5-Shopie

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-¡Arriba!
Entonces di un salto y caí al suelo.
En ese momento escuche la risa de mi hermano.

-¿Pero que!
-Te dormiste.
-¿En el sofá?
-Sí, Lys te tapó y cerró las puertas.
Entonces recordé lo que pasó, y mi hermano tenía razón.

-El desayuno está en la mesa, si no te lo comes ahora me lo comeré yo.
Me levanté del suelo y dirigí hacia la cocina.
Encima de la mesa había leche caliente y un par de tostadas.
Cuando acabe de comer me fui a mi habitación a vestirme y me puse un pantalón negro y una camisa gris.
Mi pelo me lo recogí en una coleta alta.

Mientras vagaba por mi habitación recogiendo las cosas, escucho la puerta sonar y abrirse, seguido de la voz de Rafael.
Entonces baje para ver qué ocurría.
-Hola Rafa.
-Hola, quería saber algo ¿tenéis planes para hoy?
Derek y yo nos miramos y respondimos a la vez.
-No.
-Perfecto, estáis invitados a mi casa.
-Espera. – interrumpió Derek - ¿la de los vampiros?
-No la mía personal.
-¿Y a qué se debe? – la verdad siempre he sido muy curiosa.
-Shopie, os quiere conocer.
-Ya veo…
-Y a parte tenemos que hablar de un par de asuntillos.
-¿Asuntillos?
-Si, ya los sabréis. – hizo una pequeña pausa – entonces qué ¿venís?
Volvimos a mirarnos y entonces dije.
-Claro cuando quieras.
-Perfecto salgamos ya. -Vaya, esto sí que era rapidez.
Salimos de la casa y nos paramos en la entrada.
-Kia ¿sabes hacer un portal?
-Sí.
-¿Puedes hacerlo?
En ese momento abrí el portal.
-Vale entremos. – dijo Rafa con bastante prisa.
-¿Es seguro? – Derek está un poco preocupado.
-Sí, como mucho te marearas un poco.
Entonces nos agarramos las manos para atravesar el portal y poder llegar a la casa de Rafael.

Cuando entramos estábamos en una zona del bosque que no conocía.
Había una iglesia y muy cerca él pueblo.
-Es aquí, aquella iglesia está abandonada por… problemas.
-¿Problemas? -pregunte bastante curiosa.
-Si, bueno… ya os contaré la historia.
La verdad me dejo con demasiada intriga.
-Él motivo no es contar historia, si no que conozcáis a Shopie.
-Tienes razón. – respondí un poco indignada.

Entonces me fije en la casa, era antigua pero no tanto como la nuestra.
Era de madera oscura y con pocas ventanas.
También varias columnas de mármol, colocadas en la entrada.
Cuando entramos llegamos a una sala blanca y dorada.
Había muchos objetos antiguos.
Rafael nos condujo hasta una sala con un sofá y una chimenea.
En ese momento una chica de pelo rojo y ojos grises entró en la sala.
-Hola cariño.
-Hola. – dijo Rafael mientras le daba un rápido beso. -estos son Kiara y Derek…los hijos de Katheryn y Luis…
-Dios mío…sois guapísimos.
-Muchas gracias Shopie.
-Igualmente. -dijo mi hermano un poco cortante.
-Mi hermano es un poco… desconfiado, dale tiempo.
-No hay problema.
-Pues ya conocisteis a mi…novia…
-La verdad es tan guapa como decías. -añadí mientras Shopie se ruborizaba.
-Por lo que veo os a hablando de mi tanto como él de vosotros.
-No me quiero imaginar que te habrá contando.
Entonces Rafael se tapó la cara ocultando esa sonrisa maliciosa.
-Bueno la comida está lista qué os parece si comemos y hablamos un poco.
-Me parece bien. – dijo Rafa
-De acuerdo. -respondió mi hermano.
-Vale, tengo hambre y curiosidad.
Entonces fue Shopie la que empezó a reírse.
-Ese es el espíritu que tenía tu madre.

Fuimos hacia un enorme comedor donde los platos ya estaban servidos.
Había de todo, carne, ensaladas, frutas, pescado y…¿sangre?
Empezaron a comer y Derek y yo nos quedamos un poco atrás, estábamos un poco…avergonzados.
Era algo nuevo para nosotros.
Cuando terminamos empezaron a contarnos cosas sobre los varios objetos que tenían, e historias pasadas donde también estaba mi madre.
La que más me llamó la atención fue en la que explicó como mi madre tenía un poder sobrenatural para matar demonios y ante todo que no parecía una bruja cualquiera, si no que tenía un poder…angelical…
-Bueno, recibiréis noticias nuestras muy pronto. -dijo Shopie mientras miraba su reloj que marcaban las ocho.
-Si, ya es tarde. -dijo Derek
-Bueno amigos, ya me pasaré por vuestra casa. -dijo Rafael mientras dio una mirada a Shopie y ambos sonreían.
La verdad, esa sonrisa me daba miedo
-Te estaremos esperando.

En ese momento nos fuimos hacia la salida.
Una vez fuera abrí un portal y mi hermano entró.
Sin embargo…vi algo brillando desde la iglesia y mi curiosidad me dirigió hacia aquel lugar.
Una vez allí, me di cuenta que llevaba muchos años cerrada, la madera estaba rota y chirriaba.
Las cristaleras presentaban que hace años tenían color pero ahora estaban rotas y sin ningún color.
Aquel lugar me puso la carne de gallina y entonces cuando quería salir solo vi unos ojos morados…en toda esa oscuridad.
Después me desmaye con un punzante dolor en el pecho y gran parte del abdomen.


Brujas y Lobos.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora