NESCESITO HABLAR CONTIGO

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Capítulo 9

(Erling)

No pude pegar un ojo en toda la noche, con semejante noticia, ¿quien podría?

Genial a mi hermana también le gusta John (nótese mi sarcasmo)

Paso mis manos por mi cara frecuentemente, como resultado de mi frustración. ¿Que hago?

Hasta que pasa por mi mente, orar. Nunca he hecho eso. Solo he ido a misa, a rezar e incluso me dormía cuando iba a la iglesia. Pero orar nunca.

Cuando hablé con Isabella me contó que orar era conversar con Dios.

Cuando oré con ella se le hacia tan sencillo.
Desde aquella vez no he orado.

Asi que decido orar.
Cierro mis ojos y digo: Dios, si tú estas aquí y existes, ayúdame a tomar la mejor decisión.
No quiero lastimar a mi hermana ni a John.
Finalmente término con un Amén.

Es la primera vez que oro, talvez fueron pocas palabras, pero lo dije de corazón y con sinceridad. Me siento bien, y a la vez tengo una paz como nunca antes. Sin notarlo caigo en un sueño profundo.

Ya es jueves por la mañana.
Me he despertado, me siento súper bien y he descansado de maravilla.
Me visto, desayuno y salgo para el colegio.
No estoy preocupada ni ansiosa. Que extraño.

—Hola Erling. -Hola Nath. Estudiaste para él examen de literatura?

—Claro, cómo iba a olvidarlo. -Nos reímos. Ella nunca olvida estudiar para un examen o prueba, por eso la molesto.

Transcurre mi día hasta que llega mi
tan anhelada prueba de aptitud.

Me paro bajo él aro de baloncesto y levanto mi cabeza para observarlo. Sólo necesito aprobar. Es lo único que pronuncio y me dispongo a calentar.

Para la prueba de aptitud empiezan a llamar en orden de lista. Como mi apellido comienza con "A" soy una de las primeras.

—Señorita Arauz.

—Presente. Levanto mi mano.

—Pase por favor.

Tomo mi balón y empiezo a realizar las diferentes actividades que dice él licenciado.
Termino y me voy a sentar.

Así continúan una por una de las chicas del equipo.

—Mañana se les dirá él resultado. Buena tarde señoritas. -Se despide él serio y estricto licenciado.

—¿Cómo estuve? Pregunto. -¡Súper bien! ¡Dame esos cinco! -Responde alegremente Marie.

—Sólo esperó que. . . -Me interrumpe Clara.

—Pues he aquí la nueva capitana eh? -Eso espero. -Contesto.

—Descuida, tú fuiste la mejor. -Me dice en voz baja para que no escuchen las demás.

—Si me lo dice una de las mejores jugadoras del equipo, que así sea. -Sonrió y me siento satisfecha.

***

Regreso a casa, me ducho, almuerzo y subo a mi habitación.

Camino de un lado al otro de mi habitacion con él celular en mi mano.
-¿Le llamo o no le llamo? O ¿mejor le escribo? Le llamo, sí. Y si no contesta. Hay no, mejor solo un mensaje y ya.
Ya, le llamo ¡y punto!

Después de pelear con mi conciencia le marco.  . .

*Inicio de llamada*

—¿Alo? ¿Con quién hablo?

—. . . Eh, ¿John? . . . habla Erling

—Erling! Ya sabía que eras tú. -Se ríe.

—Tengo tú número archivado. -¿Entonces me hizo quedar como una tonta? Rayos! ¿Por que fingió no saber quién era?

—¿Nos podemos encontrar en él parque en 15min? Necesito hablar contigo.

—Claro, ahí estaré.

*Fin de llamada*

Unos minutos después me llama y me dice que su hermanita menor se puso mal, está con fiebre y le van a llevar al hospital. Por esa razón no nos podemos encontrar.

—Yo te acompaño al hospital. -Propongo preocupada.

—No te preocupes Erling, ya estoy saliendo con mi mamá. Gracias por preocuparte.

—Me avisas para saber como esta tú hermanita.

—No te preocupes. Yo te aviso.
Cuidate. Nos vemos mañana.

Me quedo preocupada, pero mañana le preguntaré. Quedamos en encontrarnos él día de mañana en la tarde.

¿Tienes idea de lo que Erling quiere decirle a John?

Dos Vidas. Un sólo AutorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora