30.

1.2K 196 52
                                    


NamJoon limpió las lágrimas de Jimin y le prometió que iba a ser la última vez que sufriría por Min Seok. Y Jimin le prometió de vuelta que iba a dar todo de él por intentarlo, y esta vez realmente lo decía en serio.

Se levantaron de aquel asiento y comenzaron a caminar de vuelta al departamento por callejones alternos, rogando que nadie fuera capaz de reconocerlos o sino estarían muertos. El camino fue tranquilo, no había ninguna tensión por parte de ninguno y Jimin sentía que al fin podía poner sus sentimientos y recuerdos en orden, en pequeñas cajitas para que no volvieran a molestar. Se prometió a sí mismo que los ocultaría en un cajón en el fondo de su cabeza lo suficientemente a mano para no volver a cometerlos, pero lo suficientemente alejado para no atormentarse con ellos cada día y cada minuto.

—Jimin —le llamó NamJoon momentos de entrar por la puerta—. ¿Está todo bien? —preguntó asegurándose.

—Sí, Hyung. Está todo en orden ahora —respondió.

Jimin vio a los chicos moverse de un lado a otro, preparando sus bolsos para el día de mañana, preparando sus comidas, viendo una película que por muy interesante que fuera en realidad nadie le prestaba atención. Pero faltaban dos personas en aquel escenario.

—¿Dónde está Min Yoon Gi? —preguntó.

—Salió —respondió TaeHyung, poniéndole pausa a la película y levantándose del sofá donde había estado doblando su ropa, mirándolo con enojo—. ¿Dónde estabas tú?

Jimin guardó silencio. ¿Qué le podía responder? NamJoon Hyung me sacó del departamento porque tuve una crisis. Ah, por cierto, estoy mal mentalmente.

—Salí a tomar un poco de aire.

Esquivó al castaño para dirigirse a la habitación del verdementa.

—No me mientas, Jimin —tomó su brazo, impidiéndole seguir avanzando—. ¿No que estabas muy cansado y que te irías a dormir? La gente cansada no sale a dar vueltas.

—Pero yo sí lo hago —se soltó se su agarre para seguir caminando.

No quería pelear con Tae, pero no podía decirle la verdadera razón de porqué había salido.

—¿Por qué NamJoon Hyung salió contigo? —insistió, siguiéndolo a la pieza del mayor—. ¿Acaso se necesitan de dos personas para comprar tampones para una mujer que no está menstruando?

—¿De qué hablas? —preguntó cansado.

—Tú sabes de qué hablo, Jimin. No me vengas con excusas baratas, dime la verdad. ¿Dónde andabas?

—Por ahí...

—¡Yah, Park Jimin! —gritó TaeHyung detrás de él mientras abría la puerta de la habitación de SeokJin y de Yoon Gi, pero se encontraba vacía; las camas estaban hechas, pero el cajón con la ropa de Yoon Gi estaba abierto.

—¿Dónde fue Yoon Gi? Necesito hablar con él —le preguntó a Tae, ignorando deliberadamente el tema anterior.

—¡Respóndeme, maldita sea! —le gritó, tomándolo de los hombros y sacudiéndolo.

Instintivamente, Jimin cerró sus ojos con miedo, sin poder evitar pensar en todas aquellas veces en las que Minnie hizo lo mismo, sintiendo como las lágrimas comenzaban a acumularse en sus ojos. Pero ya no más. Sacó los brazos de TaeHyung de sus hombros y le miró desafiante.

—Tae, ¿puedes venir un momento? —preguntó NamJoon asomándose desde la puerta de su habitación.

TaeHyung asintió en su dirección y miró fijamente los ojos hinchados de Jimin. Lo conocía demasiado como para no darse cuenta de los pequeños detalles, de las pequeñas pistas que estaban ahí, gritándole lo que estaba pasando. Pero eran demasiado sutiles como para que él lograra decifrarlas.

Before I fall | «Yoonmin».Donde viven las historias. Descúbrelo ahora