Capítulo 2 - Echando por tierra

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Capítulo editado y revisado, pero puede que haya dejado escapar alguna que otra cosa, así que, de antemano, disculpen cualquier error.

Disclaimer: La saga Crepúsculo pertenece a Stephenie Meyer, yo solamente me divierto con sus personajes, ya que me enamoré de ellos. Esta historia o versión de la historia original es una idea mía y ahora la comparto con ustedes.

Capítulo II — Echando por tierra

"POV" Edward

Luego que Carlisle inyectó el tranquilizante en Bella su respiración se acompasó y ella se quedó dormida. Charlie seguía en choque mirando a su hija desde su posición tras el sofá, cuando notó que ella ya estaba tranquila se dirigió a mi padre.

— Carlisle, ¿qué paso? — Inquirió preocupado.

— Una crisis de ansiedad — explicó él.

— ¿Por qué? — Cuestioné.

— Bueno, ella debe haber sufrido alguno golpe emocional últimamente y esto liberó la crisis.

— Cómo, si no ocurrió nada ¿u ocurrió, Edward? — Me preguntó Charlie, mirándome con intensidad.

— No, no ocurrió nada — Por lo menos nada que fuera anormal para ella.

— Debe haber ocurrido algo, este tipo de crisis no sucede sin un motivo, tal vez no lo les haya contado para no preocuparlos, bueno, ustedes conocen a Bella mejor que yo y saben cómo ella odia ser el centro de las atenciones y que estemos preocupados por ella.

— Es posible — acordó Charlie.

— ¿Pero qué? — Pregunté más para mí mismo.

— Ahora no nos cabe hacer suposiciones, hijo, cuando ella se despierte podrá explicar lo que le sucedió, pero es mejor no forzarla si no quiere hablar, sino podríamos provocar otra crisis. — Advirtió Carlisle. — Es mejor llevarla a su habitación, estará más cómoda allá — sugirió él, mirándola con cariño y preocupación.

— ¿Puedo Charlie? — Ya tenía por sentado que a él no le gustaba cuando yo me acercaba demasiado a Bella, y en sus nublados pensamientos pude notar un tono de desagrado.

— Sí, llévala — consintió de mala gana.

Me acerqué al sofá y tomé a Bella en brazos, se veía tan hermosa durmiendo; ahora ya respiraba normalmente, no obstante, su rostro no estaba tranquilo. Mientras subía la escalera me preguntaba lo que podría haber ocurrido para que ella tuviera esta crisis, no podía ser por lo de su cumpleaños, ella ya había vivido cosas más asustadoras y siempre me sorprendía por la manera que enfrentaba a todas esas situaciones. Empecé a rememorar todos los momentos de peligro que mi ángel tuvo que afrontar, el accidente en el aparcamiento de la escuela, el incidente en Port Ángeles, lo de James, y por último el ataque de Jasper ayer, ninguno de estos episodios jamás la hicieron perder el control como hoy, algo sucedió, ¿pero qué? Ella jamás había reaccionado así delante del peligro, sin embargo lo hizo cuando estábamos en Phoenix, ¡sí! Cuando yo le dije que debería partir con su madre y que yo no iría con ella, pero en aquella ocasión logré calmarla jurando que jamás la dejaría, ahora yo estaba a punto de romper mi promesa, ¿será que ella se había percatado de mis intenciones? No la quiero dejar, sólo Dios sabe lo cuanto la amo, más que a mí mismo, sólo por eso decidí partir, después de lo de Jasper no puedo dejar que ella viva tan cerca del peligro, teniendo que medir todos sus actos, si poder ni siquiera cortarse con una hoja de papel sin ponerse en riesgo, eso no es vida, no quiero eso para ella, quiero que viva tranquila y feliz, y si esto implica en que yo tenga que apartarme de ella, lo haré por su bienestar, por más que me duela.

Mi cielo estrelladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora