Dos Vidas. Un sólo Autor

TODO COMIENZA A TOMAR SENTIDO

Capítulo 1

(Erling)

¡Primer día de clases!
Mi alarma suena.

Pero esta vez no la he pospuesto una sola vez.

Es algo emocionante y estoy ansiosa de ir a clases. -Es raro que una chica lo diga, ya que nadie quiere volver a clases. Pero aún así, ya que empezamos un nuevo año, cosas nuevas y vuelvo a ver a mis locos compañeros del curso. Me emociona.

En cambio por otra parte ¡SE ACABARON MIS VACACIONES! Pase mi verano disfrutando cada día, así que por ello estoy satisfecha.

Me levanto y entro al baño a tomar una ducha corta, salgo inmediatamente a vestirme con el nuevo uniforme, me arreglo él cabello y me coloquo unos pocos accesorios.

Cuando estoy lista, toma mi valija la cual he alistado un día antes como siempre y bajo por las escaleras hasta él comedor.

Como es de costumbre el desayuno ya está en la mesa.
Desde que mi Madre se fue, mis hermanas cocinanaban y ayudaban en casa, pero ahora hay quien haga por ellas.

Mi madre se ha distanciado de nosotros por problemas con mi Padre, como soy una de las menores, casi no he compartido con ella. A penas la veo algunas veces al año.

Mi padre al ver la falta que hacía una empleada en casa, ha contratado a Marie para que le haga todos los quehaceres de la casa y por ello nos prepara el desayuno.

Para serles sincera Marie no me cae muy bien, ya que ella ha hurtado algunas cosas de Papá y cuando todo se descubre culpa a mis hermanas y a mí, que bajo.

Ella no es alguien en quien se puede confiar.

Es algo que mi Padre siempre me lo menciona. Y algo que lo tengo muy presente.

***

Soy una de las mejores estudiantes de mi curso, me gusta hacer las cosas bien hechas (soy perfeccionista) y responsable a la vez.
Asisto a un colegio mixto y privado.

Cuando llego al instituto, me dirijo a mi curso y todas mis compañeras a la vez me reciben con un caluroso abrazo. Por unos instantes pienso que moriré ahogada entre tantos abrazos al mismo tiempo.
Así que intento escabuirme entre ellas pero me es imposible entre tanto amor hahaha.

Somos un curso muy unido. Hay de todo como en cualquier curso.
Los norios, los que por poco y salvan él año y los que no estudian nada.

Me pregunto si a estos últimos les irá bien en esta vida.

Detrás mío se escucha una voz grave: "Buenos Días señoritas, creo que son suficientes abrazos por hoy día, tomen su asiento por favor"

Es el Lcdo. Valencia, de Química. Es alto y muy delgado, su cabello negro es cubierto por una gran cantidad de canas. Sus ojos se ocultan por sus anteojos gruesos y grandes.
Me da la impresión de que tarde o temprano se arrancará y se partirá en dos como un apio. Por su fisonomía.
Cuando recuerdo esto último me es imposible ocultar una risita.

Nos hace presentarnos y da algunas recomendaciones acerca de su materia.
Y así es durante el primer día de clases con todos los licenciados.

Excepto con matemáticas, él Lcdo. No tiene piedad, ¡mandó tarea él primer día de clases!

¿Seré la única en este planeta que tengo tarea de matemáticas él primer día de clases?

Nos han dicho que este año él curso se dividirá según escojamos las carreras para ser bachilleres, eso me apena; ya que la mayoría irá a carreras diferentes.

Hay horas de clases, que me parecen eternas como es Lengua y Literatura y otras cortas entre estas está Biología.

Hasta que finalmente las clases terminan con un ¡Ring! Del timbre. Todos los estudiantes salen del instituto como si estuviese en llamas.

Yo salgo y lo primero que hago es dar un profundo suspiro.

—¡Por fin soy libre! -Grito internamente. Ya que no quiero parecer una loca desquiciada. Gritando por los pasillos del Instituto.

Llego a la parada donde siempre tomo él autobús. Regreso a casa con un gran apetito y ganas de contarles a todos cómo ha sido mi día, pero sé que esto no es posible, no en mi casa, no con mi familia.

Al entrar ya están  todos sentados en la mesa. -Sólo falto yo.

Ubico mi puesto en la mesa y me siento sigilosamente a degustar del delicioso almuerzo que tengo frente a mí .

Como nunca mi Padre inicia la conversación. -Me extraña, ya que cuando estámos en la mesa nadie dice una sola palabra. Ya que a mi padre le gusta que comamos y no que hablemos. Estamos acostumbrados a un pleno silencio en la mesa. Sólo hay comunicación entre cucharas, tenedores y cuchillos. Sólo ellos hacen ruido.

Cuando he ido a casa de algunos de mis compañeros para realizar trabajos es muy diferente, todos hablan y conversan sobre sus cosas en la mesa.
Me suelo sentir como un bicho raro, ya que yo no estoy acostumbrada a eso.
¿Ahora entienden por qué no puedo contarles de mi día? ¿A alguien más le pasa?

Mi Padre nos cuenta, que los padres, de la novia de mi Hermano Thomas, vinieron a visitarle y le invitaron a su Iglesia y que iríamos el domingo que viene. -Eso me extraña bastante, ya nos habían invitado antes y mi Padre no había aceptado ir, pero hoy si aceptó. ¿Por qué hoy sí?
Nadie responde nada, sólo asienten con la cabeza

***

La semana transcurre muy rápido y ya es sábado por la mañana.

Como cada sábado voy a jugar basketball con mi hermana menor Angie y mi otro hermano mayor Patrick.

Patrick es muy bueno en este deporte así que aprendo mucho de él, me beneficia bastante ya que estoy en la selección femenina de basketball del colegio.
Y en unas semanas elegirán a la Capitán del equipo -Por supuesto quiero ser yo la Capitán, me encanta ser competitiva y ganar.

Jugamos unas cuantas horas, hasta que oscurece y nos dirigimos a casa.

Estoy muy agotada, pero aún así entreno más para ser elegida como capitán del equipo.

—Patrick, me quedaré unos minutos más entrenando. -Le digo. Él asiente y se marcha.

Una hora más tarde me dirijo a casa satisfecha por mi entrenamiento.

Ya es de noche y me encuentro un poco ansiosa.
No se ni que ponerme, miro mi ropero y nada me convence. Saco vestido por vestido, blusa por blusa, pantalón por pantalón y nada.
¡No tengo que ponerme! -Algo típico que diga una chica como yo.

Me tiro en mi cama, que esta cubierta por mi ropa. Contemplo él techo y me decido a guardar todo.
Mañana domingo veré que me pongo. Nos iremos a la Iglesia por primera vez...

¿Cómo será?
¿Qué se sentirá?
¿Me llevaré bien con alguien?

La intriga y miles de preguntas invaden su mente...
¿Que pasará mañana?