Capítulo 19- Disfrutando

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Capítulo editado y revisado, pero puede que haya dejado escapar alguna que otra cosa, así que, de antemano, disculpen cualquier error.

Disclaimer: La saga Crepúsculo pertenece a Stephenie Meyer, yo solamente me divierto con sus personajes, ya que me enamoré de ellos. Esta historia o versión de la historia original es una idea mía y ahora la comparto con ustedes.

Capítulo XIX — Disfrutando

"POV" Bella

Hoy fue un día especial, el día en que compramos el primer regalo para nuestro bebito, no podía dejar de mirar el conjunto de zapatitos que me encantó a primera vista y la pareja de bebitos focas que Edward eligió, eran tan monos. Cuando llegamos a casa era las siete de la noche, nos duchamos, hicimos el amor nuevamente, aprovechando la oportunidad, ya que nadie había vuelto todavía, sabía que la habitación de Edward era insonorizada, pero no me sentía a voluntad haciendo el amor con tanta gente sobre el mismo techo, eso fue lo que me refrenó la primera noche cuando volvimos de la isla y no el cansancio, como creía Edward, porque si yo hubiese deseado continuar lo habría logrado, así que ahora disfruto de mi marido siempre que estamos solamente nosotros en la casa.

Edward me amó despacio como hizo por la tarde, me llevó a las nubes, desde que mi embarazo fue confirmado sus gestos son más dulces, cosa que yo no creía posible porque él ya me cuidaba como nadie más, pero me equivocaba, tanto en el día a día como en la intimidad él se mostraba mucho más atento, cuidadoso y cuando hacemos el amor es inexplicable. Me siento tan amada, ya puedo imaginar a Edward con nuestro hijo, un lindo bebé de ojos verdes con una maraña de pelo cobrizo, mejillas sonrojadas, labios rojos, bracitos y piernitas regordetes, él cree que será una niña, pero algo en mis adentros, llámelo instinto maternal, me dice que es un niño.

Levanté mi blusa y puse mi mano sobre mi vientre, ya podía percibir algunos cambios en mi cuerpo en este sitio, pues está algo hinchado y duro, mis senos están más sensibles e hinchados. Estaba ansiosa por sentir los primeros movimientos de nuestro hijo, pero imagino que tendré que esperar por lo menos un mes y medio para eso, tengo 4 semanas reales, pero ocho en relación al tamaño de mi bebé, así que ganó un mes en relación a las demás embarazadas, lo podré sentirlo antes.

Me dormí después de que hiciéramos el amor y cuando desperté Edward no estaba a mi lado, en su lado de la cama encontré una nota:

"Tuve que salir con Carlisle y mis hermanos, te lo explico cuando vuelva, no tardaré, espero que no te despiertes, pero si lo haces hay una hiperactiva Alice loca para ver nuestras compras y dos otras mujeres muy curiosas. Cuídate, preciosa, ya las echo de menos, mi cuerpo no está junto a ti pero mi corazón sí, lo dejo con ustedes.

Un marido y padre irrevocablemente enamorado, siempre tuyo,

Edward"

"Las echo de menos" — repetí en mi mente, desde que me había confesado en la tienda de ropas y juguetes que creía que nuestro bebé era una niña, Edward se refería a nuestro hijo utilizando el femenino.

— Tienes tanta suerte, bebé — dije acariciando mi barriga —, tu papá es un hombre increíble, te va amar tanto y te va a enseñar muchas cosas, seas niño o niña te vamos a amar mucho, ya te amamos, mi cielo.

Me levanté de la cama y recogí las compras para nuestro hijo que había guardado en el clóset. Alice, Rosalie y Esme estaban sentadas en la sala cuando bajé las escaleras.

— Ah, por fin te despiertas, déjame ver las cosas de mi sobrina — dijo Alice llegando en un parpadeo a mi lado y tomando las bolsas de mis manos.

Mi cielo estrelladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora