21-Aclarando ideas.

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El tiempo se me pasó volando con Jason, él se marchó y yo me quedé en la habitación leyendo hasta que sonó mi teléfono y pude ver el contacto de Rafael.

-Hola Rafael.

-Kiara puedes venir a mi casa.

-Si claro en unos minutos estoy ahí.

Me calcé con unas botas y salí corriendo, hoy no me apetecía ir mediante portal así que fui caminando.

Cuando llegue pude ver a Rafael hablado con Lys por el teléfono.

-¿Rafael?

-Ven tenemos que ir a la casa de Lyssandro.

-Yo no voy.

-Ven por favor es importante.

Decidí ir pero tenía las ideas muy claras, yo no me iba a dejar pisar, se podría decir que estoy a la defensiva.

Cuando llegamos pude ver por la ventana como Matilde abrazaba a Lys, me resultaba...una vergüenza, si quiera había pasado un día.

Rafael tocó la puerta y abrió Matilde, ella me mató con la mirada.

-¿Qué hace ella aquí?

-Tenemos que hablar con Lys.

-Lys no quiere hablar con ella.

-Acaso el no tiene boca. - dije más seria.

-Es lo que me ha dicho.

-No se atreve a hacerlo a la cara.

Entonces Lys apartó a Matilde para vernos.

-¿Qué queréis?

-Eso Rafael ¿Qué queremos?

-Hablar.

Entonces cogió y entró conmigo de la mano.

Me sentó junto a él en un sofá y Matilde y Lys enfrente.

Se notaba la tensión en el ambiente.

-Sobre qué queréis hablar.

-Sobre la nota, ¿la tienes?

-Sí claro. -dijo dándome una mirada gélida.

Desapareció en el pasillo y cuando llegó le entregó la nota a Rafael, él la miró y después me miró a mí.

-¿Kiara que pusiste en la nota?

-Que viniera a la mansión. -dije con un tono cortante.

Lyssandro me miró sorprendido, no entiendo porque.

-Parece ser que las sospechas mías y de tu hermano eran ciertas.

-¿Qué?

-Alguien cambió la nota.

La dejó sobre la mesa y pude leer que ponía: Lyssandro, lo nuestro jamás podría haber acabado bien, es mejor dejarlo así.

Yo me quedé pálida y miré el rostro de Lyssandro que estaba casi igual que yo.

Corrió a su dormitorio y hizo un montón de ruido estaba rebuscando.

-¡Kiara! ¡Ven!

Fui al dormitorio y le vi levantando la mano.

Seguidos de mí entraron Matilde y Rafael.

Le pregunté mentalmente y él miró la alfombra que tenía un pequeño bulto.

Me acerqué y vi un montón de polvo oscuro y un papel; era mi nota.

La recogí y la leí en voz alta.

Pude notar como la mirada de Rafael mostraba victoria, la de Matilde desilusión y Lyssandro quien me pedía perdón con la mirada.

Iba a abrazarme cuando yo lo paré.

El no entendía nada.

-Podías haberme hablado sobre la nota en vez de acusarme.

-Estaba mal, ¿cómo reaccionarías tú?

-Mal, pero te llamaría, preguntaría si es enserio.

El se calló entonces y continúe hablando.

-Y una vez después de haberlo hablado me habría buscado a otro. - dije mirando a Matilde.

-Ella no está conmigo Kiara.

-Por mi haz lo que quieras, ahora soy yo la que no quiere nada. -dije cruzando mis brazos.

-Oye no, por favor perdóname.

Di un suspiro, no me gusta estar enfadada con él pero tampoco iba a ser como antes.

-Te perdono, pero tendrás que volver a ganarme.

El me dio un fuerte abrazo para después susurrarme: lo haré...

Rafael dijo que se iba a su casa, que Shopie ya debería haber llegado a su casa.

Yo igual me despedí de Lys, ya que Matilde se fue en cuanto perdoné a Lys.

Al llegar a casa mi hermano ya había llegado y cocinado.

-¿Dónde estabas?

-En casa de Lys

Me miró interrogante y yo le conté lo sucedido.

-Entonces todo tiene sentido y yo razón.

-Sí, pero ahora falta saber quién ha sido.

-Está claro, Matilde.

-El polvo de Matilde es rosa....y el negro de Nora.

Miré a mi hermano y llamé a George al momento.

-Hola Kia.

-George ¿dónde está Nora?

-Ni idea.

-Necesito ir a ver a las hadas.

-¿Estás loca? Las hadas deciden a quien ver.

-¿Podrías convencerlas?

Se quedó un momento en silencio.

-Haré lo que pueda.

-Gracias George, nos vemos.

La llamada acabó pero antes de dejar el teléfono me llamó Rafael.

-Dime Rafael.

-Es Shopie ha desaparecido.

Derek pareció oír eso último pues levantó su mirada y la clavó en mi.

-Te vemos en tu casa en dos minutos.

Colgué el teléfono y salimos corriendo a la casa de Rafael

-No ha llegado a casa.

-La encontraremos.

-Déjanos algo de su ropa la rastrearemos.

Entró a su casa y nos trajo su cepillo de pelo.

Derek y yo nos transformamos en lobos, y empezamos a oler el peine.

Luego nos esparcimos por el bosque, Derek hacia el pueblo y yo hacia la colina.

Camine mientras buscaba y encontré el rastro, fui más rápido y cuando llegué vi sangre, la sangre subía por la colina y cuando llegué me quedé de piedra.

Ahí estaba Shopie, muerta encima del altar.

Me transformé en persona y llamé a Rafael y a Derek dando mis coordenadas.

Llegaron en minutos.

Y Rafael fue directo al cuerpo inerte de su esposa, mientras lloraba y maldecía al culpable.

Me acerqué y vi la herida era de un cuchillo, y en mi cabeza resonó el nombre Math Will.

-Rafael, lo encontraré y vengaré la muerte de ella.

El me miró y me abrazó.

Pensaba que era duro perder a tu esposa dos días después del acontecimiento.

Estos días han sido, duros, confusos y llenos de sangre.

Brujas y Lobos.©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora