21 Realidad 2

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Yoon Gi hacía unos días cumplió los 23 años de edad. No hizo fiesta ni nada que se le pareciera porque lo odiaba. Y también odiaba tener que juntarse con personas que nada importaban dentro de su vida.

Estaba tumbado sobre la cama mientras miraba un paquete de pastillas que le recetaron para poder dormir. Nunca las tomaba, por lo que las acababa guardando en el fondo del cajón.


—Yoon Gi...—una voz femenina lo llamó; asomada tras la puerta, una joven de cabello castaño lo observaba preocupada—Deja de hacer eso.


—¿Hacer qué?


—Lo sabes muy bien—se cruzó de brazos—Y deja de tratarme tan mal... Siempre estás de un humor de perro.


Yoon Gi la miró y tiró la cajita de pastillas hasta donde ella estaba. Acabaron cayendo al lado de sus pies.


—Lárgate—le dijo seco—No quiero ni necesito tu ayuda.


—Ya veo que no—agarró la caja del suelo y se la volvió a tirar a la cama—.Suficiente hice por ti, Min Yoon Gi. Me largo.


La joven dio media vuelta y cerró la puerta del cuarto con violencia. A Yoon Gi no le interesaba. Otro fracaso más en su intento de vida amorosa que lo llevaba siempre al mismo lugar.

Escuchó los pasos de la chica dar vueltas por su pequeña vivienda; un apartamento minúsculo que tenía un alquiler bastante caro para lo miserable que se veía.

Trabajaba en una librería cerca de su vivienda. Lo bueno era que no tenía que pagar transporte, solo caminaba unos pasos y estaba allí.

Su jefa era una persona demasiado tolerante. No entendía aún cómo no lo había despedido. Su mal humor y contestaciones agresivas hacían que la gente se alejara de él.

Vivió prácticamente toda su vida en soledad, sin ningún apoyo. La única persona que tenía un lugar en su corazón era el Dr.Kim. Extrañaba a ese anciano.

Por supuesto que tampoco se olvidó de Jung Kook. Ese niño al que prometió proteger y nunca dejar que nadie lo lastimara.

Pero después de lo que hizo al matar a ese hombre, no supo nada más. A él se lo llevaron a un correccional de menores y estuvo ahí hasta cumplido los 18. Después sólo se buscó la vida como pudo.

Pasó varias cosas horribles a lo largo de esos años, hasta que conoció a quien era su jefa.

Ella lo encontró en una tienda pidiendo empleo. En ese lugar lo rechazaron al instante porque según ellos, no iba muy bien vestido y no querían a ningún indigente como empleado.

Yoon Gi le estaba realmente agradecido a esa mujer y, además de un empleo, tenía a su disposición un montón de libros para poder leer.

Hacía unos meses atrás encontró uno muy viejo y lleno de polvillo, dentro del almacén. Supuso que nadie lo reclamaría, así que se lo llevó consigo.

No lo había abierto hasta el momento, pero lo que siempre hacía era leer la tapa, el título.

"Numerología"

Desde que conoció ese condenado número de tres cifras que Jung Kook le había nombrado, tuvo mucha curiosidad por saber lo que era. Nunca, hasta el día de hoy, se paró a pensar en ello.

Tuvo que preocuparse de cómo sobrevivir y poder cobrar para, al menos, comer como toda persona.

Se levantó de la cama y caminó hacia la ventana. Corrió levemente las cortinas y observó el cielo nublado. Todo gris, oscuro. Era como un reflejo exacto de su vida en ese momento, lo cual le hacía gracia.

A los pocos segundos escuchó otro portazo. Miró hacia abajo, a través del vidrio y no puso expresión alguna. Sólo suspiró.

Otro fracaso más sumado a su lista.

Pyromaniac [SuKook]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora