17-Noche Mágica

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Me acerqué más, y pude ver a Jason Mell, el licántropo que conocí junto con mi hermano. El se giró y al verme se lanzó a atacarme, yo aturdida por la acción le quité de encima y pregunté varias veces que pasaba, su respuesta eran golpes. Hasta que caí de espaldas y pude notar sus garras rasgando mi piel, entonces unas hiedras le agarraron y lo alejaron de mi. Pasado unos minutos, este se tranquilizó, y se transformó a humano. 

-Vale, ahora que te has calmado, me podrías explicar porqué. -dije retomando el aliento.

-Has sido tú.... - dijo con un hilo de voz. 

-¿Yo?

-Tu has matado a Tobías y a....Marina... - Yo no entendía nada, yo no había sido.

-Jason, ¿porqué haría eso? 

-Porque te desterraron, y buscas venganza. - dijo más serio.

-Jamás haría daño a los lobos, mi hermano es uno de ellos. 

-Pero sabías perfectamente que Derek y Marina no eran amigos. - Ahora mismo no tenía con qué defenderme.

-Jason, lo creas o no, yo no he sido, ahora te voy a soltar. - Las hiedras le fueron soltando y pude ver como una le hizo una herida en la muñeca. Me acerque a él despacio y le agarré la mano, el me miraba desconfiado pero se dejó. En cuestión de segundos su mano ya estaba curada, no sabía exactamente como lo había hecho, nunca había tenido poderes de curación, es más, no eran poderes de bruja... El se vio la muñeca y me miró a los ojos com0 preguntando por qué lo había hecho.

-Te dije que jamás haría daño a los lobos, aunque me habéis desterrado, seguís siendo mi familia... - en ese momento recordé a Derek, le echaba de menos. Pude notar como una lágrima corría por mi mejilla y acto seguido Jason me abrazó, y pude escuchar un suave, perdóname. Nos separamos y entonces recordé el destierro, yo no debía verme con la manada.

-Jason debes irte, antes de que alguno nos vea. 

-Tienes razón, espero que cuando te vuelva a ver sea siendo una loba. - Dicho eso nos fuimos por caminos distintos aunque aún pude oír los sollozos de Jason, perder a una hermana debe ser difícil. Entonces pensé que me pasaría si perdiese a Derek, mi vida se vendría abajo. Entonces una brisa fría me congeló, era la sangre de mi espalda que se estaba enfriando. Me di prisa en llegar a casa de Lyssandro, pero cuando llegué me detuve en la puerta pensando una forma de explicar mi herida, entonces entré rápidamente y entré al baño y me saqué la parte de arriba, pude ver como las heridas habían cerrado y no había marcas de las garras. Lleve la ropa a lavar y me fui al cuarto de invitados para dormir. Y digo dormir por decir, ya que todo se volvió negro al caer en la cama.

No estaba soñando, esto era real. Estaba en una colina, en el matadero para ser más exactos. Miré alrededor y vi como parte del bosque estaba negro, lleno de corrupción. Entonces escuche una voz, una voz fría y sin alma.

-Iris...

-Hace tiempo que no se nada de ti...

-Me habría gustado seguir así.

-No vengo a dañarte.

-¿Solo vienes a matarme?

-Vengo a advertirte.

-¿Sobre qué?

-Sobre lo que te está pasando -dio un grito de dolor que me sorprendió.

-¿Qué te ocurre?

-Es Nora, me ha pillado...

-¿Pillado?

-Ella me controla, yo no quiero matarte...

-Entonces pelea, eres un demonio.

-No tenemos tiempo, debes saber...que tu final se acerca... -¿Mi final?

-¿A qué te refieres?

-Todas las personas deben cerrar los ojos alguna vez.... - dio un grito aún más fuerte y cayó al suelo desvaneciéndose en este. Yo me puse a pensar en sus palabras, miré el broche y recordé que me habían dicho lo mismo, ¿de verdad moriré? O me están intentando asustar... No sabía la respuesta, lo único que sabía es que esta dimensión no se cerraba. Espere unos minutos hasta oír voces. Pero no veía a nadie. Las voces eran casi inaudibles pero conseguir rescatar algunas frases. 

Ella debería estar aquí. 

Se fue por culpa de tu hermano. 

Yo no sabía nada lo juro. 

Por tu culpa ella esta muerta.

En ese momento una luz casi cegadora apareció desde el altar del matadero cubriendo todo la colina. Formación mi vista para ver si distinguía a alguien pero no fue así, me desmayé antes. Aparecí en la habitación de invitados, me encontraba cansada como si no hubiera dormido en este tiempo. Aún quedaban dos horas hasta el amanecer, y mañana iré pronto a ver a George y pedir respuesta. 

Brujas y Lobos.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora