Mi cielo estrellado

Capítulo 24- Un nuevo comienzo parte 2

Capítulo editado y revisado, pero puede que haya dejado escapar alguna que otra cosa, así que, de antemano, disculpen cualquier error.

Disclaimer: La saga Crepúsculo pertenece a Stephenie Meyer, yo solamente me divierto con sus personajes, ya que me enamoré de ellos. Esta historia o versión de la historia original es una idea mía y ahora la comparto con ustedes.

Es poco decir, que soy quien te cuida como ángel guardián

Es poco decir, que en un beso tuyo siempre encuentro mi paz

Ya no me alcanzan las palabras no

Para explicarte lo que siento yo

Y todo lo que vas causando en mí

Lo blanco y negro se vuelve color

Y todo es dulce cuando está en tu vos

Y si nace de ti.

Te voy a amar y hacerte sentir

Que cada día yo te vuelvo a elegir

Porque me das tu amor sin medir

Quiero vivir la vida entera junto a ti

(Fragmento de la canción "Te voy a amar" de Axel)

Capítulo XXIV — Un nuevo comienzo (Parte II)

Tras tres días mirando a una inmóvil Bella, finalmente los latidos de su corazón se detuvieron señalando el término de la transformación. Me senté en la lateral de nuestra cama y tomé su mano, ahora igual que fría que la mía, sin embargo, esta diferencia de temperatura no se siente cuando los que se tocan son vampiros, entre nosotros el toque de la piel se siente siempre caliente, sólo percibimos la diferencia cuando tocamos a los humanos.

— Bella — la llamé suavemente, junto a su oído —, despierta, mi amor, te extraño.

Sentí un fuerte apretón en mi mano, sonreí, ella sería más fuerte que yo durante algún tiempo. Mi esposa abrió sus ojos que por segundos miraron al techo, luego su mirada roja buscó mi rostro.

— Edward... — susurró, levantando una mano para tocar mi mejilla — Mis ojos humanos no te hacían justicia, eres mucho más hermoso de lo que yo creía.

Me reí.

— Hermosa eres tú, ahora finalmente te vas a ver como siempre yo te vi.

Ella frunció el ceño.

— Lo verás por ti misma, amor.

Ella asintió sin mucha convicción, por lo visto continuaría a llevar ese rasgo de su vida humana, una vampira con baja autoestima, casi me rió.

— Te amo — declaró ella, mirándome a los ojos.

— Como yo a ti, por siempre, Bella.

Me incliné sobre ella y la besé con dulzura al inicio, pero, luego las cosas se fueron de las manos, mi esposa literalmente me capturó entre sus brazos.

— Ummm... Bella.

— ¿Qué?

— Cuidado con tu fuerza, por ahora eres más fuerte que yo — le expliqué.

Ella inmediatamente me liberó de su agarre.

— Lo siento.

— Hey, no te preocupes, no pasa nada, no soy un frágil humano al que puedes dañarlo fácilmente, sólo tienes que intentar equilibrar tu fuerza. Es tu turno de no quebrarme.