MATTHEW

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Capítulo 3

(Matthew)

A lo que está de pie, me mira algo tímida y me regala una tímida sonrisa.

—Hola! -Digo sonriente.

—Hola -Me saluda tímidamente.

Supongo que es una chica tímida.

—Soy Matthew y tú?

—Soy Erling, un gusto. -Me extiende la mano, y yo le correspondo. Me intriga lo tímida que es, así que decido continuar con la conversa.

—¿Vienes por primera vez? Ya que no te he visto por aquí. -Cuestiono.

—Sí, he venido por primera vez. Nos invitó la familia Cárdenas. -Responde ya más relajada.

—Entonces ¡BIENVENIDA! -Le respondo haciendo una mueca, que termina en risas.

—¡Gracias! -Dice aún riéndose.

¡Cierto! Debo ir a entonar la guitarra y llevarle a Josué la cuerda

¡Que pasada!

—Te veo luego. -Le digo despidiéndome, para reunirme con mis amigos que me estaban esperando.
Y corro hasta donde están ellos.

***

Estoy entonando y cantando algunas canciones juntamente con mis amigos en la Iglesia.

Después Predica él Pastor de la Iglesia sobre él inmenso amor de Dios hacia nosotros y que por ello mandó a su único hijo para que muriese por nosotros.

Luego finalizamos con unas canciones.

(Erling)

Salgo de la iglesia -obviamente yo me encuentro muy feliz.

Esto ha sido diferente. Es como cambiar de aires.
No sé por qué, pero aquí me siento a gusto.

Me voy al estacionamiento, donde se encuentra él auto de mi papá. Mis hermanas me esperan allí.

Me subo al auto y noto que algunos jóvenes de acercan. . .

Me aferro fuertemente al brazo de mi hermana mayor.

Ellos empiezan a saludarnos y a apoyarse en él auto.

—Hola chicas. . .

—Salgan.

—No mordemos.

—Queremos verlas.

—No se escondan.

Mencionan algunos chicos entre carcajadas.

Mis hermanas mayores al ver eso, se encuentran molestas y los matan con la mirada. -Yo río internamente, ya que mis hermanas si son capaces de golpearles ahí mismo si fuera posible.

Ellas son muy fuerte y aún más por lo que entrenan y son deportistas.

En mi familia la mayoría somos deportistas. Eso es de familia; ya que mis padres también lo fueron.

Angie (mi hermana menor) y yo, nos ocultamos en él auto y susurramos.

—Que tipos mas locos

—Sí, parecen unos imbéciles.

Por un momento llego a pensar que tumbarán él auto, empiezo a desear que mi padre vuelva.

Los chicos, al ver que no les prestamos atención, se marchan.

Suspiro y me aguanto las ganas de reír al ver la cara enfadada de mis hermanas mayores.

Minutos después. . .

Llega mi padre y para solpresa mía, también se encuentra feliz. Nos lleva a comer. -Me encanta esa idea, ya que estoy hambrienta.

Si siempre que vengamos a esta iglesia, mi Padre va a sonreír; entonces no será mala idea venir.

Me quedo pensando en ésta fabulosa idea.



***

Regreso a casa muy feliz, ya que este día es genial, chistoso y lo pasé bien.

Empiezo a recordar lo sucedido durante todo ese domingo, y sin darme cuenta me pierdo en mis pensamientos.

—¡Erling... Erling! -Veo que Angie agita su mano en mi cara, para que reaccione

—Di-Dime -murmuro tartamudeando y trato de recordar que me ha preguntado.

—¿Te estoy preguntando, que cómo te fue hoy día? -Insiste rodando sus ojos.

—Ah, pues bien. . .

—Vamos, ¿no me dirás nada más? -Dice haciendo un puchero.

—Río. . . Pues, a lo que salí al baño, tropecé con un chico que. . .

No me deja terminar de hablar.

—¿Así cómo en las películas? ¿Es guapo? ¿cómo se llama? Dime! Dimee! -Insiste intensamente.

—¡hey! ¡Tranquila! No me acribilles con tantas preguntas. -Reclamo.

—Nos reímos. Me contarás de una sola vez, ¿o me dejarás con la intriga? -Me dice con una mirada pícara.

Y es entonces donde le empiezo a relatar lo sucedido con Matthew. . .

Dos Vidas. Un sólo AutorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora