08.

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04 de Agosto, 2015.

—Chicos, tomen asiento, por favor.

Todos miraban a PD-min con curiosidad. No tenían idea de lo que pasaba, pero algo les decía de que su líder estaba involucrado. Namjoon se encontraba parado a su lado, con la mirada seria y los brazos en su espalda, demostrando sólo con su postura que se trataba de un asunto serio.

Jin miró a todos los que se encontraban en la habitación y sorprendentemente Jimin no estaba ahí. Él siempre era el primero en llegar cuando hacían juntas de emergencia porque siempre había sido paranoico al respecto.

—¿Dónde está Jimin? —se le adelantó Yoon Gi en preguntar.

—Eso es exactamente lo que vengo a anunciarles —respondió PD.

—Oh no —se escuchó a Taehyung murmurar. Lo peor vino a su mente y no pudo evitarlo—. Se va de la banda, ¿no es así?

Las alertas se dispararon en cada uno de los integrantes, provocando en el Maknae de la banda una sorpresa y culpa tremenda. Él nunca lo trató demasiado bien, ¿y si se iba por eso?

Hoseok bufó confuso, era imposible que quisiera irse; cada vez que podía repetía que estaba viviendo un sueño, que quería mejorar como cantante, como bailarín, como todo. Encontraba ilógico que cuando estaba logrando todo lo que quería, decidiera renunciar.

—¿Qué? ¡No! —aclaró PD-min, riendo por las ocurrencias de Taehyung—. Él está... —miró al líder de la banda buscando ayuda. ¿Qué se supone que iban a decirle a los miembros? ¿Qué se encontraba encerrado en una habitación en el piso abajo de ellos con una enfermera controlándolo porque había tenido una recaída? No podía.

—Está en una sesión fotográfica —se apresuró a contestar el líder

—¿Él solo? —preguntó Jungkook confundido, pero relajándose al notar de que el pelinaranja no se había marchado—. ¿Por qué solo lo están fotografiando a él?

—Son sesiones individuales.

—Pero tenemos que viajar a Tailandia, ¿por qué lo están fotografiando justo ahora?

—Eso es otra cosa de lo que vengo hablarles... Vamos a retrasar el tour por unas cuantas semanas.

—¿Qué...? ¡Hyung...! —Junkook le habló a Namjoon, quien corrió la mirada incómodo, esquivando la suplicante que le daba el Maknae.

Iba a ver a Jimin cada una hora y ya había pasado dos desde que fue por última vez. Mirando a todos y procurando que nadie le siguiera, Namjoon salió de la habitación dispuesto a dirigirse hacia las escaleras; le era mucho más fácil bajar así al piso donde se encontraba el pelinaranja. De otra manera, si a uno de los chicos se le ocurría seguirle podría saber fácilmente adónde iba.

La enfermera Shin se encontraba afuera de la habitación, moviéndose de un lado a otro. El miedo y los nervios los tenía a flor de piel, y ya no sabía qué más hacer con el joven Park. Cuando vio a Namjoon aparecer, se acercó a él casi corriendo.

—Namjoon, ya no sé qué hacer con Jimin. Por favor, necesitas entrar ahí. Le di anti-depresivos, somníferos... Nada está funcionando. Por favor, entra ahí —le rogó.

Namjoon más pálido que nunca, se apresuró en abrir la puerta. Lo primero que vio fueron todas las cosas tiradas en el suelo y desordenadas, vidrios rotos y el fugaz pensamiento de que tendría que pagar por todo eso vino a su mente. Su atención la llamó casi de inmediato el sollozo ahogado que venía de la persona sentada en un rincón de la habitación. Se acercó al pelinaranja esquivando las cosas en  suelo y lo más rápido que pudo, arrodillándose a su lado, intentando calmar los movimientos inquietos que su cuerpo estaba dando y que dejara de esconder su cara entre sus piernas.

Before I fall | «Yoonmin».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora