Before I fall | «Yoonmin».

28.

-NamJoon, ¿puedes venir un segundo? -preguntó agitada la morena una vez que se asomó por la puerta de la cocina.

No tenía idea de lo que pasaba y todavía no podía asimilar lo que Jimin le había dicho, pero su corazón agitado y el frío sudor que comenzaba a apoderarse de su frente y manos le decían que era algo grave y que tenía que buscar ayuda.

-¿Qué pasa? -preguntó mirándola antes de levantarse del asiento.

-Eh... -murmuró Melissa. ¿Podía decirlo? ¿Los demás ya sabían? Su corazón palpitaba a medida que los segundos pasaban, sentía que con cada respiración agitada que daba algo malo se encontraba pasando en la habitación de Jimin-. Yo...

Ver a Melissa tan alterada preguntando por él, saber que minutos antes había salido detrás de Jimin, saber de la situación actual de Jimin... Se levantó de golpe de la mesa, arrastrando a SeokJin del hombro con él. Sabía lo que pasaba aunque la morena no había pronunciado ninguna palabra aún, lo sentía.

-Voy enseguida -le hizo saber.

Tras escucharlo, la morena corrió de vuelta a la habitación del pelinaranja.

-¿Qué está pasando? -pregunto JungKook mirando la situación.

-Nada, es sólo que... Uh -tragó saliva. ¿Qué les diría ahora a los demás? Sabía que tenía que hacerles saber sobre lo que pasaba con Jimin, pero tan sólo recordar cómo se había puesto la primera vez que lo había siquiera sugerido, le hacía arrepentirse de tan sólo pensarlo-. Lo que pasa es que...

-A Melissa le llegó la menstruación -interrumpió TaeHyung. Hace meses que notó que algo pasaba y ya estaba harto de fingir que no sabía nada y que no lo notaba. Jimin siempre desaparecía y seguido de él lo hacía NamJoon; no quería sacar conclusiones, pero las pistas estaban ahí.

-¿Y tú cómo lo sabes? -preguntó JungKook sin creerse lo que decía.

-Le vi el pantalón manchado cuando se levantó.

-Oh -murmuraron todos menos el líder y TaeHyung al unísono.

NamJoon salió de la cocina tranquilamente para no levantar sospechas, pero una vez que estuvo fuera corrió a la habitación del menor  como si se encontrara en una maratón. ¿Por qué había sucedido eso? Había estado tan bien, ¿por qué de la nada? ¿Qué había visto o escuchado que le hizo estar así nuevamente?

-¿Dónde está?

Melissa apuntó una esquina de la habitación, donde Jimin se encontraba sentado. Tenía la mirada perdida en algún lugar de la pared y estaba tranquilo; se sorprendió por qué estaba tan tranquilo, algo debía andar mal.

-¿Jimin? -preguntó mientras se acercaba sigilosamente hacia él. Se arrodilló frente a él, pero aún así no se inmutó y siguió mirando hacia la nada-. ¿Estás aquí?

Jimin lo miró y NamJoon sintió un escalofrío recorrerle el cuerpo. La mirada del pelinaranja estaba tan vacía que le dolía en lo más dentro de sí.

-Estoy aquí.

Melissa suspiró. Estaba tan incómoda y no sabía qué hacer. La tensión que se sentía en el ambiente no ayudaba en nada, y no saber cómo consolar a alguien y nunca haber pasado por eso antes no ayudaba en nada.

-¿Qué está pasando? -le susurró NamJoon para que la morena detrás de él no le escuchara.

-Hay visitas -le respondió de la misma manera, pero en su voz no había ninguna emoción y eso le estaba empezando a preocupar. Qué podía hacer, que debía hacer-, así que me estoy controlando.