Capítulo 12
Después de llegar a la conclusión de que mis ojos ya no le pertenecen.
Me doy cuenta que duele tanto. . .
Míralo duele.Es como una espina que tengo en mí corazón.
Me falta perdonarlo. No lo he perdonado por lo que me hizo. Por esa razón tengo cierto rencor hacia él.***
Semanas antes. . .
Acepto en ir al cumpleaños de Ale.
Daira, mi compañera me convence.Para ingresar a la fiesta para él cumpleaños de Ale, tenemos que llevar un antifaz, o algo que cubra nuestro rostro.
A pesar que algo me dice que no vaya, voy.
—Brad, pasarás por mi a las 19:00 ¿para irnos juntos al baile?
—Claro cariño, espero que vayas hermosa, como siempre.
Me da un beso y se despide de mí.
No soy alguien que pasa solo en fiestas o que le agraden mucho, por eso no sé que ponerme.
Le pregunto a mi hermana Angie, ya que a ella si le gustan las fiestas y es la indicada para ayudarme.
Me empiezo a probar vestido por vestido, hasta que me decido por un vestido blanco con una cinta negra, que me llega centímetros arriba de mi rodilla. Zapatos deportivos, un antifaz negro que combina con los zapatos y vestido, me hago ondas en él cabello un maquillaje suave y lista.
A las 19:00 en punto Brad pasa por mí. Algo que admiró y me encanta de él es su puntualidad.
Él está puesto un terno negro y camisa blanca al igual que su antifaz. Parece que nos hemos puesto de acuerdo para ir vestidos de blanco y negro.
Llegamos a la fiesta. . . entre tantas personas pierdo de vista a Brad. Me encuentro con Daira y juntas vamos donde Ale a desearle un feliz cumpleaños.
A pesar que estoy rodeada de personas a quienes conozco, me siento sola.La banda que está tocando pide a todos que tomen a su pareja y bailen.
Yo estoy con Susan, una amiga. No siempre paso con ella, pero a veces siento como si me odia o tenia cierta envidia por mí. Sus miradas la delatan. Espero a que Brad venga por mi para bailar.
Cuando lo veo acercarse me mira, pero sus ojos se fijan en Susan. Me ignora y le pide a ella que baile con él. Ella feliz acepta.
Un sentimiento feo me invade.Me siento a esperar para bailar con Brad, pero él no ser digna en bailar conmigo en ningún momento.
—Una bella señorita como usted, ¿me concede este baile? -me dice un apuesto joven. No puedo ver más que sus ojos por su antifaz.
Accedo a bailar con él.En la pista de baile, mi mirada está en todas direcciones, busco a Brad. ¿Será capaz de dejarme e irse?
Por distraerme en buscarlo, piso algunas veces a quien baila conmigo. Lo noto, porque se queja constantemente.—¿Buscas a alguien?
—Sí. -Respondo de manera cortante.
—¿No puedes ser más cortante? -Me dice al momento en que da unas carcajadas.
Esa risa. Yo la conozco.
Es. . .es. . .—¿John?
—Él mismo. -Se ríe y su risa me contagia.
—No logré reconocerte con ese antifaz. -Contesto dándole un golpecito en su brazo.
Me pongo a conversar con John y él tiempo pasa sin darme cuenta.
Llego a la conclusión de que Brad se ha largado y me ha dejado en él baile, así que acepto ir con John a mi casa.Cuando salgo del lugar, escucho unos murmullos a mi derecha, me acerco a ver que es o qué es. Ya que ese sonido y esas voces no provienen de la fiesta y se me hacen conocidas.
Siento que todo mi mundo se desmorona, una lágrima rueda por mí rostro, tapo mi boca para no hacer ningún ruido.
Es Brad, si, pero no está solo. Está besando a Susan. Y eso no es todo.
—Brad... Amor... ¿Cuándo piensas terminar con Erling? -Lo menciona como una niña mimada pidiendo algo.
—Ya hace cuatro meses que estamos juntos y sigues con ella, termina esa relación.—Sí, en el rato menos pensado terminaré con ella. -Lo dice muy confiado.
Me apoyo en la pared y mis lágrimas empezan a rodar por mis mejillas e inundan mi rostro.
Me siento en él suelo, no me importa ensuciar mi vestido. Solo cierro mis ojos y deseo morir.Siento que alguien me toma en sus brazos y me saca de ahí, no veo quien es, simplemente me aferro a esa persona.
Cuando abro mis ojos veo a John, me mira preocupado. ¿Erling estás bien? Pregunta.
Me abalanzo sobre su cuello y me dispongo a llorar, él sólo me abraza fuertemente. Me siento segura. Hasta que finalmente, logro calmarme y dejo de llorar.
—Yo sé que es mi "Mejor amigo" -Hace unas comillas con sus dedos- pero no me importaría partirle la cara. -Sus ojos se llenan de rabia.
—No, déjalo así. . . sólo quiero irme a casa. Por favor. -Suplico.
Tomamos una taxi y nos dirigimos a mi casa. Él quiere quedarse, pero sé que mi padre no lo permitirá, así que fingo estar mejor, para que se vaya tranquilo.
Bueno, lo demás ya se han de imaginar. . . Brad niega todo lo sucedido, pero aún así terminamos.
No lo vuelvo a ver con Susan. Corto todo tipo de comunicación y amistad en común con Brad. Excepto con John.Por esa razón y por lo que me hizo, yo no lo he perdonado.
***
Bajo la mirada y Brad me toma del mentón.
Giro bruscamente mi cara para que me suelte.—Perd. . . -¿Brad, Erling? ¿Interrumpo algo? -Es John, por fortuna. Gracias a él, Brad no se disculpó conmigo. Igual mi respuesta seria un ¡no! Rotundo.
Sólo espero que no mal interprete esta situación.Me alejo inmediatamente de Brad.
—Ya veo para que querías encontrarte conmigo en él parque, hubiera preferido que me lo digas, a ver esta escenita.
—N-no, no. . . mal intérpretes esto. Yo y él. . . -Si ya veo. -me mira con decepción. -Mejor, Los dejo solos.
¡Noooo! Que estúpida soy.
Cómo pude permitir eso.—Sabes, si viniste a pedirme perdón, pues viniste en vano. No quiero saber nada de ti y mucho menos volverte a ver.
—¿Así que él es tú pretendiente? -¿Por qué me responde con una pregunta? odio que hagan eso. Y él lo sabe.
Lo fulmino con la mirada y me voy de ahí.
Intento llamar a John, pero solo se va al buzón de voz.
Así que decido ir a su casa. Voy allá y timbro.
Me abre él, y por supuesto intenta cerrarme la puerta en mi nariz, pero no se lo permito.
—John necesito hablar contigo y aclarar las cosas.
—Oh sí, pero si ya sé lo suficiente. No necesito escuchar nada más.
—Por favor. . . Escúchame.
¿Crees que las cosas se puedan aclarar entre ellos?
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Dos Vidas. Un sólo Autor
Teen FictionDos destinos, dos jóvenes, cada uno de ellos con vidas diferentes. Un sólo autor que escribe un propósito para cada uno, el cuál hará que ellos tomen otro rumbo, animándoles a que dejen de lado aún lo que más aman. ¿Podrán hacerlo? ¿Sus vidas camb...