonio" "criatura"... No sabía siquiera cómo llamarlo.


—Quizás...—dijo casi en un tono interrogante —No estoy muy seguro.


—¿Y si me dices lo que buscas?


No estaba seguro de eso tampoco. Pero ella sabía mucho más que él, de lo que fuera y, si podía darle una mano para descifrarlo, mucho mejor.


—Está bien...—titubeó un segundo antes de decirle la cifra —.Necesito saber qué significa el número 616.


La señora Choi dejó de escribir, tragó grueso y miró al chico de reojo. Una notoria sonrisa nerviosa se dibujó en sus labios; trató de decir algo, pero luego calló.


—¿Lo sabe?—Interrogó Yoon Gi después de ese silencio.


—¿De dónde sacaste eso?


—De ningún lugar en particular —la miró esperando respuesta, impaciente.


Ella dejó lo que estaba haciendo. Sacó sus anteojos de leer, los cuales se le estaban resbalando por el puente de la nariz, y se apoyó con los codos sobre el mostrador, como si estuviese cansada.


—Es la marca de la Bestia, Yoon Gi.


—¿Qué?


Yoon Gi no comprendía a qué se refería, pero si podía percibir por aquella mirada que no era nada bueno.


—Se refiere al Anticristo—contestó con seguridad y, dado que no se sentía muy cómoda hablando de esas cosas, volvió a tomar sus hojas y anotar.


—¿Anticristo?—los ojos del rubio se abrieron, estupefacto. Algo dentro de él lo hizo sentir miedo. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo, haciéndolo estremecer.


Eso quería decir que algo grave ocurría con Jung Kook. Tenía a su lado a un ser que provocaba temor con tan sólo escuchar su nombre; un ser que provenía de las más recónditas profundidades del infierno.

Yoon Gi se quedó pensativo; tenía la necesidad de saber más sobre eso, pero no de libros. Ahora lo que necesitaba era a alguien que tuviera relación directa con ese tipo de cosas. Con cosas demoníacas, porque al fin y al cabo era eso.

616 era el mismísimo Satanás, o eso es lo que él creía, si es que no estaba equivocado.


—Yoon Gi—volvió a hablar la mujer—, no se de dónde sacaste eso, pero no debes meterte con ese tipo de cosas. Es peligroso...


—No lo haré —mintió—, sólo tenía curiosidad. Hacía un tiempo lo escuché y nunca supe...


—Lo digo en serio—lo interrumpió—, sé cómo eres. Te conozco.


Su tono de voz fue de advertencia. En verdad la señora Choi lo sabía, y de sobra, que Yoon Gi era muy cabeza dura y que haría de todo por resolver lo que fuera que quisiera saber.


—Señora Choi...—dijo Yoon Gi con seriedad—, tomaré su advertencia.


Ella sólo lo miró y movió su cabeza negando levemente. No iba a detenerlo, porque en realidad no era  asunto suyo. Pero temía por él.


—Hablando de otra cosa... ¿Cómo te fue con ese muchacho?


—Ah... Bien, hacía 12 años no lo veía —agachó un poco su cabeza.


—Vaya, eso es mucho tiempo—abrió sus ojos sorprendida y sonrió —.Se ve que aquel chico te había extrañado, ¿verdad?


Era triste escuchar eso. Hacía un rato estuvo con él y ahora ya no lo tenía y tampoco sabía cómo poder volver a verlo. Apretó su puño, sin que ella lo notara y sonrió falso.

En cuanto saliera de ahí iría en busca de ayuda, sin importarle qué.

Pyromaniac [SuKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora