Brujas y Lobos.©

13-Distracciones.

Me molestó mucho la respuesta de Marina, hasta tal punto que no quería caminar por el bosque si no abrir un portal y atravesarlo como si fuera agua.

-Kia, lo del beso...
-No pasa nada, lo hiciste para calmarme.
Lys agachó un momento la cabeza y se volvió a dirigir a mi.
-Recuerdas el primer día que te di clase...
-Como olvidarlo.
-¿Y la conversación?
-Ahí me pierdo.
-Cada vez mi teoría es más acertada.
-¿Teoría?
-Eres un ángel.
-¿En serio de nuevo?
-Lo que has hecho hoy es un poder angelical.
-No, me niego.
-Por eso nunca sacas el máximo a tus poderes, porque no los aceptas.
-No quiero hablar de eso.
Lys estaba jugando en un terreno peligroso y no sabía que pasaría.
-Por favor quiero ayudarte.
-No puedes.
Se quedó quieto un momento y me miró con asombro.
-Eso quiere decir que hay un problema.
Había metido la pata...totalmente.
-Kia, confía en mí.
-Ya confío en ti.
-¿Entonces?
-Que ni yo misma sé que ocurre.
Lys me miró con asombro.
-No sé por qué Nora me quiere matar, ni tampoco por qué tengo poderes angelicales ni mucho menos se qué debo hacer.
Salió una lágrima que me recorrió la mejilla.
Cuando Lys se dio cuenta, puso mi cabeza en su pecho abrazándome.
De repente pude sentir como una burbuja aparecía rodeándonos, era un campo de seguridad.

Una vez me soltó empecé a plantearme una pregunta...
¿Qué siente Lys hacia mi?
Yo empezaba a sentirme algo más que atraída, creo que me empezaba a enamorar.

Al llegar a su casa cocinamos un poco de arroz y yo hice una ensalada.
Estábamos comiendo cuando la puerta suena y Lys la abre con sus poderes.

Al segundo Rafael entró por la puerta.
-¡Hola chicos! – dijo sonriendo.
-¿No tendrás hambre no? – dijo Lys.
-No, vengo a daros una cosita.
Se acercó a nosotros y nos dio un sobre a cada uno.
-¿Qué es?
-Ábrelo.
Abrí el sobre y dentro había una....invitación de boda...

Me quedé paralizada un instante y después me abalancé gritando hacia Rafael.
-¡Enhorabuena! – dije muy contenta.
Lys se levantó y le dio la mano. – Bien hecho, al fin lo hacéis.
-Sí, después de tantos años ya era hora.
Yo aún no había visto ni el lugar ni la fecha y al fijarme me di cuenta que sería dentro de cuatro días en el estanque donde jugaba de pequeña.
-Rafael...¿Es en el estanque?
-Sí. – dijo abriendo sus brazos esperando.
Le di un gran abrazo, él sabía que amaba aquel lugar.
-Quiero que vengas vestida con flores azules. – me pido Rafa.
-Lo haré encantada.
-¿Y yo? – preguntó Lys.
-A juego con Kiara.
-Me parece bien. – contestó alegre.
-Bueno, me tengo que ir.
-Lo suponemos. – dije.
-Te acompaño a la salida. – se ofreció Lys.

Esperaba a Lys que cuando entró estaba totalmente ruborizado.
-¿Estás bien?
-Creo que sí.
-¿Crees?
-Lo siento.
Antes de que pudiera darme cuenta Lys me estaba besando.
Pude sentir toda la pasión del beso y el calor que desprendía su rostro.
Al separarnos ambos estábamos rojos, y un silencio se formó en la sala.
Aquella experiencia fue realmente fantástica, pero en estas circunstancias lo veía más como una distracción, algo que podía impedirnos realizar el plan que futuramente haríamos.
Pero para que me voy a engañar, no me sentí así desde hace mucho tiempo.
-Kiara, ¿quieres ser mi novia? – dijo tartamudeando.
No sabía muy bien qué contestar,  si dejarme llevar por mi corazón o por mi cerebro.

Me empezó a doler la muñeca y vi como había un especie de tatuaje, pero no era tinta sino luz, y su dibujo era un corazón.

-Claro que quiero ser tu novia.

Aquel fue el principio de mi primer amor, y todo parecía muy bonito.
Pero no sabía que había desencadenado.