9-Tormenta.

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-Chicos. -dije mientras llegaba donde estaban Derek y Lys.
-Kia, ¿qué haces? -dijo mi hermano con preocupación.
-¿A qué te refieres?
-Tu pierna, estaba mal.
-No te preocupes por mi pierna.-intenté evadir todas sus preguntas.
-¿Qué ha pasado?-me pregunto Lys, pero en ese momento mi hermano le fulminó con la mirada, y no sabía el por qué.
-Hay mucha tensión aquí, ¿no?
-Yo diría que sobra alguien. -dijo Derek.
-De verdad Derek, entra en razón.-le pidió Lys.
-¿Me explicáis que ha pasado?
-Que tu amigo es un traidor.-me contestó con mucha dureza mi hermano.
-¿Cómo que un traidor?- dirigí mi mirada hacia la de Lys, que tenía un tono de pena.
-Kiara, sabes que yo nunca te haría daño...

Yo no entendía nada, empezaron a discutir ellos, yo no quería escucharlos, y fue totalmente involuntario...eché a correr fuera de donde estaban gritando.
-Kiara.-dijeron ambos.
Yo no pare, aún les escuchaba gritar mi nombre y decir que parase, acompañado de sus pasos que intentaban alcanzar los míos.
En ese momento escuche la transformación de mi hermano, y en pocos segundos lo tenía encima de mí.
-Kiara para.-dijo mientras me agarraba.
-Déjame.-me quite su agarre y vi como mi hermano me miraba jadeando.
-Es por tu bien el no te conviene.

En ese momento algo se encendió en mi, note algo extraño, algo nuevo.
-Te he dicho que me dejes...-entonces el cielo se oscureció y una oleada de viento llegó en segundos.

Parecía poder con mi hermano, pero a mi ni si quiera me movía el pelo

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Parecía poder con mi hermano, pero a mi ni si quiera me movía el pelo.
Se abrió un portal y apareció Lys, quien luchaba aún más por mantenerse en pie.
-Tranquila relájate.-me decía.
Estaba muy nerviosa, lo suficiente para darme cuenta de que mi hermano estaba en el suelo.
-Respira, confía en mí.-me decía con dificultad.
-¿Cómo quieres que confié en ti!
-No puedo decírtelo...
-¿Entonces!- el viento se hacía cada vez más fuerte.
Lys se esforzó por mantenerse de pie, cuando me miró y anduvo hacia mi, solo que apenas podía acercarse.
Me miró sorprendido y dijo:
-Tu expulsas el aire.
-¿Qué?
-Se llama atmokinesis, tu madre tenía ese poder, pero no tan desarrollado.
-¿Y qué más da eso?
-Cálmate o acabarás destruyendo todo.
Intente calmarme pero no podía, era como si algo me estuviera obligando a estar enfadada.
-No puedo...
-Si puedes, confío en ti.
Intente calmarme y al no conseguirlo me acabé frustrando y empezó una llovizna pequeña.
En ese momento Lys entendió que no podía hacer nada, que mis emociones fueron demasiado fuertes.
Se dirigió cada vez con un paso más decidido hacia mí, con bastante dificultad.
Cuando me quise dar cuenta estaba a unos centímetros de mí.
Después me abrazó.
Fue cálido y a la vez con confortable, pude notar como mi cuerpo se relajaba más y más, hasta que me di cuenta que yo también le estaba abrazando.

El cielo se despejó y el viento cesó.
Mientras seguía abrazada a él, me sentí observada y abrí los ojos un poco, volví a ver unos ojos morados.
-Lys.-susurre.
-Dime.
-Nos están observando.
*¿Quién?*
-Tiene los ojos morados.
*¿Detrás nuestra?*
-Sí.
*No me sueltes la mano*
Agarré su mano con fuerza.
Ambos nos despegamos y Lys abrió un portal.
Aparecimos delante de una sombra negra y la silueta de una mujer.
La mujer estaba tapada pero la sombra...era aterradora, y la había visto antes.
Ambos estábamos congelados al ver esa cosa negra con ojos rojos.
Nos volvemos a ver.
En ese momento recordé haberla visto en la iglesia.
-¿Quién eres?¿Por qué te conozco?
Soy Iris...¡tu madre me mató!
No...no podía ser.
-Eso no es cierto.
Tu eres la siguiente.
Entonces el espíritu se movió hacia nosotros.
Ambos lo esquivamos, y recordé la daga que tenía.
La saqué y se la incrusté en el pecho.
Dio un grito de dolor mientras se desvanecía.
-¿Cómo?-dijo Lys.
Me giré y observé como la mujer retrocedía.
-¡Que no escape!
Lys se giró y abalanzó contra ella, pero fue muy lento pues ella abrió un portal y se metió dentro.
-El portal...-dijo Lys.
-Es negro...-pensé un momento y recordé algo del libro de mi madre.-¿cada persona no tenía un portal diferente?
Pensó un segundo y sus ojos se abrieron.-Sí, tienes razón.
-¿Entonces la tenemos?
-Sí, solo hay que decírselo a George.
-Sí...-en ese momento recordé el abrazo de Lys.
-¿Qué te pasa?
-Solo...recordaba lo de antes.
-Amm, pensé que te calmaría. -dijo mientras miraba al suelo.
Le mire un momento a la cara y vi como sus mejilla se ruborizaban un poco.
-Tenías razón...una vez más.
-¿Confías ya en mi?-me pregunto.
-Si, confió en ti.
En ese momento él volvió a meterme entre sus brazos, y yo le respondí haciendo los mismo.
-Siempre podrás confiar en mi. -susurró.
Aquella acción, aquellas palabras me hicieron hacerme una pregunta...
¿Qué siento hacia Lysandro?

Brujas y Lobos.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora