Capítulo 9 - Propuestas

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Capítulo editado y revisado, pero puede que haya dejado escapar alguna que otra cosa, así que, de antemano, disculpen cualquier error.

Disclaimer: La saga Crepúsculo pertenece a Stephenie Meyer, yo solamente me divierto con sus personajes, ya que me enamoré de ellos. Esta historia o versión de la historia original es una idea mía y ahora la comparto con ustedes.

Capítulo IX — Propuestas

"POV" Bella

Escalofríos recorrían todo mi cuerpo, haciéndome aferrarme más a Edward.

— Bella, dime algo amor — me rogó.

— So...lo fue una pesadilla — conseguí decir, mi voz sonó ahogada.

— Cuéntamela — pidió.

— No, contarla seria como revivirla.

— Está bien, solo tranquilízate, ¿sí? Nada te va a pasar, te lo juro.

Me despegué de su pecho y lo miré a los ojos.

— Bésame, hazme olvidarla — le pedí.

Él me miró dubitativo.

— Por favor... — imploré.

Él acarició mi rostro con las yemas de sus dedos delicadamente para luego trazar la línea de mis labios con el dedo pulgar, al sentir su toque mis labios se entreabrieron al instante, y no pude esperar más, acorté la distancia entre los dos y tomé sus labios entre los míos, sabía que en el instante que eso ocurriera iba a olvidar de cualquier preocupación, y así lo fue. Sus labios fríos bailaban en sincronía con los míos, nuestras lenguas se mezclaban con delicadeza, me moví en su regazo y me puse a horcajadas sobre él, sus manos envolvieron mi cintura atrayéndome más hacia él. Sentía mi cuerpo literalmente en llamas, mi corazón galopaba en mi pecho, y mi cuerpo anhelaba el de Edward con una fuerza que yo no creía posible. De pronto mi novio nos rodó sobre la cama y yo me quedé acostada con él entre mis piernas, mi bata se abrió en este proceso, Edward se alejó de mí y miró lo que hasta entonces la bata escondía.

— Por Dios, Bella. ¿Imaginas lo difícil que es para mí lograr controlarme teniéndote tan cerca y tan receptiva a mis caricias? Y por encima esto — recorrió mi cuerpo con la mirada.

— Esto — señalé el atuendo de dormir que llevaba — no es culpa mía, quien lo eligió fue Alice, ¿por qué crees que llevaba la bata puesta?

— No sé si debo castigar a Alice o agradecerla.

— Me importa un pimiento lo que piensas hacer a Alice, en este momento solo quiero que vuelvas a besarme.

— No me tientes, sabes que no podemos seguir adelante, y creo que ya fuimos demasiado lejos por hoy — aclaró.

— Pues, yo quiero ir más lejos todavía.

Él cerró los ojos e inspiró hondo.

— ¿Te acuerdas de lo que me pediste en San Valentín?

— Sí, pedí que pensaras sobre seguir adelante en nuestra relación.

— Pues lo he pensado, y lo acepto, pero con algunas condiciones.

— ¿Cuáles condiciones? — Indagué temerosa.

— Tienes que casarte conmigo antes — dijo sonriente.

Casi me atraganto con el aire.

— ¿Estás loco?

Él rodó los ojos.

Mi cielo estrelladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora