Capítulo 5 - El tiempo vuela

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Capítulo editado y revisado, pero puede que haya dejado escapar alguna que otra cosa, así que, de antemano, disculpen cualquier error.

Disclaimer: La saga Crepúsculo pertenece a Stephenie Meyer, yo solamente me divierto con sus personajes, ya que me enamoré de ellos. Esta historia o versión de la historia original es una idea mía y ahora la comparto con ustedes.

Capítulo V – El tiempo vuela

"POV" Bella

No sé cómo lo hizo Edward, pero convenció a Charlie para que nos dejara viajar juntos. Ahora estábamos a punto de desembarcar en Jacksonville. Renée nos iría a recoger en el aeropuerto, por supuesto elegimos un vuelo con llegada por la noche. Tras muchos abrazos, finalmente logramos salir del aeropuerto e ir hacia su casa. La casa era acogedora, mayor que la nuestra en Phoenix, tenía cuatro habitaciones todas con baño propio, una grande sala y una cocina inmensa e intocada, ya que mi madre era un peligro cocinando. Desde la terraza podíamos ver el mar, era una vista muy hermosa. Mi madre me mostraba todo entusiasmada, halagaba todo, desde el barrio hasta la ciudad, en un intento de convencerme a vivir con ella nuevamente. Edward nos seguía callado, profiriendo respuestas educadas con relación a todo que ella comentaba.

Cuando Edward fue recoger nuestras maletas en el coche Renée se acercó a mí.

— Bella, ¿ustedes se van a quedar en la misma habitación?

— ¡Mamá!

— O. k. habitaciones separadas.

Por supuesto que iríamos quedarnos en la misma habitación, pero si le dijera eso ella haría suposiciones equivocadas acerca de nuestra relación, así, lo mejor era mantener las apariencias y cuando ella ya estuviera durmiendo Edward vendría a mi cuarto. Phil estaba de viaje con el equipo de fútbol, regresaría el lunes, y nosotros marchábamos el domingo, al final de la tarde, así que no lo íbamos a ver; cada vez que Renée lo nombraba sus ojos brillaban, ella estaba feliz y enamorada.

Sábado por la mañana mi madre nos invitó a dar un paseo por la orilla de la playa, Edward inventó que tenía un trabajo que terminar y por eso iba a pasar el día todo en casa.

— Sabes, fue bueno Edward no venir con nosotras — comentó ella, cuando ya estábamos bastante lejos de su casa.

— ¿Por qué? — Indagué.

Nos sentamos en la arena apreciado la belleza del mar.

— Quería hablar contigo a solas.

— ¿Sobre?

— Bueno, te veo muy enamorada y él también, ustedes van en serio, ya llevan casi un año.

— Sí — respondí desconfiada, no imaginaba a donde ella quería llegar con esta conversa.

— Ya vi muchas parejas enamoradas en mi vida, ya estuve enamorada, pero cuando los miro a los dos, es como si mirara a dos imanes, ustedes se atraen mutuamente. Él te mira con tanto amor y encantamiento, siento que él está siempre listo para protegerte; tú lo buscas, cuando él no está cerca de ti y presientes cuando él se te acerca, nunca en mi vida había visto algo así.

— Mamá...

— Shh, corazón, no tienes que explicarme nada, basta con mirarlos para que cualquiera se dé cuenta, lo que ustedes comparten es muy hermoso y precioso, por eso te quería hablar acerca de algunas ideas que sé que tú las tiene muy arraigadas por mi culpa. Bueno, no soy contra el matrimonio, Bella, si lo fuera no me hubiera casado nuevamente, sé que siempre te he dicho que casarse joven es lo peor que una mujer puede hacer con su vida, sin embargo, este pensamiento se refiere a mí y no a todas las mujeres, yo y tu padre actuamos por el impulso de la pasión, no me arrepiento porque eso te trajo al mundo, pero si hubiéramos llevado todo con calma tal vez nuestra relación se hubiera fortalecido y todavía estaríamos juntos hoy. Yo era una niña que jugaba a ser mujer, no tenía suficiente madurez para estar en una relación a largo plazo. Te digo todo esto para que sepas que nos es un error casarse joven, no cuando las dos personas son maduras y están seguras acerca de lo que sienten el uno por el otro. Por mi culpa tú ves el matrimonio como una especie de plaga, pero no lo es, cariño. No cuando la decisión de unirse es basada tanto en los sentimientos como también en la condiciones que circundan a la pareja, tú y Edward son maduros, lo suficientes maduros para tomar esta decisión cuando llegue el momento indicado.

Mi cielo estrelladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora