Capítulo 20- Disfrutando de cada pequeño momento

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Capítulo editado y revisado, pero puede que haya dejado escapar alguna que otra cosa, así que, de antemano, disculpen cualquier error.

Disclaimer: La saga Crepúsculo pertenece a Stephenie Meyer, yo solamente me divierto con sus personajes, ya que me enamoré de ellos. Esta historia o versión de la historia original es una idea mía y ahora la comparto con ustedes.

Capítulo XX Disfrutando de cada pequeño momento

"POV" Edward

Hoy era el cumpleaños de Bella, ya hacía un mes que estábamos en nuestra casa, Bella tenía dos meses de embarazo en el tiempo real y por su tamaño un mes a más. Su vientre crecía a cada día, Carlisle creía, ya que no podía verificar a través del ultrasonido, que el crecimiento del bebé se estaba acelerando debido al tamaño del vientre de Bella y a sus altos niveles de la hormona HCG, ya que no aparentaba un embarazo de tres meses sino de cuatro o cinco meses. A esta altura ya empezaba a preocuparme por el parto, no sé si Bella ya se había planteado esta cuestión, pero yo sí, y estaba verdaderamente aterrado, Carlisle y yo estamos haciendo un plan para cuando llegue el momento, por ahora no le dice nada a Bella, no quiero preocuparla antes del tiempo y ni despertarle miedos que todavía están en su inconsciente. La miré, ella dormía a mi lado tranquilamente, estaba cada día más hermosa y su vientre cada día mayor, casi no salíamos de casa, excepto, para visitar a mis padres y hermanos y a Charlie una vez a la semana, necesitábamos aprovechar este tiempo en pareja ya que luego una personita nos iba a acaparar todo nuestro tiempo. El embarazo seguía normal, dentro de su cuadro único; Bella todavía sentía algo de náuseas, pero ya no todos los días.

— Despierta, preciosa — le susurré al oído.

— Ummm duérmete, Edward, y me dejas dormir... — dijo con la voz adormilada.

— Bella, yo no puedo dormir — le recordé.

— Pues que lo finjas.

Me aproximé nuevamente a su oído y le dije las palabras que sabía que la despertarían.

— Feliz cumpleaños, amor.

De pronto ella abrió los y me miró algo turbada.

— ¿Es hoy?

Me reí.

— Por supuesto, es trece de septiembre.

— No me fijé.

— Me di cuenta...

— Eh, no te burles... — fue interrumpida por un bostezo. — ¿Qué hora es?

— Casi las diez, por eso te desperté, tienes que desayunar y tomar tus vitaminas — su anemia ya estaba controlada, ahora le tocaba tomar las vitaminas indicadas para todas las embarazadas.

— Vale, necesito ir al baño primero.

La ayudé a levantarse y cuando ella volvió del baño se dio cuenta de la bandeja de desayuno que estaba al pie de la cama.

— Owww — me miró sonriendo. — Gracias.

— Por nada, espero que te guste.

— Sí que me gusta, pero yo no como ni la mitad de lo que está ahí — aseguró sentándose al final de la cama y llevando un cupcake de chocolate con cobertura de vainilla a la boca. — Ummm... está estupendo.

Bella terminó por comer un poco de todo, había tostada, panecillos, mermelada de fresa, waffles, sus galletas de saladas, por precaución, leche, jugo de naranja, té.

Mi cielo estrelladoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora