JUGARRETAS

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Capítulo 28

Mi hermana me ha pedido que vaya por su abrigo, él cual lo ha olvidado en la banca de la iglesia.

Isabella siempre descuida algo.
Y yo siempre como buen hermano mayor, voy tras sus cosas extraviadas.

No es porque ella no pueda, al contrario; pero yo prefiero darle una mano en eso.

Visualizo de lejos, arriba. . . abajo. . . aqui, allá y nada.
Al abrigo se lo ha tragado la tierra.

Me acerco al lugar donde mi hermana estaba sentada y lo encuentro ahí, doblado como un paquete.

Lo tomo y escucho él impacto de un objeto  contra él suelo.
Me inclino en su busca y hallo él celular de mi hermana.

Así que también se ha olvidado él celular.
Quiero ver su cara cuando se dé cuenta que no tiene consigo a su preciado celular.

Lo introduzco en el bolsillo de mi pantalón y empieza a vibrar.

'Numero desconocido'
¿Quién será?

Aclaro mi garganta. —¿Sí?
¿Aló? -Dicen al otro lado.

¿Qué desea? -Voy a intentar seguir él juego. Pero ya sé que es una chica quien llama.

¿Con quién hablo? -Insiste.

No me agrada que me respondan con una pregunta. -Añado fingiendo una voz grave.

—Y a que me cambien de tema. -Dice.

Pienso y pienso.
He escuchado esa voz antes.
Una jovencita algo berrinchuda y con un tono de voz aniñado.

Es. .  es. . .

Tienes él celular de mi amiga. ¿Por qué?

¡Sí! Cómo no me di cuenta antes.
Es la única e inigualable ¡Erling!

Pienso irónicamente.

—¿Será porque soy su hermano? -Le pregunto ahogando una risotada.

Imaginó su cara avergonzada.

Ma . . . Ma. . . ¿Matt? -Pronuncia con dificultad mi nombre.

El mismo. -Le digo.

Aa. . . Eh. . .

'Fin de llamada'

¿Me colgó?

Ahora sé lo que sintieron aquellas personas a los cuales de pequeños llamábamos con mis hermanas para jugarles una jugarreta y cuando contestaban les dejábamos a medio hablar.

Dos Vidas. Un sólo AutorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora