8.1 -¿Tu eres el alpha?

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Abro lentamente los ojos, y veo la tenue luz que se introduce por la ventana.
Miro hacia un lado y veo el anillo con las alas y también una de mis sudaderas negras; parece tener algún objeto.
Me dispongo a mirar al otro lado, pero me empieza a doler el abdomen y parte de la cabeza.
Me subo un poco la camisa y veo la gran parte de mi cuerpo vendado y con manchas de sangre.

Estoy un poco confundida, pues solo recuerdo ver una iglesia y una luz, pero muy suave, casi imperceptible.
Con bastante dificultad miro hacia el otro lado y veo el pelo largo de Lys, que estaba tumbado en el sofá, aún con los ojos cerrados.

*¿Qué a ocurrido?* solo me hice aquella pregunta, y en ese momento recordé a Derek, quizá él tenía más respuestas que yo.

Me incorporo en la cama contrariada por el dolor, que a cada movimiento se siente más y más fuerte.
Consigo ponerme en el suelo, y mantener el equilibrio.
Doy el primer paso, cuando algo me coge de los codos; era Lys.

-¿A dónde crees que vas? -pude ver como estaba agotado, pero no sabía el por qué.
-Tengo que hablar con Derek.
-Entiendo eso, pero aun debes descansar.
Me volvió a tumbar en la cama, pero yo me incorpore.
-Eres muy testaruda. – en ese momento pude ver su sonrisa y me ha transmitido bastante paz.
-¿Puedes ir a buscar a mi hermano?
-Dame unos minutos.
-Gracias.
Entonces salió de la habitación.

Me giro con bastante dificultad hacia mi sudadera y vi la protuberancia en ella.
Introduje la mano en ella y vi una ¿daga?
No sabia de donde la había obtenido, ni si quiera quien me la dio.
Pero parece tener algo más...
En el mango de la daga hay una figura extraña...
Entonces me acordé, eran runas.
No sabia su significado, pero sí recuerdo haberla visto antes.

La daga es blanca y reluciente, su mango es de oro y tiene algunas joyas.

Dirigí mi mirada hacia el anillo, y vi como brillaba.
Lo agarre y tenía un mensaje.

Lo siento mira tu bolsillo.
K.B
Eran las siglas del nombre de mi madre, pero no podía ser...ella estaba muerta.

Me levanté y fui hacia donde estaba mi pantalón.
Metí la mano en el bolsillo y saqué un frasco.
En su etiqueta decía: Lo siento, tómalo.
Abrí aquel elixir y lo olí, no olía a nada que estuviera envenenado y me lo tome.
Tome la mitad pues sentía que mi cuerpo se curaba...
Me quite las vendas con bastantes dudas, pero cuando las quite, solo me quedaban cicatrices; las cuales sabía que se quitarían.

En ese momento entró Derek y Lys, y parecían un tanto...confusos.
-¿Qué haces levantada? – la voz de Derek era cansada pero dura a su vez.
-Derek, estoy bien yo...
En ese momento mi hermano miro las vendas que hace pocos segundos me acababa de quitar.
-¿Por qué te quitaste las vendas? – su voz tenía un tono un poco más enfadado.
-Oye tranquilo, estoy bien, de verdad.
-Como vas a estar bien...
Entonces me levanté un poco la camisa que llevaba y le enseñé como no tenía ni heridas ni tampoco hematomas.
Se me quedaron mirando con una expresión de estupor en su rostro.
-¿Cómo se han sanado tan rápido? -las palabras de Lys salían con dificultad.
No sabía si contárselo sería buena idea, así que me lo calle.
-No se la verdad, hoy no me dolía apenas...
En ese momento me di cuenta de que Lys se había quedado a dormir en casa.
-¿Y Lys, cómo es que se a quedado a dormir en casa?
-Pues veras ayer...
En ese momento Lys le tapó la boca a mi hermano.
-Kiara, si quieres comentarlo tiene que ser con George.
-¿George?
-Sí, el te lo contará mejor que ninguno de los dos.
-¿Y cuando voy a poder verle?
-Pues no se, pero si dices estar tan bien, hoy te vienes conmigo. -dijo mi hermano.
-¿Contigo?
-Sí, con la manada, te quieren conocer.
Sinceramente estaba muy contenta, por fin conocería a la manada y con ellos a todo mi familia.

Brujas y Lobos.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora