Capítulo editado y revisado, pero puede que haya dejado escapar alguna que otra cosa, así que, de antemano, disculpen cualquier error.
Disclaimer: La saga Crepúsculo pertenece a Stephenie Meyer, yo solamente me divierto con sus personajes, ya que me enamoré de ellos. Esta historia o versión de la historia original es una idea mía y ahora la comparto con ustedes.
Capítulo IV – Siendo consciente de las consecuencias
"POV" Edward
Después de hablar con mi familia me fui a mi habitación, tomé una ducha, no porque la necesitara, ya que no sudo y mi olor no cambia, pero eso igual que a los humanos nos relaja y después de los últimos acontecimientos lo necesitaba. En momentos así es donde me gustaría poder dormir para que mi mente se recompusiera del todo. Cambié de ropa, poniendo unos jeans azul oscuro y una camisa blanca, cogí un abrigo negro y me lo puse, el tiempo estaba frío, para los humanos, por supuesto, pero tenía que mantener las apariencias, calcé un par de botas negras y salí para ir al encuentro de Bella.
Bajé las escalaras rápidamente, cuando estaba por salir a la puerta escuché a Esme llamarme.
— Sí, mamá.
— Trae a Bella hoy, me gustaría verla.
— Claro — me aproximé a ella y planté un beso en su frente —, nos vemos más tarde.
Aparqué el Volvo delante de la entrada de coches de la casa de Bella, detrás de su trasto, ella necesita urgentemente de un coche nuevo, yo quería dárselo, pero ella no aceptaría un regalo tan costoso. Salí de mi alto y golpeé su puerta dos veces. Bella abrió la puerta exactamente cinco segundos después de mi último golpe.
— Hola, cielo — le dije.
— Hola... — contestó tímidamente, sus mejillas se colorearon de un tono rosáceo — amaba esto; ella tenía el pelo suelto y llevaba su blusa azul, mi preferida, por encima su abrigo marrón, botas del mismo color y unos jeans oscuro, estaba sencillamente hermosa.
— ¿Lista?
— Sí, vamos.
Ella salió de la casa y cerró la puerta tras sus espaldas. La miré irguiendo una ceja.
— ¿Qué? — Preguntó.
— Tú no tienes arreglo — pasé a su lado, abrí la puerta y busqué las llaves en la cerradura sin mirar adentro, la encontré y cerré la puerta con ella, luego eché la llave bajo la alfombra de la entrada, como ella lo hacía cuando no se lo olvidaba.
— ¡Estamos en Forks, Edward! — Exclamó como si eso justificara su despiste.
— Lo sé, pero en lugares tranquilos también suelen suceder cosas — principalmente a ti — pensé —, aunque sea difícil.
Ella rodó los ojos.
— Vamos — pidió.
Me puse a su lado y caminamos hasta el Volvo, le abrí la puerta y la ayudé a sentarse.
— No estoy enferma, ¿sabes?
— Mi gusta consentirte, dame el gusto.
Ella suspiró, enseguida prendió la radio y puso el CD de Debussy, se dedicó a escuchar la música mientras yo conducía, parecía absorta en sus pensamientos, no la incomodé.
— Llegamos, Bella — le avisé cuando aparqué el coche.
— Oh, disculpa, creo que me distraje.
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Mi cielo estrellado
FanfictionEn Luna Nueva algo sucede y le impide a Edward de marcharse, ¿qué ocurre que le hace reflexionar acerca de su decisión de dejar a Bella? ¿Cómo sigue entonces la historia de nuestra amada pareja literaria? ¡Entra y descúbrela! Está historia está cent...